Opinión

La ética o la conveniencia

Al revisar la historia del moderno, joven y muy agitado Estado de Israel, vemos con claridad la gran influencia que tiene el quinto poder en todos los acontecimientos importantes que se dan

Elías Farache:

 

El pasado jueves 28 de agosto de 2025 falleció el famoso reportero, periodista y comentarista Dan Margalit. Un israelí de nacimiento y sin duda una personalidad del mundo periodístico que dictó cátedra en todas sus actividades. Comprometido con el quehacer de su país y se puede decir que fue un pionero en lo referente al periodismo de investigación.

 

Dan Margalit trabajaba en 1977 como corresponsal en Washington para el diario Haaretz, asignado allí para cubrir la política estadounidense, la diplomacia de la Administración Carter y las relaciones bilaterales entre Estados Unidos e Israel.

 

Haaretz Boycott Marks Latest in Media Freedom Erosion in Israel, Say  Experts - The Media Line

Durante una visita oficial de Yitzhak Rabin a Washington, el periodista Dan Margalit descubrió que Leah Rabin, esposa de Isaac Rabin, había retirado dinero de una cuenta en el National Bank of Washington. En ese momento, la ley israelí prohibía a sus ciudadanos tener cuentas bancarias en el extranjero. El saldo era de unos 2.000 dólares, provenientes de honorarios por conferencias impartidas por Rabin cuando fue embajador en EE. UU. Aunque la suma era modesta, el hecho de mantener la cuenta abierta violaba la ley. El escándalo estalló justo antes de las elecciones generales de 1977, en un contexto donde el Partido Laborista ya estaba golpeado por otros casos de corrupción. Rabin decidió no escudarse en su inmunidad parlamentaria y renunció tanto a la candidatura como al liderazgo del partido. En las elecciones, el Likud liderado por Menachem Begin logró una victoria que desalojó al Laborismo del poder ejecutivo, luego de treinta años de hegemonía.

 

Debe destacarse que el escándalo de la cuenta bancaria fue algo desagradable, pero un cambio de caras se venía gestando desde la amarga experiencia de la Guerra de Yom Kipur. La victoria conseguida fue a costa de muchas vidas y siempre quedó en el ambiente la duda razonable de cuánto sabía del ataque que se efectuó finalmente por parte de Egipto y Siria. La gestión de Menachem Begin, desde 1977 y hasta 1983, tuvo el saldo positivo de la paz con Egipto y la destrucción del reactor nuclear de Irak. La salida de Rabin no fue definitiva, pues regresó de 1992 a 1995 a ser primer ministro, y fue quien firmó los Acuerdos de Oslo y el tratado de paz con Jordania.

 

Al revisar la historia del moderno, joven y muy agitado Estado de Israel, vemos con claridad la gran influencia que tiene el quinto poder en todos los acontecimientos importantes que se dan. Todos los días, cada hora, se emite un noticiero por las emisoras de radio que dan el parte actualizado de lo que viene ocurriendo, siendo este el aspecto quizás más benigno que se pueda citar.

 

La justicia y la prensa han sido y son inclementes con los políticos en Israel. Se hace caso omiso del eventual prestigio que puedan tener los indiciados para ser acusados, juzgados y condenados de ser necesario. Presionados siempre. La renuncia de Rabin, quizás hasta por un descuido en el manejo de sus exiguas finanzas americanas, que eran de su esposa. Dan Margalit depositó cincuenta dólares en la antes mencionada cuenta y memorizó el número que el cajero anotó, sirviendo esto como prueba irrefutable de la falta cometida. Ezer Waisman fue el fundador de la Fuerza Aérea israelí, presidente de Israel, renunció por haber recibido presentes. Moshe Katzav, quien fue presidente, estuvo preso por denuncias de acoso sexual. Ehud Olmert, quien fuera primer ministro, encarcelado por cargos de corrupción. Arie Edery, quien fuera ministro del interior y líder del partido SHAS, también cumplió condena e inhabilitación.

 

En los actuales momentos, el primer ministro en funciones se encuentra en pleno juicio por varios expedientes. Un juicio y un proceso muy largo, que no tiene miramientos ni consideraciones, tampoco atenuantes, debido a la situación de guerra que se vive en el país y las responsabilidades que debe asumir quien ejerce la primera magistratura.

 

Todo lo anterior se puede ver desde una perspectiva muy positiva. Un país donde priva el imperio de la ley. En donde todos los ciudadanos son tratados por igual, sin favoritismos. Cero tolerancias a la corrupción, a los procedimientos indebidos, a los favoritismos. Muy de acuerdo con la porción del Pentateuco que justo se acaba de leer el sábado 30 de agosto de 2025, denominada “Jueces”. Una sociedad donde no hay justicia está destinada a sufrir y desmoronarse, desaparecer.

 

Sin embargo, con todo y lo anterior, cabe una reflexión con algo de sentido común. El espíritu de Rabin seguro no fue beneficiarse de una cuenta de monto irrisorio de cuando era embajador. ¿Era necesario someterlo al escarnio público a sabiendas de esto y teniendo en cuenta su trayectoria militar y política? ¿Es inteligente someter a Benjamín Netanyahu a la presión de un juicio largo e intenso en medio de la guerra más larga que libra Israel en frentes múltiples y con una media internacional muy poco favorable a todo lo israelí?

 

Es muy sano presumir de las buenas y mejores intenciones de todos los involucrados en estos acontecimientos y circunstancias. A veces pareciera más inteligente hacer un justo balance entre la ética y la conveniencia, sin desmedro de la una por la otra.-

 

Elías Farache S.

31 de agosto de 2025

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