Suplicaron a la Divina Pastora libertad, paz y la union para Venezuela
La Divina Pastora de Las Almas, en su visita 167, a la ciudad de Barquisimeto

Levy Benshimol R.:
La ciudad de Barquisimeto, en el estado Lara, recibió el 14 de enero a los millones de devotos penitentes que participaron en la procesión, donde elevaron sus plegarias de acción de gracias por los favores concedido y le suplicaron a la advocación de la Divina Pastora de Las Almas, por Venezuela, para queñl le conceda el milagro de la Libertad, la unión, el bienestar, la paz.
La Divina Pastora de Las Almas, en su visita 167, a la ciudad de Barquisimeto. Salió desde su templo de Santa Rosa hasta la Catedral Metropolitana de Barquisimeto, donde visitará 52 parroquias de la ciudad, para finalmente regresar a su santuario en Santa Rosa, el sábado antes del Domingo de Ramos de la Semana Santa.
Con esta visita, la 167, de la Divina Pastora de Las Almas, se cumple con el pedimento que el Padre Macario Yépez le hiciera el 14 de enero de 1856, para que cesara la epidemia de cólera que azotaba el país y que llegó en el año 1855 a Barquisimeto, con el contagio y el número de fallecidos aumentaba cada día, el Padre Macario Yépez, decidió enfrentar la epidemia, convocando el 14 de enero de 1856 a una rogativa en el sitio de Tierritas Blancas, donde habían colocado días antes, para la protección de los pobladores, una Cruz Salvadora. el Padre Macario Yépez, cayó de rodillas ante la imagen de la Divina Pastora y con los brazos en cruz, ofreció su vida para que la epidemia tocará su fin, exclamando: «Virgen Santísima, Divina Pastora, en aras de la Justicia Divina, por el bien y salvación de este pueblo te ofrezco mi vida. Madre mía, Divina Pastora, por los dolores que experimentó tu divino corazón, cuando recibiste en tus brazos a tu Santísimo Hijo en la bajada de la Cruz, te suplico Madre Mía, que salves a este pueblo, ¡Que sea yo la última víctima del cólera” La Divina Pastora de Las Almas, oyó su suplica y la epidemia efectivamente terminó y el padre Yépez, murió el 16 de junio de 1856, ¡convirtiéndose en la última víctima de esa ola de cólera! Fue así como quedó determinado que el Padre Macario Yépez ofreció su vida el 14 de enero de 1856, en un sacrificio pleno de bondad y entrega, para salvar la ciudad de la epidemia de cólera.
Desde 1856, cada 14 de enero, a la fecha se cumple con la promesa del Padre Macario Yépez, de la visita en procesión a Barquisimeto en acción de gracias, por él milagro concedido. La procesión de la Divina Pastora de Las Almas es una de las manifestaciones religiosas más importante y trascendente del país y es considerada la tercera más grande a nivel mundial, solo superada por la de la Virgen de Guadalupe (México) y la de la Virgen de Fátima (Portugal)./