7 pasos fáciles para volver a la Iglesia cuando no te atreves: «El último banco puede ser tu aliado»
Cuando has pasado mucho tiempo alejado, aparecen las dudas y los miedos

Volver a la Iglesia después de haber pasado mucho tiempo fuera no siempre es fácil. De hecho, suele ser en el momento previo a dar el paso de regresar cuando aparecen los miedos y las inseguridades.
«Pero, si ya no conozco a nadie… ¿volveré a ser aceptado?… o, peor,¿me acosarán para que vuelva todos los días?»… son muchos los miedos que atenazan a la persona que siente la necesidad de regresar a Dios pero no se atreve.
A continuación, enumeramos siete sencillos pasos que se pueden seguir en esa situación:
1. Reconoce lo que estás sintiendo
Aceptar que tienes un deseo de volver a la iglesia —aunque también haya dudas, miedo o vergüenza— es un primer paso muy valioso. No lo ignores, escúchalo y aprécialo, es el primer paso para poder cambiar de vida.
2. Reza desde el lugar en el que te encuentres
No quieras convertirte rápidamente en un exégeta con el derecho de dirigirse a Dios. Él, sinceramente, no lo necesita, prefiere a un hijo pródigo, que le hable con sus propias palabras.
De hecho, tampoco necesitas estar «preparado» para rezar. Puedes decir algo tan simple como: «Dios, tengo el deseo de volver, pero no sé cómo. Ayúdame», con eso es más que suficiente.
3. Puedes empezar a volver de otras maneras
Antes de volver a la Iglesia físicamente, puedes comenzar por leer un salmo, escuchar música cristiana o rezar y ver una misa por Internet. Es una forma suave y personal de volver a sentirte cerca de Dios. Esto te irá preparando para dar el paso final de regresar plenamente.
4. Busca una comunidad donde te sientas acogido
Cada iglesia tiene su propio estilo y ambiente. Puedes investigar con calma, preguntar a personas de confianza, mira en redes sociales. No pasa nada si vuelves a un lugar que sintonice más con tus gustos, con tu sensibilidad y donde te sientas más en paz.
5. Ve sin expectativas ni compromisos
Si decides asistir a la Iglesia, al principio hazlo con libertad. Puedes entrar, sentarte al fondo y simplemente mirar lo que ocurre en silencio. Nadie espera que participes de todo el primer día. Solo estar allí ya es un acto valiente.
6. Habla con alguien que te escuche sin juzgar
Es muy útil poder hablar con un amigo que sea creyente, un familiar o incluso un director espiritual puede ayudarte a sentirte acompañado. Compartir lo que sientes en esos momentos puede darte mucha claridad y ánimo.
7. Sé paciente contigo mismo
Volver a la iglesia es un proceso muy personal. No te presiones ni te castigues si sientes miedo. Dios no te pide que llegues perfecto, solo que vuelvas con el corazón abierto.-