Venezuela inaugura excepcional Santuario Eucarístico de Adoración y Reparación
Perpetuo amor a Jesús Eucaristía y acceso diario al sacramento de la confesión nacen en un santuario venezolano, un espacio para el perdón de los pecados pensado para alcanzar frutos espirituales dentro y fuera de sus fronteras

enezuela inauguró un excepcional santuario de adoración eucarística y expiación que cuenta con características únicas. Aleteia conversó, en exclusiva, con su rector para conocer detalles de este lugar sagrado, que cuenta con el respaldo del Vaticano.
La iniciativa fue impulsada personalmente por el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Lisandro Rivas, quien anunció el proyecto durante el triduo pascual de este año en un conmovedor pedido de oración.
Además de ser un espacio para la adoración perpetua, también busca brindar acceso permanente al sacramento de la reconciliación, de modo que quienes peregrinen hasta el lugar puedan recibir en todo momento el perdón de Dios y su misericordia divina.
El prelado confesó que el tema le emociona y le conmueve. Mientras que, en diálogo con Aleteia, el rector del Santuario, padre Domingo Pernía, se mostró convencido del auxilio del Señor para poder asumir la compleja tarea: “Dios no solo nos da el llamado, sino también la gracia para llevarlo adelante”.
Debido a su dimensión y alcance, el santuario requiere la implementación de una elevada logística, así como la adaptación de su infraestructura, la incorporación de adoradores y una formación continua. Por esta razón, su consolidación plena exige el desarrollo de diversas fases, con la participación guiada del pueblo de Dios.
Tiene el apoyo de grandes intercesores
El proyecto cuenta con una sólida sustentación reglamentaria y el visto bueno de Roma, luego de que el obispo acudiera al Vaticano y conversara sobre la iniciativa semanas antes de la canonización de los nuevos santos venezolanos: el Doctor José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles, a quienes monseñor Lisandro Rivas pidió su intercesión.
Nació, además, bajo el auspicio de la Virgen. En efecto, durante la fiesta de la Asunción, que en Táchira coincide con la solemnidad de la Patrona, el obispo anunció la conformación de un equipo y la designación del rector.
Ese día, ante miles de peregrinos puso el proyecto a los pies de la advocación mariana de Nuestra Señora de la Consolación de Táriba. Actividad en la que encomendó a la población a la dulce ternura del Santo Cristo de Rostro Sereno, milagrosa talla cuatricentenaria que recibe especial veneración en la población de La Grita.
De esta forma, la Iglesia Católica en Táchira espera que se intensifique la devoción al Santísimo Sacramento, y que desde el Santísimo aumente el compromiso hacia los más necesitados para superar situaciones que exigen una auténtica respuesta cristiana.
Tres líneas de acción religiosa
El santuario incluye distintas líneas de acción, pero hay tres que destacan de forma particular, según ha dado a conocer la diócesis a lo largo de la implementación del proyecto.
· Potenciar, con la adoración y reparación, la misión evangelizadora de la Iglesia en la entidad.
· Profundizar el ofrecimiento a todo el pueblo de Dios de los tesoros del “trono de la gracia” (cf. Hb 4,16) contenidos en los sacramentos de la eucaristía y la confesión.
· Orar de forma continua y sostenida por el aumento y santificación de las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Templo neogótico dedicado a san José
En cuanto al lugar, el espacio escogido es un antiguo templo parroquial que tiene por patrono a san José, el dulce y casto patriarca a quien Dios le confió la custodia de la Sagrada Familia.
Está ubicado en el corazón de la ciudad capital, San Cristóbal, en medio del centro comercial de la entidad.
Desde el punto de vista arquitectónico, es una hermosa joya de estilo neogótico que presume de 76 metros de altura. La decoran arcos ojivales y torales, triforios, arquivoltas y un rosetón.
Además, dispone de preciosos vitrales que permiten el sutil acceso a la luz del sol, lo cual genera un delicado ambiente que impulsa a la oración.
Y en el centro un imponente altar en medio de 3 naves que configuran un espacio sacro sobre el cual discurren bóvedas de crucería junto a florones, columnas fasciculadas, agujas, polilobuladas, capiteles, bases y unos exuberante ventanales góticos.
Rector de Santuario: “Es Cristo quien repara”
Aleteia consultó al padre Domingo Pernía en su condición de rector sobre el significado de este hecho excepcional. Dijo: “Lo entendemos como un llamado de Dios, porque hay que adorar y reparar”.
Recordó que “el primero que repara es Cristo, porque lo que hizo en la Cruz fue reparar el daño que el pecado le hizo a la humanidad”, y detalló que “el santuario tiene esa finalidad”.
Sostuvo que la meta del obispo es “que en el Santuario se adore las 24 horas. Eso implica que intervengan todas las parroquias de las diócesis, particularmente las de la zona metropolitana”. Dado que el sacramento de la confesión debe ser permanente, “se han hecho ensayos al respecto”.
También trabajan en la configuración de “almas reparadoras”, cuyo “sufrimiento lo presentan con un sentido que imita a Cristo resucitado. Se han hecho ensayos con personas que acuden, a quienes se les propone que el sufrimiento lo ofrezcan como almas reparadoras”.
Así, explica el padre Pernía, “ofrecen el sacrificio que tienen como un sacrificio por amor. Y les consuela saber que su sufrimiento puede ser espiritualmente valioso y que puede producir mucho bien a la humanidad”.
“Lo recibo como una vocación”
“Recibo esto como una vocación, como un llamado, que no solo es mío sino de los feligreses de la Iglesia san José. Tenemos el llamado de Dios a animar este Santuario”, dijo.
Agregó que las dificultades son fuertes: “Hay que acondicionar el templo, que está deteriorado a nivel estructural y no tiene actualmente confesionarios del todo adecuados”.
Incluso, “el lugar para el Santísimo requiere inversión. Y es una parroquia que tiene pocos recursos económicos, porque la feligresía resulta escasa debido a su ubicación geográfica”.
En este aspecto, la zona metropolitana presenta desventajas toda vez que “no acuden con tanta frecuencia las mismas personas, lo que convierte en desafío la construcción de una comunidad sólida y estable que adore”.
Sin embargo, mostró optimismo y confianza plena en Dios: “Vamos a adorar en el mismo lugar, en la misma hora, tenemos la santa misa y estamos conformando la comunidad cristiana”.
“He aceptado por obediencia, y porque si esas cosas se presentan en el camino, sabemos que es de Dios y para servir a Dios”, dijo el sacerdote, quien ya estuvo al frente de una iniciativa de adoración perpetua en la localidad de Santa Ana en la entidad.
“Estoy donde estoy porque no soy mío y no he hecho lo que quiero. Si hubiese hecho lo que quiero, estaría en otra realidad. He hecho lo que me pide Dios y manda el obispo. He tratado de no dirigir mi vida sacerdotal hacia donde he querido, sino adonde me mandan”, admitió con humildad.
Estima, en este aspecto, que es “una oportunidad maravillosa de hacer una obra para Dios en grande, que produzca frutos que le agraden y que continúen después de que parta hacia la eternidad”.
Por último, invitó a acompañar con una ferviente oración para que se cumpla su deseo de que el mancomunado esfuerzo brinde un fruto perpetuo de amor a Dios.-
Carlos Zapata – publicado el 04/12/25-Aleteia.org




