Lecturas recomendadas

Creer y amar a Dios en este mundo que se aleja de Él

Aumenta Señor mi fe en ti, en ese rostro duro y violento que parece estar muy lejos de ti, en esas manos que se alzan con violencia porque nadie les ha enseñado a perdonar y acariciar; en esas mentes que solo piensan en intereses y dividendos, que sólo buscan su propio placer y ventaja. Enséñame a verte en ellas también

  1. Javier Duplá sj.:

 

Que se aleja de Él. Suena raro, pero es que veo que el mundo actual está alejándose de Él cada vez más. Eso pasa sobre todo en Europa y América, aunque no en África y Asia. Ya la Iglesia tiene dos papas americanos y pronto tendrá indios y africanos, lo cual será una bendición para Occidente. Si Europa y América se alejan, Oriente se acerca a Él. Quiero expresar mi fe en un credo personal, que tal vez sirva para que algún lector elabore algo parecido que exprese su fe.

Creo en Dios como un ser personal, que me conoce y que me quiere. Él ha hecho posible que esté hoy aquí, al término de una cadena familiar que en sus últimos eslabones me ha transmitido la fe. Esa fe en Él que he recibido ha ido cambiando en el curso de mi vida, y creo que se ha ido enriqueciendo y hecho más humilde. Impulsado por esa fe, creo que la vida humana tiene sentido, que no concluye sin más con la muerte, que la historia de la humanidad no conduce a su (auto)destrucción.

Creo que Dios no puede revelarse plenamente a la inteligencia humana, porque nos supera inmensamente y no tenemos capacidad para comprenderlo como es en sí mismo. Eso no me inquieta particularmente, como no me inquietan infinidad de realidades científicas, sociales y humanas que no alcanzo ni siquiera a vislumbrar. Busco encontrar sentido a la realidad no sólo ni principalmente en el conocimiento sino en el amor.

Creo que Dios es amor y que nosotros participamos de esa chispa divina capaz de incendiar el mundo. Cada vez que alguien muestra un amor desprendido, generoso, que tiende a la fusión, está manifestando su convocatoria a la divinidad, a la participación en el mismo ser divino.

Creo que Dios es un misterio porque nos supera totalmente, porque no logramos reducir a nuestras categorías conceptuales lo que le atribuimos como ser y como actuación. Ante ese misterio no me encojo ni me escabullo, sino que me entrego a él con la confianza total que un niño pequeño tiene en sus padres. La expresión máxima de ese misterio es su manera de ser trino, Padre, Hijo y Espíritu, que nos ha sido revelado y que no sabríamos interpretar cumplidamente con nuestra reducida inteligencia.

Jesucristo es un personaje único en la historia humana. Realiza en sí una fusión misteriosa de lo divino y lo humano que es anticipo de la que nos corresponde por el amor que Dios nos tiene. Vivió en una época con las limitaciones de todo tipo propias de su tiempo, pero nos enseñó un camino para superar nuestras tendencias animales egocéntricas y elevarnos sobre nosotros mismos junto con él. Muchos seres humanos – no tantos como hubiera sido deseable – han tratado de seguirle y de realizar en sus vidas algo parecido a lo que él vivió. El ejemplo de esos seres nos anima a superar nuestra pequeñez.

Porque creo que tú nos exiges, Señor, sobre todo a través de tanta gente que se acerca a nosotros los creyentes en búsqueda de sentido, de consuelo, de ayuda, de perdón. En esos momentos tú estás presente justo cuando me parecen inoportunos, fastidiosos, exagerados, torpes, incultos, aprovechados. Creo que tú eres ellos, de verdad, aunque me cuesta reconocerte. He tardado en darme cuenta, pero tú tienes paciencia en tu ocultamiento.

Aumenta Señor mi fe en ti, en ese rostro duro y violento que parece estar muy lejos de ti, en esas manos que se alzan con violencia porque nadie les ha enseñado a perdonar y acariciar; en esas mentes que solo piensan en intereses y dividendos, que sólo buscan su propio placer y ventaja. Enséñame a verte en ellas también, en tratarlas como el negativo que puede dar realidad a una figura luminosa y hermosa.

Y dame el gran regalo de que yo sea para muchos, para todos los que se encuentren conmigo, tu rostro, tu voz, tu perdón y tu amor concreto hacia ellos.-

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba