Venezuela

Estudio revela niveles elevados de mercurio en mujeres de zonas mineras de El Callao

La investigación sobre la exposición al mercurio en las mujeres en cuatro países latinoamericanos productores de oro alertó sobre los efectos tóxicos de este metal, en su mayoría, a causa del consumo de pescado en zonas mineras. 

Muchas mujeres de El Callao, estado Bolívar, tienen niveles elevados de mercurio proveniente del consumo de pescado local, un metal sumamente tóxico, de acuerdo con los resultados de un estudio sobre la exposición al mercurio de las mujeres en cuatro países latinoamericanos productores de oro, realizado por La Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN) y el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad (BRI).

La investigación, hecha en Venezuela, Bolivia, Brasil y Colombia, halló que en tres de estos países las mujeres que dependen del pescado como fuente de proteína y viven en las inmediaciones de sitios donde se realizan actividades extractivas del oro, tienen niveles elevados de mercurio en el cuerpo.

En el estudio se analizaron los niveles de mercurio en mujeres en edad reproductiva, el grupo poblacional más sensible a los efectos tóxicos del mercurio. Para ello, se tomaron muestras de cabello de mujeres residentes de zonas donde se realizan actividades extractivas auríferas en pequeña escala y se analizó el contenido de mercurio total; los resultados mostraron que estas mujeres tienen una carga corporal de este metal altamente tóxico.

Las instituciones explican que los mineros en pequeña escala utilizan el mercurio para la extracción de partículas de oro de minerales de bajo grado y la mayor parte de este mercurio se pierde en el medio ambiente donde contamina a los peces en los ríos locales.

Población más afectada

Las mujeres indígenas de Bolivia en dos comunidades asentadas sobre el Río Beni fueron quienes mostraron una carga corporal de mercurio extremadamente alta.

Las muestras de cabello de las mujeres de las comunidades de Eyiyo Quibo y Portachuelo mostraron los niveles más elevados que se haya detectado desde que IPEN empezara su programa de biomonitoreo del mercurio en el año 2011.

Estas mujeres subsisten con una alimentación basada casi exclusivamente en plátanos y pescado proveniente del río Beni como principal fuente de proteína. No están involucradas en la minería y no obtienen ningún beneficio de la comercialización del oro.

De las 163 mujeres que participaron en el estudio, un 58.8% excedió el nivel umbral establecido por la EPA de Estados Unidos de 1 parte por millón (1 ppm), nivel en el cual se comienzan a producir efectos negativos sobre el desarrollo de los bebés nonatos.

Más aún, un 68.8% de las mujeres excedieron el nivel de 0.58 ppm, el cual, según los científicos, es la concentración más baja en el cual se dan impactos negativos sutiles, pero reconocibles en el feto.

Lee Bell, coautor del estudio y asesor en políticas sobre el mercurio de IPEN afirmó que: “En la comercialización del mercurio, el mercado negro está totalmente fuera de control. Son las mujeres en estos países las que están pagando las consecuencias, mientras que la contaminación con mercurio se sigue extendiendo a través de los sistemas fluviales y el mercurio se sigue acumulando en los peces de los que dependen para su alimentación”.

También aseguró que “es imperativo que los gobiernos de inmediato aprueben leyes que prohíban el uso de mercurio en la minería de oro y las apliquen. Nada va a cambiar sino hasta que se detenga el flujo del mercurio hacia estas regiones con minería de oro”.

Caso de El Callao

En El Callao, una de las zonas mineras más importantes del sur del estado Bolívar, las mujeres mostraron un nivel elevado del mercurio proveniente del consumo de pescado.

La investigación indicó que las mujeres en las regiones de extracción aurífera en pequeña escala de Venezuela y Brasil también mostraron niveles elevados de mercurio en sus cuerpos debido al consumo de pescado local contaminado con mercurio.

En el caso de El Callao, una de las zonas mineras más importantes del sur del estado Bolívar, las mujeres mostraron un nivel promedio de mercurio de 1.1 ppm.

Sin embargo, Bell manifestó que “considerando las grandes extensiones contaminadas con mercurio y el gran número de personas cuyo sustento depende de los peces de río, es muy probable que el impacto sea mucho mayor de lo que muestra este estudio”.

Las organizaciones indican que a nivel mundial se calcula que entre 14 y 19 millones de personas están involucradas en la minería aurífera artesanal y en pequeña escala. La mayor parte de esta actividad extractiva se realiza en áreas remotas y la mayoría de los mineros son trabajadores de subsistencia empobrecidos.

“El mercurio es una potente neurotoxina para los humanos y puede afectar el sistema nervioso central del feto en desarrollo meses después de la exposición de la madre. Los efectos dañinos que la madre puede transmitir al feto incluyen la discapacidad neurológica, la pérdida de coeficiente intelectual y daños a los riñones y al sistema cardiovascular. Los síntomas de intoxicación incluyen temblores, insomnio, pérdida de la memoria, cambios neuromusculares, dolor de cabeza y disfunción cognitiva y motriz”, alerta el estudio.

Agregan que los niveles altos de exposición al mercurio pueden resultar en daños cerebrales, discapacidad intelectual, ceguera, convulsiones y la discapacidad del habla.

Correo del Caroní


Fuente: Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN) y el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad (BRI).

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