Javier Cercas, cerca de Francisco
¿Puede ser cristiano quien no cree que no nos morimos del todo, que hay una vida más allá de la vida, otra vida después de ésta?

Javier Duplá sj.:
«Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Cristo en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo». Palabras de Javier Cercas, uno de los escritores españoles mejor conocidos actualmente.
Cercas es un personaje absolutamente fuera de serie. Fue profesor de filología, pero lo que le gusta es escribir. Ha recibido hasta ahora 62 premios por sus novelas en muchos países, varias de las cuales han sido llevadas a la tv y al cine. Quien haya leído Soldados de Salamina, Las leyes de la frontera, Anatomía de un instante no se extraña de que hayan sido trasladadas al cine.
Javier Cercas es un hombre de fuertes contrastes. Su padre fue falangista, pero él es antifranquista furibundo; pertenecía a una familia muy católica y a los 14 años perdió la fe después de leer San Manuel el bueno, mártir, de Miguel de Unamuno. Recibe por ello una sorpresa mayúscula cuando es invitado por al papa Francisco para acompañarlo al último de sus viajes periféricos, el viaje a Mongolia, un país muy extenso, pero poco poblado, y con sólo 1.500 católicos. Cercas acepta por una razón, para tener una entrevista privada con el Papa durante el viaje, donde pueda preguntarle de frente: ¿es posible ser cristiano sin creer en el corazón del cristianismo? ¿Es posible ser cristiano sin creer en la resurrección de la carne y la vida eterna? ¿Eso es posible? ¿Puede ser cristiano quien no cree que no nos morimos del todo, que hay una vida más allá de la vida, otra vida después de ésta?
¿Por qué esas preguntas de un hombre ateo? Porque le quiere entregar a su madre la confirmación personal del Papa a la convicción de ella de que cuando muera se encontrará con su marido y vivirán juntos y felices por toda la eternidad.
Javier Cercas deja hasta el último capítulo su diálogo con el Papa en el interior del avión, ya de vuelta a Roma. Filma el diálogo, muy emotivo, por el saludo del Papa a la madre de Javier y su insistencia en que ella va a volver a ver a su marido en el cielo después de morir “con toda seguridad” (repite varias veces la frase). El 1 de diciembre de 2024 muere la señora después de un ictus y Javier siente que ella ha cumplido plenamente su deseo, y él ve que ha valido la pena escribir este libro: El loco de Dios en el fin del mundo.
Le preguntaron a Cercas si el viaje le hizo de nuevo católico. Él responde con su humor característico: No, volví más ateo y más anticlerical, como el Papa. En muchas entrevistas que hizo durante el largo vuelo de ida los vaticanistas entrevistados se asombraban de lo bien que Cercas conocía el catecismo actual y pensaban que eso no cuadraba con su ateísmo. Pero él es así, un hombre de fuertes contrastes, confirmados por Francisco, que le dijo que no se convirtiera a la fe si no lo deseaba. Un gesto más de los muchos de Francisco, que respetó la conciencia individual y animó a poner la fe más en las obras que en las palabras.-