Crece en todo el mundo la devoción a san Miguel Arcángel desde Brasil
Más de cuatro millones de personas participaron este año en el rezo del Rosario al amanecer durante los 40 días previos a la festividad de san Miguel. La iniciativa, nacida en el Instituto Hesed, se ha extendido a más de 150 países. La devoción cobra fuerza como respuesta a la sed espiritual de nuestro tiempo

En los últimos años, miles de brasileños —y también fieles de otros países— han abrazado con entusiasmo la devoción a san Miguel Arcángel, especialmente durante la denominada «Cuaresma de san Miguel»: un período de 40 días que culmina con su fiesta el 29 de septiembre. Este año, el rezo del Rosario antes del amanecer reunió a unos cuatro millones de personas a través de plataformas digitales.
La iniciativa está impulsada por Frei Gilson Azevedo, una de las figuras católicas más influyentes del país, y por la hermana Kelly Patricia, también conocida por su labor evangelizadora en redes sociales. Ambos pertenecen al Instituto Hesed, de espiritualidad carmelita, fundado en 1997 en Brasil por la hermana Kelly Patricia y la hermana María Jane Madeleine.
La devoción a san Miguel, presente desde los tiempos de san Francisco de Asís y con amplia tradición en Italia y otros países, ha adquirido en Brasil una dimensión masiva. «La devoción a san Miguel siempre ha estado en el corazón del Instituto Hesed. Desde su fundación hemos observado la Cuaresma de san Miguel. Al principio era algo interno. En 2018 sentimos el llamado a compartirla con el pueblo de Dios en las redes sociales», explicó la hermana Patricia. Desde entonces, «la gracia de Dios se ha derramado y ha tocado a muchas familias».
Durante la pandemia de COVID-19, en 2020, nació el llamado «Ejército de san Miguel», un movimiento de oración que se expandió rápidamente. «Hoy, ese ejército está presente en 150 países y congrega a millones de personas que rezan con nosotros cada día», añadió.
El obispo Devair da Fonseca, de la diócesis de Piracicaba (estado de São Paulo), ha apoyado activamente este movimiento. Varias diócesis han sido consagradas a san Miguel, lo que ha fortalecido aún más esta devoción. «Trajimos una imagen suya desde Italia y conocimos allí la tradición», señaló.
Para el prelado, el sentido de esta devoción está vinculado a la necesidad de recuperar la fe, la esperanza y la fortaleza de la Iglesia en un mundo cada vez más secularizado. La hermana Patricia coincide en esta visión: «Vivimos en un tiempo en que las familias son atacadas, la fe ridiculizada y muchas personas han perdido el sentido de la vida. En ese contexto, la figura de san Miguel cobra una gran actualidad. Nos recuerda que no estamos solos, que existe un combate espiritual real y que la victoria está asegurada para quienes permanecen fieles a Cristo».
La hermana Patricia subraya que la devoción a san Miguel está profundamente arraigada en la Sagrada Escritura y en la tradición de la Iglesia. En el libro de Daniel, el arcángel aparece como príncipe y protector del pueblo de Dios, y en el Apocalipsis es quien vence al dragón, símbolo del demonio. «En la tradición de la Iglesia, san Miguel siempre ha sido reconocido como protector de la fe y guardián de los cristianos en las batallas espirituales», afirmó.
Según ella, esta devoción está creciendo porque responde a una «sed profunda del corazón humano: sed de protección, de sentido y de esperanza».
En un Brasil marcado por la polarización política, esta devoción también ha sido interpretada en clave ideológica. Algunos sectores la vinculan al entorno de la Renovación Carismática Católica, movimiento que en las últimas décadas ha estado asociado mayoritariamente a posiciones conservadoras, lo que ha llevado a ciertos católicos progresistas a distanciarse.
El padre jesuita Bruno Franguelli, doctorando en Ciencias Sociales en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, reconoce que la iniciativa ha generado frutos espirituales en muchas personas, aunque también advierte de posibles riesgos. «Su objetivo es promover la conversión concreta mediante la oración y el discernimiento espiritual. Con su carisma, Frei Gilson ha despertado a millones de personas para rezar por las mañanas», declaró.
Sin embargo, el padre Franguelli teme que las oraciones en línea puedan percibirse como «un mero espectáculo con figuras mediáticas, cifras y popularidad, que genera entusiasmo devocional sin un verdadero compromiso eclesial que se traduzca en caridad y servicio a los pobres».
Asimismo, advierte sobre el uso del lenguaje de «reconquista», que podría malinterpretarse. «Sugiere una mentalidad de “nosotros contra ellos”», afirmó. «El papa Benedicto XVI recordó que la Iglesia crece por atracción y testimonio, no por proselitismo».
En redes sociales, numerosos participantes en los grupos de oración expresan su rechazo a cualquier interpretación política de la devoción. Algunos incluso critican abiertamente al expresidente Jair Bolsonaro (2019–2022), lo que indica que el movimiento ha llegado a personas de diversas sensibilidades políticas.-
(Crux/InfoCatólica)