En desarrollo la CXXIV Asamblea Ordinaria Plenaria del Episcopado Venezolano

Caracas. El viernes 07 de julio de 2025, tuvo lugar en la Universidad Católica Andrés Bello, la instalación de la CXXIV Asamblea Ordinaria Plenaria del Episcopado Venezolano, con la presencia de los Arzobispos y Obispos de Venezuela y la participación del Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano e invitados especiales.
La CXXIV Asamblea CEV, que se desarrollará desde el lunes 07 hasta el viernes 11 de julio de 2025, dio inicio a las 9:00 a.m. con la Adoración Eucarística llevada a cabo por el Obispo de Carora y Segundo Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mons. Carlos Curiel, quien dispuso ante Jesús Eucaristía las motivaciones para este encuentro colegiado y los frutos de la misma para toda la Iglesia en Venezuela.

A continuación, en el auditorio de la UCAB, Mons. Jesús González de Zárate, Arzobispo de Valencia y Presidente de la CEV, dirigió las palabras de instalación de la Asamblea, expresando que en estos espacios “se ve reflejada la gran riqueza institucional de la vida eclesial en nuestro país” por lo que la asamblea “constituye un momento muy significativo de nuestro cotidiano ‘caminar juntos’ en el cumplimiento de la común acción evangelizadora”.
Palabras de instalación
Al respecto de la vida de la Iglesia en Venezuela, destacó que se ven los signos del Sínodo en cada Iglesia local y afirmó que el estilo y modo sinodal de actuación «no son extraños para nosotros, ya que los hemos ido desarrollando desde hace 25 años cuando se inauguraron los trabajos del Concilio Plenario de Venezuela”. Refirió también la “vitalidad” con la que se experimenta el Año Jubilar convocado por el Papa Francisco en 2024, indicando que “está siendo para nosotros como una nueva bocanada del Espíritu que ha movido muchos corazones y mentes hacia Dios, y ha avivado la esperanza, en los corazones heridos de tantos venezolanos”.
Mons. González de Zárate continuó sus palabras señalando que el acontecimiento que ha significado la mayor alegría durante el primer semestre del año es el anuncio de la canonización del Beato Dr. José Gregorio Hernández, aprobada por el Papa Francisco el 25 de febrero, y de la Beata Madre Carmen Rendiles, el 31 de marzo. “Su canonización el venidero 19 de octubre, ha generado una gran alegría y es una fuente de consuelo, que desborda las fronteras de nuestra patria”.

Seguidamente, hizo mención al Papa Francisco, destacando la cercanía de su pontificado. “El Papa Francisco, a través de un estilo evangélico nos invitó a renovar la alegría del encuentro con Cristo, quien nos muestra y hace presente en nosotros constantemente la misericordia de Dios nuestro Padre”, indicó. “Nos hizo comprender mejor la dignidad de la persona humana y la vocación misionera de la Iglesia”. Aunado a lo anterior, invitó a orar continuamente por quien asume la nueva etapa del ministerio petrino en los desafiantes tiempos actuales, el Papa León XIV.
Respecto a la situación actual en Venezuela, el Presidente de la CEV mencionó que, como hombres y mujeres de fe, “debemos estar conscientes, como lo enseñó el Señor en su parábola, que el trigo crece junto a la cizaña”, haciendo referencia a que en lo cotidiano “se mezclan alegrías y tristezas de diverso origen”.
“A veces pareciera que la segunda ahoga al primero, pero, al final, la cosecha será abundante por lo que será tarea permanente a la que nos conduce la fe es ‘discernir los signos de los tiempos’, buscando lo que el Señor nos está pidiendo en el aquí y ahora de nuestra realidad”, señaló el Arzobispo de Valencia. “Como lo hemos afirmado tantas veces a lo largo de este Año Santo, Cristo es nuestra esperanza, la esperanza que no defrauda”.

Expresó también al respecto que, la Iglesia, “sostenida en esa fe y en esa esperanza, e impulsada por el imperativo de la caridad”, debe también “hacerse eco del deseo generalizado del pueblo venezolano a vivir en un país en que todos nos sintamos reconocidos como ciudadanos con iguales condiciones y oportunidades, agentes en la construcción de nuestro destino”, como “miembros de una sociedad donde reine la paz, la justicia y la libertad, se reconozca la dignidad de la persona y sus derechos”.
“También debemos hacernos eco del clamor de los migrantes venezolanos y de sus seres queridos que se han quedado entre nosotros”, acotó, “que hoy viven no sólo las inquietudes propias de la falta de recursos económicos, sino también las del desconocimiento de su situación y las deportaciones forzadas”. El prelado culminó sus palabras recordando que el principal foco de atención para el sector público y privado, deben ser siempre los desfavorecidos que son los primeros afectados en los momentos de crisis.
Asamblea CEV: «acontecimiento pascual»
Mons. Alberto Ortega, Nuncio Apostólico de la Santa Sede, compartió palabras de salutación, recordando que ha transcurrido un año ya desde su nombramiento, tiempo en el que ha visitado pastoralmente, varias de las circunscripciones eclesiásticas del país, entre ellas Barinas, Puerto Cabello, Cumaná, Carúpano, Guasdualito, Ciudad Guayana, El Tigre, Mérida.
Agradeciendo las muestras de afecto que recibió en la nunciatura con motivo del fallecimiento del Papa Francisco y encomendando a Dios el ministerio del Papa León XIV, invitó a contemplar todo este acontecimiento importante dentro de la vida de la Iglesia (el tránsito del Papa Francisco y el Cónclave con la elección de un nuevo Pontífice), “como un acontecimiento pascual”, una etapa del largo Éxodo a través del cual “el Señor sigue guiándonos hacia la plenitud de la vida”. Señaló que esta asamblea que comienza también puede ser leída como un acontecimiento pascual, “es decir, un hecho marcado por la presencia del Resucitado que es fuente de nuestra esperanza”.

Hizo referencia al Año Jubilar que celebra la Iglesia, con el lema “Peregrinos de Esperanza”, expresando que una labor importante de la Iglesia en los tiempos actuales, en cada país es “ser testigos de esperanza”, llevando esta virtud a las distintas situaciones de la vida.

A los Arzobispos y Obispos presentes, recordó el Jubileo de los Obispos celebrado el 25 de junio, cuyo mensaje central fue que “para guiar a la Iglesia, confiada a nuestros cuidados, debemos dejarnos renovar profundamente por Jesucristo, el Buen Pastor”, a fin de “conformarnos plenamente a su corazón y a su misterio de amor”. Añadió que, tal y como se recordó en aquella oportunidad, el obispo es, ante todo, “el principio visible de unidad en la Iglesia particular que le ha sido confiada” y es también “un hombre de vida teologal, es decir, hombre de fe, esperanza y de caridad pastoral”. Por ello, deseó el éxito y frutos en los trabajos de esta asamblea a los allí presentes, y agradeció su ayuda a la Santa Sede y la nunciatura apostólica, con las contribuciones al Óbolo de San Pedro.

En referencia a sus visitas pastorales, recordó la más reciente a la Arquidiócesis de Mérida, que tuvo lugar una semana antes de las torrenciales lluvias que han dejado numerosos afectados. “En seguida la Cáritas se ha movilizado y no ha faltado solidaridad para ayudar”. –
07 de julio de 2025
CEV Medios