La Iglesia «ha hecho un camino que otros no han iniciado» para reparar a las víctimas de abusos
Imparten formación a 400.000 personas, más de la mitad de ellas menores, para prevenir la pederastia
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), César García Magán, ha subrayado en rueda de prensa que «la Iglesia ha hecho un camino, a lo mejor hemos llegado tarde, pero hemos hecho un camino que otros no han iniciado» para indemnizar a las víctimas de abusos sexuales en el seno de su institución.
«Queremos hacer un tratamiento personalizado para cada víctima. Quien quiera un tratamiento médico psiquiátrico o psicológico, lo tendrá. Quien quiera acompañamiento espiritual, lo tendrá. Y quien quiera reparación económica la tendrá», ha enfatizado.
El encuentro ha servido como colofón a la 126ª Asamblea Plenaria de la CEE, que se viene celebrando desde este lunes. En el marco de esta congregación, el Defensor del Pueblo compareció ayer en el Congreso de los Diputados para reclamar la colaboración entre el Estado y la Iglesia. «Es evidente que se trata de un problema social estructural«, ha precisado García Magán, apelando al «compromiso» de toda la sociedad para «erradicar esa lacra».
El secretario general de la CEE ha puntuado que, desde que Ángel Gabilondo «presentó el mismo informe hace más de un año a los medios y hace una semana a la Comisión mixta Congreso-Senado, la Iglesia ya emprendió un camino. Algunos de los pasos dados figuran en ese informe como recomendaciones asumidas e incorporadas a nuestro modo de trabajar». «Insistimos en hacer una reparación integral y una regeneración en todos los ámbitos», ha reiterado haciendo referencia a los casos de abusos que no tienen recorrido por la vía judicial.
En este sentido, la CEE aprobó el pasado mes de julio en Asamblea Plenaria Extraordinaria una Comisión Asesora de Reparación para «consolidar los cauces de sanación y de reparación». Así, García Magán ha destacado que «la puesta en marcha de los medios necesarios para ayudar a las víctimas y sus familias ya está puesta en marcha». Entre los mismos figuran «el reconocimiento y la reparación de las víctimas», así como «la atención y la respuesta» que se precise.
Compensación a las víctimas
En el hemiciclo se planteó la imperatividad de que la Iglesia asuma de forma unilateral la compensación a las víctimas. A este respecto, el obispo ha recalcado que «ya se están haciendo todas las indemnizaciones de los casos que van por la vía judicial». «Hay diócesis e instituciones de vida consagrada que ya han pagado. Además, para los casos que no tienen recorrido judicial, hemos creado otra vía que pasa por la reparación integral de las víctimas».
Para los casos en los que el victimario haya fallecido o haya prescrito el delito, la CEE ha garantizado que emprenderán la compensación «las instituciones eclesiales a las que el victimario pertenecía. Y en caso de que no puedan hacer frente, la CEE estaría como segunda instancia y doble garantía».
Su Servicio de coordinación y asesoramiento ha creado «una red de trabajo continuo» que hasta ahora ha ofrecido formación a 400.000 personas de las que más de la mitad, 280.000, son menores. Entre los adultos, se ha realizado «apoyo con criterio formativo y preventivo» a sacerdotes, profesores de centros educativos, catequistas y otros profesionales que trabajen con menores.
LLAMADA A LA «ALTURA MORAL»
Sobre el planteamiento del PSOE de acabar con los acuerdos educativos entre el Estado español y el Vaticano, el García Magán ha lamentado que sea «recurrente sacar a pasear el espantajo de la revisión de los acuerdos o su denuncia». Asimismo, ha subrayado que son «tratados internacionales» y que, en esos casos, «la denuncia unilateral de un acuerdo no produce su extinción».
El secretario general de la CEE ha llamado a la «altura moral» de toda la sociedad y, en particular, ha reivindicado que «el servicio político es un noble servicio de caridad». Además, ha pedido «que no se hagan generalizaciones de brocha gorda en la que se metan a todos los políticos porque haya algunos que no tengan la ética pública o privada que deben tener».–