Opinión

Frustración y despecho

Los despechados por la frustración de no saber, ni entender cómo este muro de verdad y democracia, se impone. No comprenden lo que ha pasado

 

Gloria Cuenca:

 

No se si es adecuado combinar las dos emociones, por cuanto, no necesariamente, la frustración lleva al despecho. Sin embargo, pretendo analizar con serenidad: lo hago desde la cama y sin ningún tipo de propósito, sino el de aclarar, para mí y algunos que me leen y siguen, hechos, sucesos y acontecimientos de la política cotidiana en Venezuela. Todos, en algún momento, hemos pasado por alguna frustración. No necesariamente se cae en el despecho. Sin embargo, hay quien por la frustración se despecha, pero no  tradicionalmente: boleros, tragos, suspiros, bares, trasnochos, “un clavo, saca otro” ; entre los seleccionados para lograr borrar esa desagradable emoción, que causa el desamor. Existe, también un despecho “político” o tal vez, mejor denominarlo: el “despecho del politiquero”. Es el caso de referencia. Existe el “despecho del político” al ser rechazado. No obstante, el que se ha desencadenado, al darse cuenta, personajillos de menor cuantía, que encontraron una barrera, inesperada: democrática, honesta, correcta, de consciencia, con libertad y decisión hasta el final. Además, algunos militarcillos de baja cuantía, se han desesperado y empiezan a despotricar: no aceptan, no lo pueden hacer, al ver la firmeza, con discreción absoluta, que se hace desde la dirigencia legítima y las autoridades constitucionales del país. Parece, se preguntan, pero ¿no me informan lo que se va a hacer? ¿qué se habrán creído? Se les “disparó el ego”, los infelices piensan que sin ellos nada es posible. Resulta que, muchos de ellos, resultaron del tipo: “vaya, corre, ve y dile”; muy inconveniente, para lo que se gesta. No se les puede decir nada, son chismosos; en la mayoría de los casos, distorsionan y cambian informaciones. Contribuyen, con consciencia o sin ella, a la desinformación. Auspiciada, estimulada y pagada por el gobierno. Resultan ser  “colaboracionistas”. No quieren servir para nada. Otros, también ofendidos, se acercan al usurpador, con intenciones claras: supuestamente “negociar”. ¿Sera qué, algo se puede negociar? Se triunfó, a pesar de los pesares, (trampas, represión y manipulación deshonesta, incluidas) en las elecciones del 28 de julio, 2024. Las más importantes organizaciones del planeta lo saben, lo certifican, lo aceptaron. Sin embargo, el “simulacro de gobierno”, inconstitucional y usurpador, no se ha dado cuenta; está como el Rey del cuento: desnudo. Todo el mundo lo sabe, menos ellos. Los despechados por la frustración de no saber, ni entender cómo este muro de verdad y democracia, se impone. No comprenden lo que ha pasado. Son ingenuos, en medio de este desastre, creen que se podrán salvar del final. En este complejo, difícil y duro batallar por la libertad y la democracia, los falsos, manipuladores de la verdad, extorsionadores del poder, no alcanzarán sus metas de perpetuarse en el poder.

El “supuesto motivo” para separarse, de un sector de la oposición, los llamo “despechados”, sería la convocatoria a las elecciones del gobierno inconstitucional e ilegítimo, en el venidero mes de mayo. Intentan qué, un país que votó en pleno el 28 de julio, al que se le pretende robar la esperanza por el cambio pacífico, democrático, constitucional y en paz, participe en elecciones organizadas y preparadas para la trampa.  No lo pudieron hacer el 28/7; conociendo, las intenciones del régimen, nuestra magnífica líder, se adelantó y se quedaron sin las “actas”. Los que aceptan participar, lo que quieren es, acercarse al gobierno. ¡Qué manera escogen para hacerlo! Hay gente joven y veteranos mezclados en esa aproximación: deberían recoger alguno de los postulados del marxismo, (ellos lo aplican); por cierto, de lo más repetido por mí en estos casi 27 años de tragedia: “hay que caracterizar al enemigo”, señalan los comunistas. ¿Quién es el enemigo? Para ellos, somos nosotros, para nosotros, “son ellos”. Se llama enemigo al adversario, opositor o disidente. Hay odio contra quién pone en peligro su “ilegal e inconstitucional poder”. Ténganlo en cuenta a la hora de sentarse ¿a negociar o pactar? Cuando se considera “al otro/a como una fiera”,un enemigo pues; no se piensa en hablar, comunicarse, mucho menos aceptar las propuestas hechas. Recuérdese: son mensajes falsos, inventos para salir del paso, en definitiva. No se olviden de las mentiras y los embustes dichos, desde aquella primera mesa de negociación en los tempranos 2000 hasta el encuentro en Barbados en el 2023. La historia, decía Cicerón, el verdadero: “Magistra vita”, “Maestra de la vida”. ¡Ah! ¿No se quieren dar cuenta? La historia pasará factura, sin ninguna duda. Por otra parte, está el “machismo” duro y puro, “¿una mujer al mando del país?” ¿Una ingeniera, Sifrina, para remate, puso en jaque al régimen? Será mejor que se acostumbren. Mujeres venezolanas, alerta: ¡Basta de educar a los hijos varones en los patrones del machismo obsoleto y caduco! ¡Recuerden: el machismo es una tara! Vergonzosa y anacrónica, ante los ojos evolucionados del mundo produce estupor, una cierta vergüenza y hasta asco. No lo olviden, estamos terminando el primer cuarto del siglo XXI, no debemos retroceder, conjuntamente con los vergonzantes prototipos del socialismo del siglo XXI, ellos piensan que seguimos en los siglos XVIII o XIX. No lo podemos, ni debemos olvidar. Tampoco queremos hacerlo. Avanzar, a pesar de los pesares, es el desafío que tenemos en medio de esta barbarie. ¡Dios nos ayude y ampare!.-

 

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