Opinión

Con la luz de Barinas

Alfredo Coronil Hartmann:

El largo enfrentamiento del chavismo-castrismo y los sectores democráticos, ya lleva 4 veces más tiempo que la Guerra Federal, y, a aquella la llamamos “larga”. Ha conocido curiosos altibajos, algunos grotescos hasta las lágrimas, para los que queremos a esta tierra, con pasión propia y heredada, es un proceso lacerante.

No voy a insistir sobre causas y responsabilidades, la hora de los diagnósticos -siempre necesarios- vendrá luego, muchos son obvios, y ya están hechos, este es un momento y una oportunidad irrepetible, si el liderazgo de la oposición lo deja perder, por las causas que fuere, no debemos llorar luego sobre leche derramada

Ya la ubre de la Patria está exangüe, ha pagado con la sangre de sus hijos los errores, omisiones y, muy probablemente, las remuneradoras debilidades de algunos de los protagonistas que se han turnado en el proscenio, también, la cobardía de otros tantos líderes. Es el momento de una acción concertada y seria, con vocación de poder, de hacer Historia, Venezuela no tiene ya fuelle para otras vueltas de ruleta, no podemos jugar con un futuro que no es solo nuestro, si debe ser de todos, los vedetismos y las frivolidades no son admisibles, más aún, son criminales.

La lección dada por los votantes de Barinas no se puede perder, hay que asumirla como un hecho político fundamental, como un punto de inflexión, como un mandato histórico, y no ha sido solo el proceso exitoso de quienes encarnan la auténtica soberanía, ha sido un cambio paradigmático, de toda una manera de entender y ejercer la Política, así como, de cómo las prácticas erradas deben ser desterradas.

Una única voz, escueta y sin dramatismos debe ser la del país en esta hora, serena e irrevocable, con un solo propósito, catapultar la voluntad del pueblo y terminar con un estado de cosas simplemente invivible, que ya ha carcomido buena parte del alma nacional.
Ni nombres propios, ni apellidos, ni candidaturas obsesivas, toda individualidad que participe en la conducción, debe tener la consistencia, la templanza, los principios y la fortaleza ética, que siempre es necesario exigir a quienes conduzcan procesos de rescate y sanación del país.

El referendo revocatorio, constitucionalmente pautado para este año, debe ser otro rotundo éxito, incontrastable e inapelable.

Todos estamos escaldados de los innumerables fraudes, trapisondas y demás artilugios de los prestidigitadores de feria, gubernamentales o de oposición, que nos han estado burlando y escarneciendo, no hay tiempo, ni sangre para seguir cometiendo imbecilidades, ni verbenas en Cúcuta, ni diálogos de sordos en cualquier otro sitio, ni mesitas o “vasitos” de noche de circunstancias.

Con la luz de Barinas ejercer el revocatorio, con alto sentido orgánico (unidad) y político histórico (con vocación de poder), los esquiroles –pagados o no- no tienen cabida, ni los guisos y apetitos inconfesables, ni aquellos “predestinados a candidatos”.

Que toda la Venezuela amante de la libertad, con la sola consigna de terminar con el oprobio entreguista reinante, haga tabla rasa y reconstruya una Patria donde quepamos todos los venezolanos de buena voluntad. Ese es el mandato recibido, hay que cumplirlo, la historia nos observa y nos cobrará todas las omisiones, especialmente aquellas deliberadas!!

Ítaca 10 de enero del año 2022.

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