Éxodo Venezuela: Falta de cifras oficiales dificulta la lucha contra la trata en Venezuela
“No se sabe a ciencia cierta cuántos procedimientos para desmantelar redes de trata se han realizado, ni cuántas personas han sido rescatadas oficialmente”, afirmó Reina Baiz

Reina Baiz, directora ejecutiva de la ONG Éxodo Venezuela, afirmó que la trata de personas sigue creciendo en el país en medio de la ausencia de datos oficiales, los cuales son esenciales para el diseño e implementación de políticas públicas.
“No se sabe a ciencia cierta cuántos procedimientos para desmantelar redes de trata se han realizado, ni cuántas personas han sido rescatadas oficialmente”, dijo Baiz en entrevista con el programa Háblame bajito de Radio Fe y Alegría Noticias.
Según un subregistro de la organización Mulier, las autoridades rescataron a 1.395 venezolanas en 2023. Naciones Unidas estima que por cada persona rescatada, hay al menos 10 más que permanecen en situación de trata.
Asimismo, los procedimientos oficiales de rescate disminuyeron y aumentó el llamado “autorrescate”, cuando las víctimas logran escapar por sus propios medios.
La especialista explicó que la trata de personas, a diferencia del antiguo término “trata de blancas”, afecta a personas de diversas etnias y géneros. De acuerdo con el Protocolo de Palermo del año 2000, este delito implica la apropiación y explotación de una persona mediante engaño, coerción o abuso de vulnerabilidad.
Baiz indicó que las redes criminales suelen captar a sus víctimas de forma presencial o a través de redes sociales con falsas ofertas de trabajo, modelaje, educación o deportes.
Precisó que aíslan a la persona de su entorno de apoyo, la acogen en un sitio temporal y luego la trasladan al lugar donde la explotarán. Estos grupos pueden ser estructuras semiestructuradas o incluso familias dedicadas al delito.
Un delito que combina múltiples formas de violencia y abuso
La directora de Éxodo Venezuela destacó que la trata está interrelacionada con otras formas de violencia, como la física, psicológica, sexual y económica.
“Es una de las formas de violencia basadas en género más aberrantes que existe porque en ella confluyen una serie de violencia entre psicológica, física, sexual, económica y podemos seguir hasta llegar a tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes”, expresó.
Aunque se asocia principalmente con la explotación sexual, recordó que también incluye trabajo forzoso, mendicidad, criminalidad forzada y servidumbre doméstica.
Añadió que las víctimas muchas veces no denuncian por sentimiento de culpa, ya que dieron su consentimiento inicial sin comprender el engaño.
“A nivel jurídico, el consentimiento es irrelevante, porque se entiende que una de las estrategias que utilizan estas redes criminales es valerse de la vulnerabilidad de esa persona”, subrayó.
Baiz advirtió que la crisis económica agrava la exposición de la población a estas redes, especialmente en zonas rurales o de extrema pobreza, donde algunas familias entregan a sus hijos a desconocidos que les ofrecen ayuda y terminan explotándolos.
Frente a este panorama, destacó la labor de organizaciones como Éxodo Venezuela, que ofrece orientación, derivación y acompañamiento a víctimas o personas en riesgo.
Finalmente hizo un llamado a fortalecer la educación preventiva y la comunicación familiar para evitar la captación de menores.
Recomendó mantener con los jóvenes una comunicación asertiva, explicar los peligros que hay en las redes sociales y no prohibir, porque eso genera rechazo y resistencia.-




