Los trujillanos celebraron los 453 años de su patrona, la Virgen de la Paz
Este martes, se movilizaron más de 5.000 fieles y devotos que participaron de la gran fiesta mariana. La imagen y reliquia del beato José Gregorio Hernández estuvieron presentes durante la misa central presidida por Monseñor Trino Fernández, Obispo de la Diócesis de Trujillo
Con el lema Virgen de La Paz, Mensajera de la Misericordia, trujillanos desbordados en fervor mariano festejaron este martes los 453 años de su santa patrona, doncella de las 12 estrellas que en esta oportunidad lució un traje blanco confeccionado con perlas que denotan la pureza de la excelsa madre.
Luego de dos años por la pandemia del covid-19, la feligresía retomó su tradición con diversos homenajes para honrar a su patrona. Las actividades iniciaron los primeros días de enero con la reconocida bajada de la Virgen, momento donde la madre de los trujillanos desciende del altar, en hombros de sus fieles, para reencontrarse con su pueblo e iniciar la gran festividad con visitas parroquiales e institucionales, homenajes musicales y otras ofrendas hasta el día central.
Más de 5.000 fieles
Este martes, 24 de enero, fecha patronal de los trujillanos, se movilizaron cerca de 5.000 fieles y devotos que participaron de la gran fiesta mariana.
La imagen y reliquia del beato José Gregorio Hernández estuvieron presentes durante la misa central, presidida a las 5:00 pm por el Obispo de la Diócesis de Trujillo, Mons. José Trinidad Fernández Angulo.
La Diócesis de Trujillo había anunciado, previamente, durante una rueda de prensa, que este año se celebrarían cuatro eucaristías, presididas por Mons. Gerardo Salas, Obispo de la Diócesis de Acarigua Araure; Mons. Benito Méndez Bracamonte y el pastor de la ciudad.
Asimismo, el obispo de la Diócesis de Trujillo, monseñor Fernández Angulo, señaló que con María se pueden tejer nuevas historias para la tierra trujillana, venezolana y para el mundo sumido en tantas guerras.
«Ella es la protectora de nuestra ciudad, ella es para todos nosotros la patrona de esta Diócesis. Trujillo es una Iglesia pujante con vocaciones con el mismo modo del beato José Gregorio Hernández, quien tenía esa especial predilección por la Madre de Dios. Nuestro beato en esa forma contemplativa del rezo del Santo Rosario se acercó a María que es el camino para llegar a Jesús», mencionó Fernández.
Este año se realizó la primera caminata juvenil como parte de la planificación previa, donde participaron centenares de jóvenes. Monseñor Fernández subrayó que fue una muestra de la intercesión de Jesús en María, como muestra de su amor por los juventud.
Por su parte, el párroco de la Catedral Nuestra Señora de La Paz, Pbro Gustavo Godoy, señaló que los ornamentos de María van en decenas, piezas entre vestidos, mantos y coronas, por lo que proyectan un museo Mariano para su exposición.
Llegó con los conquistadores
El recordado periodista, Jorge Daniel Briceño, escribió que la llegada de la Santa Virgen a Trujillo fue descrita por numerosos cronistas, quienes aseguraban que la imagen llegó con los conquistadores a los dominios de los Timotocuicas, pero su fecha es incierta.
La ciudad de Trujillo, también conocida como ciudad viajera por su recorrido en 7 lugares hasta lograr su asentamiento, último que se le atribuye a la intercesión de María bajo la advocación de la Paz para el año de 1570 cuando los españoles lograron fijar su estabilidad y dieron nombre a la ciudad como: Nuestra Señora de la Paz de Trujillo, nombre que fue firmado por Francisco de Labastida en su llevada al Valle de Los Mucas.
Monumento a la Paz
El monumento a la Paz, creado por el escultor Manuel de la Fuente, es una obra de arte monumental que utiliza la imagen mariana para representar el rostro de María. Esta obra se encuentra sobre las montañas andinas de Trujillo, cobijada por la densa neblina de la capital. Esta obra sagrada ha sido confundida con el nombre de la Virgen de la Paz por los venezolanos.
El monumento, uno de los atractivos turístico del estado, cuenta con una altura de 46,72 metros de altura, cifra que lo eleva como la escultura más alta de América Latina.
Fuente: Rossiel Hurtado – El Nacional