Entrevistas

San Elías Suiza: una nueva fundación para promover la misión católica y contribuir a una «contrarrevolución cultural»

Entrevista de «swiss-cath.ch» a Ivano Zannol, de la asociación San Elías Suiza, y el Padre José G. Ansaldi, de la Orden de San Elías

«Debemos dar testimonio de Jesucristo. Aunque eso nos ponga en peligro de ser destrozados»

Hace unas semanas se fundó en Suiza la asociación San Elías Suiza (Sankt Elias Schweiz). Su objetivo es promover la misión católica y contribuir a una «contrarrevolución cultural». La asociación se caracteriza por su especial vinculación con la Orden de San Elías.

La Orden de San Elías fue fundada en 2015 por dos sacerdotes argentinos, el Padre Federico Highton y el Padre Javier Olivera Ravasi, durante una misión evangelizadora ad gentes en la meseta tibetana. Según explicó el Padre José G. Ansaldi, superior general de la orden desde noviembre de 2023, la congregación se inspira «en el espíritu heroico del profeta Elías, conocido por su ferviente celo, sus incansables predicaciones y su heroica parresía».

La orden evangeliza en zonas hostiles y remotas donde la Iglesia católica aún no está presente o ya ha desaparecido. Entre estas zonas se encuentran el norte de Sikkim (India), el Polo Norte, Laos, Malaui, Pakistán, la Amazonía y el Tapón del Darién en Panamá.

En una entrevista con «swiss-cath.ch» (que traducimos al español), Ivano Zannol, de la asociación San Elías Suiza, y el padre José G. Ansaldi, de la Orden de San Elías, hablan sobre el apasionante y, a menudo, peligroso trabajo de la orden, así como sobre las actividades previstas por la asociación.

Hace unas semanas se fundó en Suiza la asociación San Elías Suiza. ¿Cuál es el objetivo de la asociación?

Ivano Zannol: Nuestro objetivo principal es promover y apoyar las misiones católicas mediante obras de misericordia corporales y espirituales. Nos centramos en la Orden de San Elías, con sede en Ecuador, cuyos sacerdotes nos han inspirado aquí en Suiza a fundar la asociación San Elías Suiza. Uno de los objetivos declarados de la Orden es llegar a las zonas más remotas e inaccesibles de la Tierra para anunciar el Evangelio a personas que nunca han oído hablar de Jesucristo. Con este fin, organizamos y llevamos a cabo eventos aquí en Suiza, como conferencias sobre la doctrina católica o sobre la labor misionera de la Orden, así como eventos sociales en los que recaudamos fondos que se destinan íntegramente a la labor misionera. Otro objetivo de la recién fundada asociación es la «contrarrevolución cultural», es decir, la defensa de la verdad y la tradición de la fe cristiana y católica. De este modo, queremos contribuir a la lucha contra los grandes errores de la razón humana que se rebelan contra Dios y el orden creado por Él, y que tienen sus raíces, entre otras cosas, en el liberalismo, el relativismo, el marxismo, el nihilismo, el modernismo, el laicismo y la masonería.

¿Puede contarles a nuestros lectores algo sobre el origen de la Orden de San Elías?

P. José G. Ansaldi: La Orden de San Elías es una sociedad de vida apostólica de derecho diocesano, fundada en 2015 por dos sacerdotes argentinos: el P. Federico Highton y el P. Javier Olivera Ravasi. Surgió durante una misión evangelizadora ad gentes en la meseta tibetana, lo que probablemente la convierte en la única congregación religiosa fundada en ese lugar remoto. La Orden se inspira en el espíritu heroico del profeta Elías, conocido por su ferviente celo, sus incansables predicaciones y su heroica parresía [valentía para decir la verdad]. La orden recibió su primer reconocimiento eclesiástico el 3 de febrero de 2016. Su lema «Fiado en mi Dios, asalto la muralla», tomado del Salmo 18, refleja el compromiso radical con la misión en un espíritu de valentía y confianza total en la providencia divina.

La orden tiene permiso papal para predicar el Evangelio en todas las zonas no cristianas. ¿Cómo se garantiza que las personas que se han convertido al cristianismo sigan recibiendo atención espiritual? ¿Los misioneros permanecen en cada lugar?

P. José G. Ansaldi: La Orden tiene una misión apostólica especial que le fue concedida en marzo de 2021 en una audiencia privada con el Papa Francisco. Esto le autoriza a evangelizar en zonas hostiles y remotas donde la Iglesia católica aún no está presente o ya ha desaparecido. Entre ellas se encuentran el norte de Sikkim (India), el Polo Norte, Laos, Malaui, Pakistán, la Amazonia y el Tapón del Darién en Panamá. Este mandato papal pone el énfasis en la proclamación ad gentes, de acuerdo con el decreto «Ad Gentes» del Concilio Vaticano II, que vincula la evangelización con la caridad hacia los pobres. Por lo tanto, evangelizamos allí donde los obispos nos invitan a hacerlo.

Para garantizar la atención espiritual continua de los conversos, la Orden funda durante sus misiones pequeñas comunidades fijas en las que se administran los sacramentos, se ayuda a los más necesitados y se visita a los enfermos. Los misioneros de la Orden de San Elías forman líderes y catequistas locales para que la fe pueda echar raíces de manera autónoma, coordinando siempre esta labor evangelizadora con los obispos diocesanos para garantizar una integración duradera en la Iglesia local. El objetivo es que estas comunidades crezcan con el tiempo, de modo que no dependan permanentemente de misioneros externos. En Malawi, por ejemplo, gracias a la labor misionera, hoy en día hay centros parroquiales con sacerdotes locales enviados por el obispo en cuatro regiones en las que la Iglesia católica era prácticamente inexistente, después de que la Orden de San Elías construyera la iglesia y la casa parroquial. En las zonas de alto riesgo, donde las personas están expuestas a una persecución muy fuerte, se llevan a cabo expediciones apostólicas de corta duración. En estos casos, la prioridad es «sembrar las semillas» del Evangelio, que con el tiempo germinarán. Los misioneros regresan regularmente para fortalecer la fe de los nuevos conversos.

En cuanto a la permanencia de los misioneros en las zonas de misión, en muchos casos no permanecen indefinidamente en un solo lugar. Nuestro modelo de evangelización de los pueblos es un modelo itinerante («misiones apostólicas especiales») que traspasa las fronteras. De este modo, podemos responder a las necesidades apostólicas urgentes y, al mismo tiempo, confiar en la divina providencia. Sin embargo, en las misiones consolidadas se ofrece una pastoral continua, retiros y conferencias. De este modo, nos aseguramos de que las comunidades no se descuiden.

Un segundo punto central de la Orden es la «contrarrevolución cultural». ¿Cómo hay que imaginárselo?

Padre José G. Ansaldi: La «contrarrevolución cultural» es, junto con las misiones ad gentes, el segundo pilar apostólico de la Orden de San Elías. En este ámbito, tratamos de defender la verdad católica en la cultura –y por «cultura» me refiero al ser humano en toda la dignidad de su naturaleza– para que Cristo pueda reinar en la sociedad. Queremos combatir los grandes errores de la razón humana cuando se rebela contra Dios y el orden creado por Él. Errores que se multiplican en la modernidad, con todas sus fatales consecuencias para la familia, la educación, la política, etc. Inspirados por el profeta Elías, que se opuso con ardiente parresía a la idolatría de su tiempo, los miembros de la Orden tratan de «derribar» el «muro» ideológico mediante la proclamación de la verdad católica.

Esto incluye actividades como conferencias, publicaciones, vídeos en YouTube, donde el padre Javier Olivera Ravasi tiene más de 500 000 seguidores. A esto se suma un apostolado dirigido a jóvenes universitarios y profesionales que promueve la afirmación consciente de nuestra identidad católica frente a las diversas ideologías. No se trata de una mera crítica, sino de una propuesta positiva de la fe: educar para que las almas alcancen la verdad divina y puedan vivir en conformidad con ella. En esencia, se trata de una lucha espiritual que se libra en el ámbito de la cultura para salvar las almas en un mundo que ha rechazado a Cristo.

En 2024 se lanzó el proyecto Pax, cuyo objetivo es liberar a los esclavos cristianos en Pakistán. ¿Puede contarnos algo al respecto?

Ivano Zannol: En Pakistán hay actualmente muchos cristianos que viven en condiciones de esclavitud, donde, debido a sus deudas, se ven obligados a realizar trabajos forzados en fábricas de ladrillos durante generaciones. Estas personas viven con un miedo constante a la muerte y no tienen ninguna esperanza de salvación. Están expuestas a la violencia criminal, la coacción sexual y la exclusión social. A esto se suman los ataques a iglesias, los secuestros y las conversiones forzadas al islam. El proyecto Pax, dirigido por el padre Federico Highton, se ha fijado el objetivo de liberar a estas personas de la esclavitud y permitirles volver a vivir con dignidad. ¿Cómo se hace esto? Bueno, en un primer paso, se libera a estas personas de la esclavitud pagando sus deudas y sacándolas de las fábricas de ladrillos. Otra opción para liberarlas es la vía legal. Sin embargo, este proceso puede prolongarse durante años, por lo que se prefiere el rescate. En un segundo paso, tras su liberación, estas personas reciben, si es necesario, ayuda y asistencia. Esto puede consistir en un alojamiento seguro, así como dinero para comida y para la educación de sus hijos. Pero lo que reciben en cualquier caso es acceso a clases de catecismo y a los sacramentos. Recientemente, la orden ha podido adquirir terrenos en un lugar seguro, donde se está creando una comunidad que puede vivir en seguridad y libertad. ¡Una verdadera bendición para estas personas!

Usted pudo entrevistar al padre Federico Highton. ¿Qué es lo que más le impresionó personalmente?

Ivano Zannol: Sin duda, su fe profundamente arraigada e inquebrantable, así como su determinación inquebrantable de proclamar el Evangelio en las regiones más remotas e inaccesibles del mundo, a pesar de que en cualquier momento podría perder la vida. O, como él mismo dijo en la entrevista: «Debemos dar testimonio de Jesucristo. Aunque eso nos ponga en peligro de ser destrozados». Esta abnegación desinteresada por salvar almas y este amor incondicional al prójimo, tal y como nos exige nuestro Señor Jesucristo a todos nosotros, me han conmovido profundamente, me han impresionado y me han despertado una gran admiración. Para mí, estos sacerdotes son los verdaderos héroes de la actualidad y, por desgracia, ya son muy difíciles de encontrar.

Uno de los objetivos de la asociación es la evangelización y la contrarrevolución cultural. ¿Tienen ya previstos eventos concretos o similares?

Ivano Zannol: En Suiza, la asociación Sankt Elias aún está dando sus primeros pasos. Sin embargo, en noviembre pudimos sentar las bases para la fundación de nuestra asociación en la capilla Dreikönigskapelle de Baden, que la Fraternidad San Pedro nos cedió amablemente, durante una solemne misa en rito tradicional celebrada por el padre Javier Olivera Ravasi, así como con una conferencia sobre la labor misionera de la Orden de San Elías en el convento Mütter vom Heiligen Kreuz (Madres de la Santa Cruz) en Albbruck (Alemania). Se están planificando otras actividades. Por ejemplo, en abril de 2026 realizaremos una peregrinación a Roma, donde participaremos en la ordenación sacerdotal de dos seminaristas de la Orden de San Elías por parte del cardenal Raymond Leo Burke. También se están planificando unos ejercicios espirituales de dos días de duración, así como diversas conferencias relacionadas con la «contrarrevolución cultural».

Ivano Zannol (* 1970) trabaja como traductor autónomo. Está casado con una católica practicante de Ecuador. Ambos son miembros de la recién fundada asociación San Elías Suiza y profesan la fe Ave de la fundación Mission Maria. Allí es responsable de las misiones y escribe artículos editoriales para la revista Ave Maria, que se publicó por primera vez el año pasado.

José G. Ansaldi nació el 19 de febrero de 1984 en Rosario, Argentina. Creció en una familia católica muy devota. Tres de sus hermanos ya han fallecido y sus otros cuatro hermanos también se han hecho sacerdotes. Desde noviembre de 2023 es superior general de la Orden de San Elías, con sede en la provincia de Manabí, en Ecuador, y desde octubre de 2025 es rector de la casa de formación misionera «Xaverianum» en la archidiócesis ecuatoriana de Portoviejo. En el marco del proyecto Omnes Gentes, el padre Ansaldi ha participado en numerosas misiones evangelizadoras en zonas remotas, entre otras, en Malaui, Costa de Marfil, el Polo Norte, la meseta tibetana, la Amazonía ecuatoriana y la selva del Darién en Panamá.-

(Swiss Cath/InfoCatólica)

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