Entrevistas

Martínez Camino sobre los mártires de Asturias en 1934: «Fueron asesinados por ser católicos» #VIDEO

Con motivo de su último libro sobre 39 mártires de la II República española, Mons. Juan Antonio Martínez Camino ha concedido una entrevista de Álex Navajas para El Debate. El obispo auxiliar de Madrid recuerda que la persecución religiosa en España comenzó en 1931 y se volvió sangrienta en 1934, antes de que diera comienzo la Guerra Civil

Mons Juan Antonio Martínez Camino, sostiene en la entrevista que los crímenes de 1934 contra católicos en España tuvieron motivación religiosa: «Fueron asesinados por ser católicos». A su juicio, estos hechos inauguran el ciclo martirial del siglo XX en España, anterior a la Guerra Civil.

Al repasar los antecedentes, recuerda que ya desde 1931 se aplicaron restricciones legales a la presencia pública de la Iglesia, como la expulsión de la Compañía de Jesús (1932) y la prohibición de la enseñanza a instituciones católicas (1933). Ese contexto, afirma, supuso una grave limitación de la libertad religiosa.

El prelado sitúa la persecución en el horizonte de las ideologías totalitarias del siglo XX, que buscaban suprimir la religión como fuerza social. «Progreso es el ídolo moderno del que son devotos todos los que se han apartado del Dios vivo y verdadero», señala, aludiendo a la promesa de un paraíso terrenal que convertía la fe en obstáculo.

Sobre la Revolución de Octubre de 1934, subraya que estuvo planificada para toda España, con especial virulencia en Asturias. Más allá de los combates, destaca que una parte relevante de las víctimas fueron asesinadas en la retaguardia por su fe religiosa, no por acciones de guerra.

Como ejemplo, detalla el caso de los mártires de Turón: hermanos de las Escuelas Cristianas que educaban gratuitamente a hijos de mineros y que, en aquel clima de tensión, fueron detenidos y fusilados sin juicio por dirigentes revolucionarios locales. Cita testimonios judiciales posteriores que describen su último trayecto «tranquilos y serenos» hacia el cementerio.

Martínez Camino rechaza que la memoria de estos testigos de la fe se oculte por miedo a identificaciones políticas indebidas. «No es un asunto político, ni meramente social, ni meramente ideológico», afirma, encuadrando su culto en la tradición universal de la Iglesia: venerar a Cristo en sus mártires y ofrecer su ejemplo como estímulo de vida cristiana.

El obispo añade que no interesa tanto señalar a los verdugos como proponer a las víctimas como referente espiritual: la beatificación y canonización de mártires, sostiene, «no es para condenar a nadie», sino para alentar a los fieles y recordar que la persecución ha acompañado a la Iglesia en distintas épocas y regímenes.

Por último insiste en que estos relatos no deben instrumentalizarse ni diluirse: no son «hechos aislados» ni fruto de rencillas personales, sino parte de un programa que, en determinados contextos ideológicos, apuntó a la supresión de la religión católica en España:

«Y detrás de esta persecución está el enemigo de Dios y de los hombres, el espíritu del mal: Satanás».


 

Mons. Juan Antonio Martínez Camino acaba de publicar «Los 39 mártires de 1934 en España» (Encuentro), volumen divulgativo de la colección «Mártires del siglo XX» que dirige, con semblanzas de víctimas asesinadas en el marco de la Revolución de Octubre y una lectura histórica de aquellos hechos.-

(El Debate/InfoCatólica)

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