El escondido Huerto de las Monjas en el Madrid de los Austrias
Recoleto e ignorado, el jardín formó parte del convento del Sacramento y sobrevivió como parte del palacio O’Reilly, hoy oficinas de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid
Oculto a las miradas, muy escondido está este jardín con árboles frutales y plantas, con fuente con querubines y con vistas a la cúpula de la iglesia de San Andrés. El origen de este recoleto jardín data del siglo XVII, cuando formaba parte del Convento del Sacramento de las monjas bernardas, el fin de este huerto era el cultivo de hortalizas, verduras y árboles frutales. En 1972 el convento de las bernardas fue derribado y se construyeron los bloques de edificios ahora presentes.
Desconocido para la mayoría de los madrileños, el Huerto de las Monjas o Jardín del Palacio O’Reilly, es un pequeño jardín en el barrio de La Latina, en la zona del Madrid antiguo de los Austrias, ubicado dentro de una propiedad privada que se encuentra en la calle Sacramento nº 7 y con acceso por la calle del Rollo nº5, calles por las que lo más probable ni siquiera Usted hubiese pasado ni oído hablar de ellas pese a estar en el centro de Madrid. Un Madrid además pateado por los turistas. Unos viajeros que no atisban a ver este recoleto espacio entre la Plaza de la Villa y la Plaza de la Cruz Verde, separada de ésta última por una tapia donde del lado de la Plaza de la Cruz Verde con calle Segovia se encuentra la Fuente Diana Cazadora, del año 1850.
Fuente de Diana cazadora FOTO: AYUNTAMIENTO DE MADRID
En la actualidad el jardín mantiene su estructura original. Así, si entras por la calle del Rollo nada más bajar por las escaleras te encuentras con la fuente original llamada Fuente de la Priora, compuesta por cuatro querubines de bronce con una inscripción a los pies que delata la autoría de la obra y sitio de creación “Fonderies d´Art du Val d´Osne 58, rue Voltaire. Paris”, en castellano “Fundiciones de arte de Val d´Osne, calle Voltaire 58. París”.
Curiosa también la historia trashumante de estos pequeños angelotes. Pertenecían a los duques de Montellano, que fueron quienes los encargaron a la fundación francesa. Una taller muy renombrado autor de todo tipo de estatuas, letreros o muebles exteriores. Desde fuentes en medio mundo hasta kioskos de música en Guadalajara (México) o estos angelotes que acabaron en este espacio madrileño. El caso es que primero decoraron el palacio de los duques de Montellano en Cuerva (Toledo) y después fueron trasladados al palacete que estos mismos nobles poseían en el Paseo de la Castellana hasta su demolición en 1983, en el solar que actualmente ocupa el edificio de la Mutua Madrileña.
El jardín está dividido en calles que forman pequeños parterres (parcelas ajardinadas) delimitados por setos y dentro de estos parterre hay diversos árboles. En la calle de la derecha que parte desde donde se encuentra la farola, ubicada en el centro de los parterres, hay un banco si te sientas y fijas la vista por encima de la tapia se puede observar la cúpula de San Andrés y los tejados del Madrid de los Austrias.
Durante la Guerra civil el entorno fue destruido y posteriormente reconstruido en el año 1946. En 1976, como avanzamos, es demolido y tres años más tarde se construyó un conjunto de apartamentos. La zona del Huerto quedo en propiedad municipal, pero sin acceso desde la calle.
Tras la remodelación de 1983 para adaptar el vecino Palacio de Lezcano (llamado también de O’Reilly) para oficinas de Hacienda del Ayuntamiento, se recuperó el jardín como parque público.-
Rafael Fernández/La Razón, España