Hay que escuchar a los niños
Darles la posibilidad de expresarse, opinar, es un buen ejercicio, no solo para los educadores
Luisa Pernalete:
“A mí me gustaría pedir por la salud de mi mamá, tiene problemas con la tensión”. Dijo una pequeña de primer grado cuando se le preguntó que quisiera por el Día del niño.
El tercer domingo de julio se celebra el Día del niño en Venezuela. Se nos ocurrió ir a una escuela de Fe y Alegría en Barquisimeto, y conversar con pequeños y pequeñas de primaria para ver qué querían en ese día. Es bueno escucharles y no sólo poner nuestra cabeza de adultos para ese día. Fue muy grata esa conversación. Era día de deporte, todos jugando en los espacios amplios del colegio, ubicado en una comunidad popular, del oeste, con mas de 60 años de fundada. Ya habíamos pedido permiso para esas pequeñas reuniones, no fueron entrevistas sino conversaciones en grupos pequeños. Les comparto lo que escuché.
Los más pequeños, de educación inicial, esto fue lo que contestaron. Las niñas siguen pidiendo muñecas y casas para sus muñecas. Lo decían sonriendo a mi títere de mano, que era quien hacía las preguntas, jeje. Los varones: ¡motos! Eso nos sorprendió, no sólo porque una moto es algo costoso – no es de fácil acceso en zonas populares, sino sobre todo por la edad de los niños. ¿tiene que ver con las motopiruetas, ahora “deporte nacional”? Nadie pidió teléfonos ni tabletas.
Seguimos después con grupos de tercer grado y luego terminamos con unos de 6 grado.
Las niñas de tercer grado, fueron muy lindas. Pidieron salud y paz, para sus familias y para la comunidad. Cuando les preguntamos qué pedirían al alcalde o al gobernador si pudieran hablar con alguno de ellos, una dijo rápido. “pediría que arreglara las cloacas de la calle donde vivimos, llevan tiempo desbordadas, el olor es terrible”. Otra dijo que les pediría que ayudaran a unas familias a arreglar sus casas porque estaban muy mal y podían caerse. También dijeron que les pedirían que dieran de comer a niños que no comen todos los días. Ninguna pidió juguetes. Ni teléfonos ni tabletas. Cuando le preguntamos qué pedirían a sus padres, una dijo que pediría que los padres siempre pudieran acompañar a sus hijos, pues conoce amiguitas cuyos padres se han ido y se han quedado con sus abuelas,” y aunque mandan dinero, no es lo mismo”. Todas dijeron tener familiares cercanos que se han ido.
A este grupo pregunté también qué era lo que más les había gustado del año escolar que estaba terminando y que no les había gustado. Sobre lo primero, hay que decir que los maestros quedaron muy bien: “nos ha gustado compartir con las maestras” y varias dijeron que las tareas de matemáticas. ¡Hay que felicitar a esas maestras! También compartir con los compañeros de clase. Sobre lo que no les gusta: dijeron dos cosas, una que los “más rápidos” en dictados y tareas andan apurando a uno, “y nosotros leímos un cuento en clase y ahí se decía que nadie se burlar de otros”. Y también dijeron que no les gustaba que hubiese varones que hicieran “bullying” a las compañeras, como con una que es gordita y le echan broma. Y para el acto de fin de año, en donde bailaremos, ninguno quería bailar con ella, porque al final hay que cargarla, pero finalmente, uno se ofreció para bailar con ella.” Lo dieron con mucha seriedad.
Los más grandes, los de 6 grado, todos pedirían balones, de fútbol, de básquet, y “uniformes”. Creía que hablaban de uniformes para el colegio, pero se trataba de uniformes para los equipos deportivos. No hay duda que el deporte es promovido en el centro. También pidieron salud y paz para la comunidad y el país.
Cuando ya me iba, unos pequeños preguntaron sobre lo que yo estaba haciendo, y una maestra les explicó. Entonces uno dijo que él también quería estar en la “entrevistación”, ¡Jajaja!, y nos quedamos un rato conversando.
La verdad, repetimos, fue muy grato, encantadoras su actitud y sus respuestas. De paso, las conversaciones hablan bien del centro educativo, se ve que cultiva la empatía, el trabajo en grupo… Volveremos para ver qué experiencias exitosas se pueden sistematizar y así ayudar a otros.
Pero volviendo al Día del niño, darles la posibilidad de expresarse, opinar, es un buen ejercicio, no solo para los educadores, las autoridades deberían hacerlo también, así como los padres, y ¿qué tal los candidatos a presidentes?
Y usted, haga lo que pueda por los niños que tiene en su entorno. Luego nos cuenta. –