El CELAM clama por una conversión ecológica real y denuncia las falsas soluciones ante crisis climática

El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) publicó este martes un documento de 34 páginas titulado Un llamado por la justicia climática y la casa común: conversión ecológica, transformación y resistencia a las falsas soluciones.
En la elaboración de este documento han colaborado además el Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) y la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC), y ha sido coordinado por la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL).
Este proyecto surge en el marco de la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025 (COP30), que se celebrará en noviembre de este año en Belém (Portugal) y también con motivo del décimo aniversario de la encíclica del Papa Francisco, Laudato Si’.
Un fuerte llamado por la justicia climática y conversión ecológica
Se trata de un fuerte llamado por la “justicia climática y la conversión ecológica” en el que la Iglesia en África, América Latina y Asia denuncia que la crisis climática “no es sólo un problema técnico, sino una cuestión existencial, de justicia, dignidad y cuidado por nuestra casa común”.
Los autores del documento lamentan que los países del mundo “no han respondido con la urgencia necesaria” a esta crisis y subrayan que “la Iglesia no guardará silencio” y seguirá “alzando la voz” hasta que “se haga justicia”.
En este contexto, exigen que las naciones ricas asuman su deuda ecológica sin endeudar más al Sur Global y rechazan las “falsas soluciones” como el capitalismo verde o la mercantilización de la naturaleza, proponiendo un modelo económico alternativo basado en la solidaridad y la sobriedad.
Abogan por una educación ecológica y la creación de un Observatorio de Justicia Climática, enfatizando que las decisiones deben priorizar “a las personas empobrecidas sobre las lógicas corporativas”. Exigen en particular el fin de los combustibles fósiles, la protección de territorios indígenas y la participación de las comunidades locales.
Por medio de este documento, hacen un llamamiento a vivir una “conversión ecológica profunda”, promoviendo estilos de vida sobrios, respetuosos de la creación y guiados por la “espiritualidad del cuidado”.
“Sin justicia climática no hay paz, sin conversión ecológica no hay futuro, sin escucha de los pueblos no hay soluciones reales”, se lee en el texto.
Presentación del documento en Roma
El documento fue presentado esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa y en ella participaron los presidentes de cada entidad:
El presidente del CELAM y Arzobispo de Porto Alegre (Brasil), el Cardenal Jaime Spengler; el Cardenal Felipe Neri Ferrao, Arzobispo de Goa (India) y presidente de la FABC; el Cardenal Fridolin Ambongo Besungu, Arzobispo de Kinshasa, (República Democrática del Congo) y presidente de la SECAM y Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina.
¿Participará el Papa León XIV en la COP30?
Consultado sobre la posible participación del Papa León XIV en el encuentro, el presidente del CELAM, Cardenal Spengler, señaló que han “sugerido” su presencia, aunque sin enviar una invitación formal, algo que sí ha hecho el gobierno de Brasil.
“Hoy en la audiencia que hemos tenido hemos vuelto sobre este argumento. Él ha dejado la cuestión abierta, porque tenemos aquí la agenda del Jubileo y es verdad que en el mes de noviembre él tendrá que ir a Nicea por el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea. Veamos qué le dice el Espíritu a su corazón y a sus colaboradores cercanos”, dijo el purpurado al referirse a su encuentro con el Santo Padre esta mañana para presentarle el documento.
Cabe destacar que el Vaticano aún no ha confirmado oficialmente la visita del Papa León XIV a Nicea, el que sería el primer viaje de su pontificado.
“La vida pende de un hilo”
En su intervención, Emilce Cuda remarcó que este documento es el resultado de la campaña del CELAM que comenzó hace seis meses bajo el nombre La vida pende de un hilo.
La labor del CELAM, en un contexto “de crisis y urgencia ecológica socio ambiental”, es un trabajo comunitario, “silencioso y constante”, de un proceso de conversión ecológica integral de personas y comunidades, agregó Cuda.
Remarcó en este sentido que la Iglesia “busca siempre estar cerca especialmente de aquellos que sufren”.
“No hay justicia climática sin conversión ecológica”
El cardenal franciscano Spengler precisó que el informe no es un gesto aislado, sino “fruto de un proceso sinodal y comunitario entre las iglesias hermanas del sur global”.
En el texto, según el presidente del CELAM, expresa con claridad que “no hay justicia climática sin conversión ecológica, y no hay conversión ecológica sin resistencia a falsas soluciones” del sistema económico actual, como el “capitalismo verde” o la “economía de transición”.
En este contexto, el purpurado alertó sobre la “mercantilización del clima”, rechazando la minería abusiva, los mercados de carbono o los nuevos pozos petroleros, así como las “monoculturas energéticas” sin consulta previa, todo ello en nombre de la sostenibilidad.
En contraste, propuso la “sobriedad feliz”, inspirada en los pueblos amazónicos y reafirmó el compromiso de la Iglesia Católica con una transición “justa, popular, comunitaria, con las mujeres, con los jóvenes y con las comunidades en el centro”.
Por último, afirmó que la “conversión ecológica” no es una “opción para los cristianos”, sino “una llamada del Evangelio” y remarcó asimismo que es necesario “educar en la ecología integral”.
Una crisis “que amenaza con devorar la creación”
Desde Asia, el Cardenal Felipe Neri remarcó que se trata de un llamado pastoral y urgente “a la conciencia global frente a una crisis que amenaza con devorar la creación, como si el planeta fuera sólo otra mercancía”.
Denunció que millones de personas sufren los efectos del cambio climático, mientras que se imponen “falsas soluciones” como “infraestructuras limpias” que no respetan la dignidad humana.
En este sentido, reclamó que los países ricos reconozcan y paguen su deuda ecológica, estimada en 192 billones de dólares para 20250, y que se habiliten fondos climáticos justos y accesibles “que no generen más deuda” en el Sur Global.
“Queremos que la COP30 no sea sólo otro evento, sino un punto de inflexión moral”, subrayó.
“África no es un continente pobre”
El Cardenal Ambongo, por su parte, denunció que África “no es un continente pobre” sino un continente “saqueado”, marcado por siglos de explotación.
En este contexto, se refirió al documento como “un grito de dignidad” y exigió la justicia climática como “un derecho humano y espiritual”.
Pidió también que se termine con las falsas soluciones y propuso una transformación que ponga en el centro “el cuidado de la vida, la soberanía de los pueblos indígenas y rurales, y los derechos de las mujeres, migrantes climáticos y nuevas generaciones”.
Por último, el Cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, indicó que el “Señor nos dio este planeta para cuidarlo”, al tiempo que agradeció a los autores por la elaboración de este documento.
Este documento se ha publicado un día antes de que se presente en el Vaticano la Missa pro custodia creationis, un nuevo formulario litúrgico se incorporará a las Missae pro variis necessitatibus vel ad diversa del Misal Romano.-