Cónclave 2025: entre el Espíritu Santo y hombres de carne y hueso
Paciencia y Fe es la mejor forma de esperar este desenlace

Pedro Mario Burelli:
El cónclave es un proceso electoral fascinante y profundamente reservado. Allí se elige al Obispo de Roma, quien asume los títulos de Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro y Cabeza de la Iglesia Católica. Es a quien el mundo conoce como el Papa, Su Santidad o el Sumo Pontífice. El dicho “quien entra (al cónclave) como Papa, sale como cardenal” lo resume bien. Por eso, es casi imposible predecir quién sucederá al Papa Francisco. Como en cada cónclave, hay conjeturas, campañas discretas, maniobras hábiles… incluso apuestas.
De los 252 cardenales vivos, solo los menores de 80 años al primer día del cónclave pueden votar. La historia demuestra que es inútil anticipar quién logrará los dos tercios necesarios: hoy, 90 votos si participan los 134 cardenales electores actuales. Repaso histórico: los últimos cónclaves 1978: un año con dos Papas En el primer cónclave, Albino Luciani, patriarca de Venecia, fue elegido Papa con el nombre de Juan Pablo I el 26 de agosto. Su elección sorprendió: el favorito era el cardenal Sergio Pignedoli, influyente miembro de la Curia Romana.
El pontificado de Juan Pablo I fue trágicamente breve: murió de un infarto solo 33 días después.
En el segundo cónclave de ese mismo año, celebrado en octubre, fue elegido el cardenal Karol Wojtyła, arzobispo de Cracovia, quien tomó el nombre de Juan Pablo II. Su principal rival fue Giuseppe Siri, Arzobispo de Génova; tambien obtuvo mucho apoyo el también polaco Stefan Wyszyński, primado de Polonia y figura clave de la Iglesia bajo el comunismo.
2005: el papado de Benedicto XVI Tras la muerte de Juan Pablo II, el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue elegido como Benedicto XVI el 19 de abril. En ese cónclave, el segundo más votado fue el argentino Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires.
2013: el primer Papa Jesuita y latinoamericano Ocho años más tarde, en 2013, tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, Bergoglio fue elegido Papa Francisco el 13 de marzo. Curiosamente, a pesar de haber llegado de segundo en 2005, Bergoglio no estaba en ninguna lista de papables. El italiano Angelo Scola, arzobispo de Milán, era considerado uno de los principales contendientes y habría sido el segundo más votado.
Entre ficción y realidad: Cónclave, la película Hollywood se adelantó por un año a la realidad con la película Conclave, que dramatiza elementos de este histórico y enigmático proceso. La cinta retrata las maniobras que podrían ocurrir tras las puertas selladas de la Capilla Sixtina y la Casa Santa Marta. El desenlace —aunque inverosímil— muestra la elección de un cardenal mexicano nombrado in pectore como arzobispo de Kabul. Un cardenal in pectore es designado en secreto por el Papa, por motivos de seguridad, sin revelarse públicamente.
Actualmente no hay ninguno conocido, ya que en los últimos consistorios no se ha anunciado ninguno. Habemus Papam Las listas de “papables” seguirán ocupando titulares… hasta que se abran las cortinas del balcón central de la Basílica de San Pedro y escuchemos la fórmula solemne: Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam! Eminentissimum ac reverendissimum Dominum, Dominum [nombre de pila], Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem [apellido].
Qui sibi nomen imposuit [nombre papal elegido]. Paciencia y Fe es la mejor forma de esperar este desenlace.
Que en Paz descanse Francisco. Que el Espiritu Santo ilumine a los 134 electores. Que el próximo Papa sea un hombre justo, sabio y capaz, con el corazón de un pastor y la destreza administrar, renovar y unir a la Iglesia.-