Lecturas recomendadas

Reflexión sobre Domingo de Ramos

Rosalía Moros de Borregales:

¡Hosanna! ¡Hosanna en las alturas!

“Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en el nombre del Señor.” – Mateo 21:9.

La palabra Hosanna significa “¡Sálvanos ahora!”. Es un clamor de esperanza. Un grito de fe. Hoy, ese grito aún resuena. Jesús
sigue siendo el Rey humilde que viene a
salvar. Y no necesita un trono de oro para reinar… solo necesita un corazón rendido.

La multitud de Jerusalén extendía sus
mantos y sus ramas en el camino… Pero muchos de ellos solo querían un libertador político, alguien que derrocara a Roma.
No comprendían que Jesús venía a establecer un Reino en el corazón, no en un trono visible.

Jesús no entra a Jerusalén en un caballo
de guerra, ni rodeado de soldados. No lleva corona de oro, ni capa real. Entra montado en un asno. Un animal común, de carga, símbolo de paz y humildad.

“Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno.”
(Zacarías 9:9)

La humildad de Jesús no es debilidad, sino poder, fuerza voluntariamente rendida al servicio de un propósito eterno. El Domingo
de Ramos nos recuerda que la verdadera grandeza se viste de humildad. Jesús eligió un camino sencillo, para levantar lo que estaba caído.

Nosotros también somos llamados a
caminar en humildad. Porque tú y yo, como aquel asno sencillo, también somos vasos
de barro, portadores de debilidad. Y sin embargo, Jesús quiere estar sobre nuestra vida. Quiere usar nuestro caminar cotidiano para llevar su mensaje. Nuestra voz, para proclamar su Palabra. Nuestro corazón, para reflejar su carácter.

En este Domingo de Ramos, abre tu corazón
Deja que Él entre. No solo como visitante… sino como Rey. Y cuando lo haga, permite que tu vida sea como aquel asno sencillo:
un vehículo para su gloria, un instrumento
para su amor.

Porque cuando Jesús está sobre nosotros
lo común se vuelve sagrado,
y lo pequeño, poderoso.

No se trata de ti. Se trata de Aquel que está sobre tu vida. Jesús quiere ir sobre tus hombros ¿lo dejarás?.-

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba