- Javier Duplá sj.:
Es bien conocida la postura de los “trumpistas” que sólo se interesan por acumular dinero siguiendo el ejemplo de su mentor. Una vergüenza, que hará mucho daño a los Estados Unidos y al mundo occidental. Ven en el papa Francisco un cuasi comunista que critica fuertemente su avaricia. Rechazan la encíclica Fratelli tutti porque, como dice Michael Pakaluk, aunque él se distancia de esa crítica: “Es demasiado larga, dicen. No está escrita con claridad. Ataca una caricatura del libre mercado. No le da el peso adecuado a la amabilidad que típicamente se muestra en las relaciones comerciales. Parece restar importancia al horror del aborto, al tiempo que trata la pena de muerte como si fuera intrínsecamente malvada. Parece querer reglamentos más numerosos, y un gobierno más grande, sin darse cuenta de los peligros morales y de los riesgos para la libertad.”
Como comenta Juan José Solozábal, el último Times Literary Supplement de Londres dedica la portada y una excelente reseña a la autobiografía del Papa Francisco. “La reseña en el TLS de 7 de febrero de A. N. Wilson sobre la Autobiografía de Francisco, lo primero que hay que decir es que corrige otra noticia del libro perfectamente estúpida y sectaria del Economist, que concluye que el Papa Francisco es un hombre bueno que ha escrito un mal libro.” Solozábal presenta un juicio global de la autobiografía de Bergoglio: “En el libro se da cuenta de diversos jalones de su vida: Inmigrante italiano, familia de baja clase media en Buenos Aires, educación científica, vocación religiosa, severa enfermedad, decisión de convertirse en jesuita y ascensión al cargo de Provincial de la orden. Jorge Bergoglio presenta una mezcla muy latinoamericana de política revolucionaria y religiosidad tradicional. “Los pobres están en continua protesta contra las injusticias: los pobres son un polvorín”. “María escucha a los pobres, es la madre de los pobres y de los indefensos”. Este sentir que presenta ecos del peronismo explica los pocos escrúpulos del Papa al suprimir la misa tridentina, para escándalo (razonable) de los católicos tradicionalistas.”
Y sigue presentando una imagen simpática y a la vez crítica del Papa: “A veces parece algo fanfarrón presumiendo de su sentido del humor, su empatía con los pobres y los afligidos, en especial los migrantes, y su cariño hacia los niños. Pero lo cierto es que es practicante de una humildad extrema, rehuyendo morar en los apartamentos papales que ocupaban sus predecesores y eligiendo vivir en un par de modestas habitaciones en una especie de hostal donde comparte las comidas con el clero menor y los funcionarios del Vaticano.”
El Papa quiere reformar la Iglesia, eso está claro, pero encuentra fuertes resistencias e incluso rechazo:
“El Papa sería consciente de la lamentable situación de la Iglesia en este momento: asistencia a Misa cayendo en picado en Europa, vocaciones sacerdotales nulas, o casi, en países siempre fieles como Irlanda, las sombras persistentes de escándalo de los abusos con menores con intensidad fluctuante. Esto hace imposible el inmovilismo y el seguir como de costumbre. De ahí sus intentos de reformar la Iglesia al modo sinodal en el que se oigan las voces de los laicos y donde se renuncie al clericalismo.” “Aquí es donde deben encuadrarse, aparte de sus intenciones de feminizar la Iglesia progresivamente, (María es más importante que Pedro y la Iglesia es femenina, aunque los sacerdotes sean hombres) las observaciones del Papa sobre la homosexualidad, la gente divorciada y los no cristianos que muchos han dado por bienvenidas. “Solo los que hacen puentes progresan; quienes solo construyen muros acaban siendo prisioneros de los que ellos han levantado”.
Y el conocido teólogo Xabier Pikaza presenta en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium un resumen muy significativo en ocho claves de lo que significado el papa Francisco para la Iglesia actual. “Ciertamente, el Papa Francisco no es un teólogo profesional, como era Benedicto XVI, pero, a mi juicio, su teología se encuentra mucho mejor fundada, pues se funda en la raíz del evangelio y no en tradiciones a veces menos significativas.”:
- Recuperar a Jesús, volver al evangelio. Un evangelio en salida.
- En un mundo distinto, un Dios encarnado y comprometido.
- En gesto de solidaridad, a paso de hombre, es decir, caminando con el mundo.
- De la teocracia a la comunión.
- El Dios de la Iglesia de Francisco no es por tanto una especie de emperador supremo.
- Iglesia de comunión, ella misma es Buena Nueva.
- Una Iglesia para el evangelio.
- ¿Un nuevo concilio? ¡Ya estamos en sínodo! .-
