Iglesia Venezolana

Diócesis de Ciudad Guayana celebra misa exequial en memoria del papa Francisco

Entre oraciones y reflexiones, la Diócesis de Ciudad Guayana despidió al papa Francisco en la Procatedral Nuestra Señora de Fátima, donde el arzobispo Ángel Caraballo resaltó su legado de misericordia y coherencia evangélica

Con un llamado a vivir la esperanza cristiana ante la muerte, la Diócesis de Ciudad Guayana celebró una misa exequial en memoria del papa Francisco, quien lideró la Iglesia durante 12 años.

El arzobispo Ángel Caraballo presidió la misa celebrada en la parroquia Procatedral Nuestra Señora de Fátima, ubicada en el Centro Cívico de Puerto Ordaz, donde recordó al fallecido santo padre como un líder que “guió con sabiduría y prudencia” durante sus 12 años al frente de la Iglesia.

Caraballo subrayó que, aunque su partida causa tristeza, los fieles deben encontrar consuelo en la certeza de que el pontífice “ya está gozando plenamente de la vida eterna”.

Durante su homilía, el arzobispo invitó a los presentes a reflexionar sobre el ejemplo de Jesucristo ante la muerte, citando pasajes bíblicos como el llanto por Lázaro y la oración en el huerto de los olivos. “Jesús es perfecto hombre y por eso llora; pero también nos enseña a confiar en el plan del padre”, afirmó.

Los tres pilares del legado del papa Francisco

Monseñor Ángel Caraballo destacó que el fallecido pontífice basó su obra en tres pilares fundamentales:

Amor a los pobres: “Fue un hombre pobre que amó a los pobres”, recordando su inspiración en San Francisco de Asís y su llamado a una Iglesia “como hospital de campaña” para los heridos del mundo.

Cercanía y valentía: Resaltó su estilo pastoral “inmediato y solidario”, su lucha contra la injusticia y su mensaje de “construir puentes, no muros”.

Coherencia y misericordia: Citó una anécdota personal con el Papa, quien le encargó ser “compasivo, pero firme” con los sacerdotes, evitando “la doble vida”.

El arzobispo también pidió oraciones por el próximo conclave, para que el espíritu santo guíe la elección de un sucesor “profundamente mariano, eucarístico y amante de los pobres”. La ceremonia concluyó con un emotivo llamado a confiar en el reencuentro eterno: “Si la partida nos causa tristeza, el cielo nos dará una alegría permanente”.

Esta misa forma parte de una serie de homenajes en Venezuela al papa Francisco, cuya muerte representa un punto de inflexión para la comunidad católica global.-

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