Lecturas recomendadas

Mejor es no vivir tanto

¿De qué sirve alargar ese ciclo para vivirlo aislado, infeliz, aburrido? Y aquí es donde entra la fe cristiana, que tiene tantas posibilidades de hacer el bien

  1. Javier Duplá sj.:

Hace apenas un siglo eran raras las personas que llegaban a cumplir 100 años y no digamos en tiempos antiguos en que pasar de los 60 era mirado con admiración. En la actualidad son muchas las personas que llegan a un siglo de existencia. “Para llegar a los 100 años, es fundamental adoptar un estilo de vida saludable que incluya una buena alimentación, ejercicio regular, descanso adecuado, manejo del estrés y una vida social activa. Estos hábitos, que se practican en las llamadas «Zonas Azules» (lugares con alta longevidad), pueden ayudar a retrasar el envejecimiento y mantener la salud y la independencia durante más tiempo.” Muy razonable lo que nos dice Wikipedia, pero era difícil de cumplirlo. Las cinco “zonas azules” o lugares con alta longevidad son:

(https://es.wikipedia.org/wiki/Zona_azul_(longevidad)

Está bien vivir tanto, pero ¿cómo es la calidad de vida a esa edad avanzada? Para que la vida merezca vivirse es imprescindible amar y ser amado (la condición más importante); tener buenos amigos con los que se intercambian recuerdos personales y familiares, anécdotas, proyectos; tener el cerebro ocupado leyendo libros de interés, escribiendo, proponiendo tareas y ayudando en ellas. Y aquí es donde chocamos con la realidad: muchos ancianos viven solos, lejos de sus familias, no saben cómo pasar el día, se aburren soberanamente. Hay otros que conversan por internet, pero no encuentran unos ojos amables, un abrazo estremecedor, unas palmadas amigables. La familia y a amistad son las medicinas más seguras y más eficaces. Sin ellas podemos preguntarnos: ¿queremos juventud eterna para una soledad eterna? La longevidad solo tiene sentido si no estamos solos en la vida.

Recurro de nuevo a Wikipedia:

“El porcentaje de ancianos que viven solos varía según el país y la región: en España, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que el 40,9% de los hogares unipersonales son de personas de 65 años o más. Para América Latina, estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que entre el 25% y el 32% de los adultos mayores experimentan soledad. En Venezuela, una asociación civil estima que cerca de 400.000 adultos mayores viven solos, lo que representa un 9% de la población de la tercera edad en el país.”

Cada persona tiene un ciclo vital determinado si sabe vivirlo bien, dependiendo de su ADN y de las circunstancias políticas, sociales, culturales y económicas en las que viva. ¿De qué sirve alargar ese ciclo para vivirlo aislado, infeliz, aburrido? Y aquí es donde entra la fe cristiana, que tiene tantas posibilidades de hacer el bien. Abuelos catequistas de sus nietos, personas mayores que asisten a misa diariamente y en la comunión le piden a Jesús que transforme el mundo y se ofrecen para hacerlo. Vivir muchos años solo vale la pena si se viven haciendo el bien.-

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