Julio César Moreno
En los últimos años, su pluma expresó con lucidez y valentía la angustia ante la tragedia que vivimos los venezolanos. En sus escritos queda testimonio de su rechazo firme al autoritarismo que ha sumido al país en la miseria

César Pérez Vivas:
Ha partido de este mundo Julio César Moreno León, un amigo entrañable, un ciudadano ejemplar, un hombre de familia, un compañero leal y un líder de la Democracia Cristiana cuya huella permanecerá en el alma de varias generaciones.
Quienes nos forjamos en la Juventud Revolucionaria Copeyana recordamos su figura afable, inteligente y solidaria. Como Secretario Nacional Juvenil, Julio César influyó en numerosos dirigentes y líderes en todo el país, quienes encontraron en su palabra y en su ejemplo una guía luminosa para su vida ciudadana y política. Fue, como los grandes de su generación, un referente moral e intelectual.
Sus aportes al periodismo, al ensayo y al análisis político enriquecieron la comprensión de nuestra compleja vida republicana. Fue también un parlamentario comprometido con los valores de la democracia y la libertad, y representó con decoro al noble pueblo trujillano que lo vio nacer. Su voz, tanto en el Parlamento como en la plaza pública, reflejaba su inteligencia, su sólida formación y su profundo amor por Venezuela.
La dinámica de la vida política lo llevó a ejercer funciones diplomáticas como Embajador de Venezuela en Chile, durante la segunda presidencia del Dr. Rafael Caldera. En ese cargo honró el nombre de nuestro país con su talento, su ética y su compromiso con los mejores intereses de la nación.
En los últimos años, su pluma expresó con lucidez y valentía la angustia ante la tragedia que vivimos los venezolanos. En sus escritos queda testimonio de su rechazo firme al autoritarismo que ha sumido al país en la miseria.
Hombre de diálogo, fue siempre interlocutor sereno y profundo. En su casa de Alto Prado, o en los cafés caraqueños, solíamos reunirnos para reflexionar sobre el destino de la nación, sobre las estrategias y los caminos para recuperar la democracia y reconstruir la patria.
Se nos ha ido Julio César sin que hayamos logrado aún esa gran misión, pero su ejemplo seguirá alentando nuestros esfuerzos.
Nos queda el grato recuerdo de su amistad, de su bonhomía y de su inteligencia. A Maru, su esposa, a sus hijos, hermanos, familiares y amigos, hago llegar mis más sentidas condolencias.
Lamento profundamente que, por el acoso policial del cual somos víctimas, no pueda acompañarlo hasta su última morada.
Pedimos a Dios Todopoderoso que le conceda a Julio César un lugar especial en el Reino Celestial.
Que en paz descanse nuestro compañero y amigo, Julio César Moreno.-




