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Homilía del Obispo Auxiliar de Caracas, Monseñor Carlos Márquez

DOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIO
18 de junio, 2023

“Llamó a sus doce discípulos, les dio autoridad y los envió”

 

Ex 19,2-6: “Serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”

En aquellos días, los israelitas llegaron al desierto del Sinaí y acamparon allí, frente a la montaña.

Moisés subió al encuentro de Dios. El Señor lo llamó desde la montaña, y le dijo:

-«Así dirás a la descendencia de Jacob, a los hijos de Israel: “Ya ustedes han visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo a ustedes los he llevado sobre alas de águila y los he traído a mí. Ahora, pues, si de veras escuchan mi voz y guardan mi alianza, ustedes serán el pueblo de mi propiedad entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”».

Sal 99,2.3.5: “Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño”

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.

El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.

Rom 5,6-11: “Fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo”

Hermanos:

Cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza para salvarnos, Cristo murió por los pecadores en el tiempo señalado; en verdad, a duras penas habrá quien muera por una persona justa; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; la prueba de que Dios ama es que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros.

¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos del castigo!

Sí, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida!

Y no sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, mediante nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.

Mt 9,36-10,8: “La cosecha es abundante, los trabajadores pocos; rueguen al dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla”

En aquél tiempo, al ver Jesús a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abandonados, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos:

-«La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos; rueguen, pues, al dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla.»

Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia.

Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago, el de Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, el publicano; Santiago el Alfeo, y Tadeo; Simón el Celote, y Judas Iscariote, el que lo entregó.

A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:

-«No vayan a tierra de paganos, ni entren en las ciudades de Samaria, sino vayan a las ovejas descarriadas de Israel.

Vayan y proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios. Lo que han recibido gratis, denlo gratis».-

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