La Alternativa China
Es irónico que la China comunista embrace plataformas tecnológicas abiertas, mientras que EE.UU. favorece las cerradas. Esta estrategia podría hacer que la IA china sea un estándar global, especialmente en el mundo en desarrollo donde gobiernos y empresas ansían herramientas baratas y personalizables

José Antonio Gil Yepes:
Los Estados Unidos habían apaciguado su orgullo viendo que China había perdido el rumbo. Después de 35 años de un crecimiento asombroso, desde 1980 hasta 2015, Pekín cometió errores, tanto internamente como en el exterior: Sus líderes reprimieron algunos de los sectores más innovadores del país, desde la tecnología hasta la educación, llevando a los emprendedores al exilio o al silencio. El gobierno chino coqueteó con volver a estatizar empresas privatizadas. Su diplomacia alienó a sus vecinos, desde India hasta Australia, Nepal y Vietnam.
Pero esa era terminó. Los líderes de China han corregido su curso.
En septiembre, mientras el Presidente Trump acusaba en la Asamblea General de la ONU a las naciones de ser un fracaso sin esperanza y criticaba a la ONU por no renovar su sede, el Presidente Xi Jinping presentó una iniciativa de gobernanza global para conmemorar el 80 aniversario de la fundación de la ONU. Propuso fortalecer el sistema multilateral a lo largo de varias dimensiones, posicionando a Pekín como la superpotencia constructiva.
Mientras Estados Unidos está redoblando su proteccionismo, de manera cada vez más idiosincrática, caprichosa e impredecible, amenazando con aranceles tan altos como el 125%; por ejemplo, del 100% a películas hechas en el extranjero. En cambio, China anunció la semana pasada que ya no aprovecharía ningún privilegio especial con el tradicional argumento de ser un país en desarrollo, lo que implica aplicar protecciones arancelarias, acceso a créditos blandos, etc.
Mientras Estados Unidos impone aranceles paralizantes a países pobres en África y Asia, China ha ofrecido comercio libre de aranceles a cualquier país poco desarrollado y a algunos países de ingresos medianos con los que mantiene relaciones diplomáticas, incluyendo 53 naciones africanas. Julian Gerwitz y Jeffrey Prescott argumentaron en un reciente ensayo en Foreign Affairs que Pekín ha pasado de una postura defensiva reactiva a una basada en aprovechar oportunidades, por ejemplo, llenar los vacíos que dejan EE.UU.
Mientras Washington deja espacios vacíos y resentimientos sancionando, insultando, elevando aranceles y hasta amenazando con cogerse a Groenlandia, China se presenta como un país serio con políticas predecibles y consistentes.
Una de las áreas de competencia significativas es la tecnología. En este sector, China ya ha establecido una ventaja dominante en tecnología verde, paneles solares , baterías y vehículos eléctricos.
Estas ventajas están sirviendo como una palanca geopolítica, ya que Pekín ofrece granjas solares, plantas de baterías y autobuses eléctricos a naciones en América Latina, África y Asia. Bloomberg ha identificado que, de las 13 tecnologías críticas, China lidera en cinco y está avanzando rápidamente en otras siete.
Washington todavía cree tener una ventaja inigualable: la inteligencia artificial. Empresas americanas como OpenAI y Google dominan la carrera frenética hacia la Inteligencia Artificial General, aunque pocos pueden definir con precisión el término o explicar qué significa ganar esta carrera. El enfoque de China hacia la inteligencia artificial es notablemente diferente al de Estados Unidos. En lugar de perseguir la Inteligencia Artificial General, Pekín ha enfatizado las aplicaciones específicas y la difusión de esa tecnología gratuitamente. China busca incorporar la IA en todos los aspectos posibles de su economía y de la sociedad: En logística, en vigilancia, en ciudades inteligentes, en salud, en drones y robots. Esta estrategia asegura que la IA produzca rápidamente una verdadera transformación económica en producción, productividad, competitividad e integrando la nueva tecnología en la vida diaria. China también ha elegido un modelo diferente de difusión: Mientras muchas empresas estadounidenses bloquean sus modelos fronterizos detrás de patentes, las empresas chinas están liberando sistemas de IA abiertos, principalmente DeepSea, que pueden ser fácilmente adaptados y desplegados a lo largo de la economía y usuarios particulares.
Es irónico que la China comunista embrace plataformas tecnológicas abiertas, mientras que EE.UU. favorece las cerradas. Esta estrategia podría hacer que la IA china sea un estándar global, especialmente en el mundo en desarrollo donde gobiernos y empresas ansían herramientas baratas y personalizables; tal cual como se convirtió la internet desarrollada en los Estados Unidos en su momento. A esto se añade el dominio emergente de Huawei en tecnología 6G. Es bastante posible que la interfaz tecnológica para gran parte del mundo sea china, no estadounidense.
Lo que hace que la estrategia tecnológica de China sea particularmente formidable es su integración a través de diversos dominios. No sólo está construyendo modelos de IA. Está tejiéndolos en hardware, infraestructuras y ciudades. Por ejemplo, en robótica, las empresas chinas están produciendo máquinas humanoides y cuadrúpedas equipadas con un conjunto de sensores que les permiten ver y pensar en entornos reales. El año pasado, China instaló casi nueve veces más robots industriales que Estados Unidos. En el caso de los drones y autos voladores, China está construyendo lo que llama una economía de baja altitud, tejiendo el espacio aéreo urbano con una red de viajes de vehículos aéreos autónomos. En Shenzhen, los drones ya entregan paquetes. En Guangzhou, los autos autodirigidos Ehang han comenzado a transportar pasajeros. Las ventajas son integración, sensores, IA, hardware y regulación alineadas para crear tecnología transformadora.
Mientras tanto, en Estados Unidos, la financiación gubernamental para la ciencia básica y tecnología ha sido recortada. Las mejores universidades están bajo asedio del gobierno librando una guerra para derribar Harvard, que, según múltiples criterios, es la universidad de investigación mejor clasificada del mundo. Mientras el gobierno norteamericano estaba al borde de un cierre en Washington, el presidente Trump y el Secretario de Defensa convocaron a cientos de los principales generales del país para arengarlos sobre mantenerse en forma y luchar contra la ideología woke (pelos largos, argot, cánones sexuales, etc.) bajo el poderoso argumento de “the end of that shit”.
A continuación se presenta un cuadro comparativo de las principales políticas económicas de Estados Unidos y China en 2025:
| Política | Estados Unidos | China |
| Política monetaria | Restrictiva y cautelosa; tipos de interés elevados (4,25%-4,50%). Altos riesgos inflacionarios. Fed con tendencia a recortes de liquidez. Escenario de alta incertidumbre. | Moderadamente laxa para impulsar el
crecimiento; incentivos al crédito e inversión. Objetivo de inflación bajo (2%) en entorno deflacionario. |
| Política fiscal | Deficitaria; déficit federal por encima del 7% del PIB. Aumento del gasto en defensa, infraestructura y seguridad. | Déficit fiscal de 4%. Uso intensivo de deuda
pública para estimular consumo, infraestructura y reestructuración local. |
| Comercio internacional | Políticas proteccionistas y guerra arancelaria con China y otros países. Tensiones geopolíticas y revisión de tratados comerciales. | Contramedidas ante aranceles; refuerzo de la autosuficiencia y diversificación de exportaciones. Cautela en apertura comercial y fomento del consumo interno. |
| Crecimiento económico | Estable pero moderado: previsión 2,7% en 2025, descenso posterior. Baja tasa de desempleo, pero aumento de la incertidumbre por política comercial de Trump. | Meta oficial: crecimiento del 5% en 2025. Recuperación apoyada en transición tecnológica, innovación y mejora del consumo. |
| Sector estratégico | Enfoque en manufactura local, energía, seguridad y freno a la migración. Incentivos y subsidios a industrias consideradas clave. | Desarrollo de alta tecnología (IA, 6G, biofabricación), transformación digital, industria verde y revitalización regional. Impulso a la economía privada y estatal. |
| Empleo y bienestar | Políticas de recuperación de empleo postpandemia. Debates sobre recortes fiscales y migratorios. | Apoyo directo al empleo y programas de
bienestar social. Estímulos al consumo y recuperación inmobiliaria. |
El balance de este cuadro está muy claro y el mensaje para los países del mundo también, especialmente para los países alineados con Occidente.
En el caso venezolano, los EE.UU. cometieron el error de sancionar a PDVSA y, con ello, entregar un espacio geopolítico clave a sus competidores mundiales: China, Rusia e Irán, motivando y justificando al gobierno, ciudadanos y empresas establecidas en Venezuela a sopesar sus alianzas; les guste o no vincularse con un régimen de partido único y sin alternabilidad en el poder.
Al gobierno venezolano esa no alternabilidad le es afín. A lo que suma que el único rasgo de cambio que existe entre el actual sistema político venezolano y el anterior es el de la alineación internacional: Antes estábamos alineados con Occidente, democrático pluralista y capitalista. El régimen vigente está alineado con el Oriente, no pluralista, aunque sí capitalista. Cosa esta última que quienes nos gobiernan no quieren aceptar, sino a medias y a regañadientes; aunque eso sacrifique al pueblo y les haga impopulares. Los demás rasgos son los mismos: Presidencialismo, Centralismo, Estatismo, Partidismo, Populismo y, quisieran seguir siendo Rentistas.
A los empresarios y trabajadores venezolanos no quedaría por ver si el pluralismo en China, en especial el espacio para el capitalismo privado, que es el que más nos interesa, porque es el que alimenta a los pueblos, se puede o no cumplir a través de las negociaciones entre las fracciones internas del PCC. El cambio de rumbo en China arriba anotado parece decir que retomó ese rumbo. Tendremos que informarnos y estudiar más.-
@joseagilyepes




