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Rojo intermitente: ¡peligro!

Mons Fernando Castro Aguayo:

Cuando aparece el rojo intermitente es una señal de peligro inminente. Quiero señalar que hay indicios alarmantes en relación al ordenamiento social que deben hacernos reaccionar y tomar resoluciones.

Una fuente de equilibrio social es arraigar bien el sentido de familia. La fidelidad de los esposos, la tarea común de educar a los hijos, el deseo de los jóvenes de ser amados, que les lleva a buscar formar familias mejores que las que han tenido, indica que la estabilidad familiar hay que buscarla por encima de todo y es una fuente de paz. Alegar que la libertad me permite formar o hacer cualquier tipo de familia es un desenfoque total. Cuando se buscan los orígenes de delitos o conductas disfuncionales casi siempre tienen un origen en la familia. Un uso importante de la libertad es la decisión de hacer una buena familia: hay que afanarse en ese propósito. Esto hay que propiciarlo en el horizonte juvenil, en las aspiraciones de cada joven. Por eso, nosotros los mayores debemos felicitar a los jóvenes cuando fruto de su noviazgo deciden formar una familia: ¡muy bien!

Debe aparecer el rojo intermitente cuando los legisladores buscan aprobar leyes que desestabilizan o confunden la realidad familiar. Hoy, una gran mayoría se siente vulnerada cuando se desdibuja el contexto natural y de hombre y mujer: una minoría tiene atracción hacia el mismo sexo. Estas personas merecen respeto profundo. Y muchas veces percibo que desean poder vivir en paz y armonía en las situaciones que viven. La gran mayoría no desea imponer leyes u ordenamientos que den carta de naturaleza a esas difíciles situaciones.  Son manipulaciones mediáticas e intereses económicos los que sí manipulan esta realidad.

El orden familiar, con su consecuencias afectivas, humanas, sociales y comunitarias es indispensable. Lo conseguiremos reforzando con una adecuada educación en la libertad, la decisión de hacer familia: es un don de Dios y un propósito muy noble. Ir por otros caminos es encender el rojo intermitente: una señal de peligro.

Fernando Castro Aguayo

fcastroa@gmail.com

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