Cultura Católica

Los monasterios cistercienses más impresionantes de España

La Orden del Císter surgió a finales del siglo XI. Desde entonces empezaron a construir monasterios que se convirtieron en algunos de los mejores ejemplos de arte medieval

Los monasterios cistercienses son de los mejores ejemplos de arte medieval, casi siempre gótico, aunque muchos empezaron a construirse en epoca del románico.

La Orden del Císter -los ‘monjes blancos’- surgió a finales del siglo XI como respuesta al deterioro al que habían llegado las órdenes monásticas, dedicadas a disfrutar de placeres terrenales. Practicaban una vida ascética más de acuerdo con los comienzos del cristianismo.

Los primeros monasterios cistercienses eran de madera, aunque, al crecer la Orden, utilizaron la piedra. Eran sencillos, sin adornos, ya que la regla de San Benito predicaba la pobreza. Con la desamortizacion -en el XIX- desaparecieron los monasterios cistercienses masculinos, cosa que no pasó con los femeninos, de los que en la actualidad hay más de veinte.

A finales de este siglo se volvieron a habitar algunos monasterios cistercineses, conocidos entonces como trapenses. Muchos de ellos son Monumento Nacional. En Cataluña y Galicia es donde más se conservan.

Cataluña

Los tres principales -del siglo XII- forman la llamada ‘Ruta del Císter’. El de Santa María de Poblet (Tarragona) es el más importante de los cistercienses en España. Tras 105 años abandonado, en 1940 regresaron los monjes. Una treintena de ellos siguen practicando el ‘ora et labora’. Varios Condes de Barcelona y Reyes de Aragón están enterrados en él, como Pedro el Ceremonioso (levantó las murallas de 11 metros de altura) y Jaime I el Conquistador. Destacan el claustro, la sala capitular, los capiteles y el retablo del escultor Damian Forment, muy conocido en la Corona de Aragón. Es Patrimonio de la Humanidad.

En el de Santa María de Santes Creus (Tarragona), perfectamente conservado, se mantienen los bellos sepulcros de Jaime el Justo y Blanca de Anjou. La vida monástica se mantuvo hasta 1835. Las tumbas importantes están en el claustro. Los Moncada en primer lugar (para eso pagaron gran parte del monasterio) o la de Galcerán de Pinós, relacionado con el Temple. Destacan los capiteles y la fuente. En la iglesia está la tumba de Pedro el Grande (hijo de Jaime I). Fue la única que no se violó (la cubierta pesaba 1.500 kilos) y cuando se abrió estaba intacta (iba teñido de rubio y muy maquillado). Como no cabía el cuerpo se le habían cortado los pies. A su lado -en el suelo-, la de Roger de Lauria, que le protegió en vida y dicen que también después de muerto (por eso no se profanó). Monumento Nacional.

Vallbona de les Monges (Lérida) es de los pocos monasterios cistercienses femeninos existentes en España que siguen en activo. Aquí se alojaron Alfonso II el Casto o Jaime el Conquistador, que pagó su construcción. Desde el XII es habitado por monjas del Císter que nunca han abandonado el monasterio. Destacan la tumba de la Reina Violante de Hungría, el coro (donde las monjas hacen las plegarias) y el claustro (románico y gótico). Monumento Nacional.

Monasterio de Santa María la Real de Oseira, en Orense
Monasterio de Santa María la Real de Oseira, en Orense – Miguel Muñiz

Galicia

De los diecisiete monasterios cistercienses gallegos, algunos siguen funcionando como tales, en otros se conserva solo la iglesia y algunos son complejos hoteleros.

Entre los mejores está el Monasterio de Santa María de Armenteira (Orense). Levantado en el XII por un caballero llamado Don Ero, que quedó encantado por el canto de un pájaro 300 años. A la entrada, en relieve, está la leyenda. Se creía que los monjes guardaban un tesoro, motivo por el que que, a principios del XIX, fue asaltado. La desamortización de Mendizábal hizo el resto. Monumento Nacional.

Al monasterio de Oseira (Orense) se le conoce como ‘El Escorial gallego’. Tiene cuatro claustros, entre los que destaca el de los Caballeros. Es uno de los pocos que sigue funcionando. Es Monumento Nacional y, en 1990, recibió el Premio Europa Nostra a los monjes por su restauración.

Mosteiro de Santa María de Sobrado dos Monxes
Mosteiro de Santa María de Sobrado dos Monxes – Miguel Muñiz

El de Santa María de Sobrado dos Monxes (La Coruña) sigue funcionando con unos 25 monjes y para algunos fue el primero fundado en España de esta orden en 1142. Fue restaurado y ocupado nuevamente en 1950. Monumento Nacional.

El de Santa María de Monfero (La Coruña) está dentro del parque natural de las Fragas do Eume. Fundado a principios del siglo XII por el rey Alfonso VII, se renovó en el XVII, destacando su fachada ajedrezada. Monumento Nacional.

El antiguo monasterio de Santa María de A Franqueira (Pontevedra) es lugar mágico-religioso. Al lado hay un dolmen, lugar de antiguos cultos paganos. En el XIII se le confió a la orden cisterciense. Lo único que queda de aquella época es la iglesia (portada con la Adoración de los Magos); lo demás es del barroco del siglo XVIII. Desde A Franqueira parte el ‘Camiño da Raiña’, antigua senda utilizada ya en la Edad Media para comunicarse con los demas monasterios.

El monasterio de Santa María de Ferreira (Lugo), también conocido como el de las Madres Bernardas, es el unico cisterciense femenino que hay en Galicia. Tiene más de ocho siglos de historia. El recinto monástico está cercado por una muralla. En su interior destaca la iglesia románica del siglo XII y el claustro del XVI. Monumento Nacional.

Monasterio de Santa María de Valdediós, en Villaviciosa, Asturias
Monasterio de Santa María de Valdediós, en Villaviciosa, Asturias

Asturias

La Iglesia de San Salvador de Valdediós, ‘El Conventín’, es el único monasterio cisterciense asturiano. Fue fundado a principios del siglo XIII bajo el auspicio real de Alfonso III (848-910) y consagrada en el 893 por siete obispos, según reza la lápida que se conserva en la capilla lateral sur. La vida monástica continuó hasta el XIX (Guerra de Independencia) y las desamortizaciones de Mendizábal. Durante los últimos años se ha intentado -sin exito- que recobrara su función. Destaca el claustro. Monumento Nacional.

Monasterio de Sta. María La Real de Las Huelgas
Monasterio de Sta. María La Real de Las Huelgas

Castilla y León

Hay unos 40 monasterios del Císter, casi todos abandonados, en ruinas o en proceso de restauración. Con Alfonso VII entra la Orden, aunque su gran impulsor fue Alfonso VIII.

El monasterio de Santa María de Huerta (Soria) tiene un claustro herreriano del XVII. Este monasterio ha sido cisterciense siempre, salvo desde la exclaustración de 1835 a la restauración de 1930. Monumento Nacional.

Santa María la Real de las Huelgas (Burgos) es el principal monasterio cisterciense femenino en España. Fue fundado en 1187. De la muralla original que rodeaba el conjunto se conservan dos puertas. Del interior destaca la iglesia, la bóveda del crucero, y ocho arcos. Monumento Nacional.

En León hay numerosos monasterios, entre los que destacan los de Carracedo, Sandoval, Gradefes, Carrizo y San Miguel de las Dueñas (este último femenino).

Y habría que mencionar también los de San Andrés del Arroyo (Palencia), Sacramenia (Segovia), Santa Espina (Valladolid) y San Martín de Castañeda y Moreruela (Zamora).

Monasterio de Veruela
Monasterio de Veruela – Fabián Simón

Aragón

De los 19 monasteriores aragoneses destacan los de Piedra, Rueda y Veruela (los tres en Zaragoza), de finales del XII y principios del XIII, con rasgos mudéjares. El tercero es el más románico, inmortalizado por Bécquer. El de Santa María de la Gloria, en Casbas de Huesca, fue cerrado en 2004. Todos ellos Monumento Nacional.

Navarra

El Monasterio de Fitero, en Navarra, nació alrededor de 1140. Se disputa con el gallego de Sobrado ser el primero de la península. Después vendrían los de La Oliva, Leyre e Iranzu. Todos Monumento Nacional.

La Rioja

El único cisterciense es San Salvador de Cañas. Fue de los primeros femeninos. Está habitado por monjas y es Monumento Nacional.

Santa María la Real de Valeiglesias, en Pelayos de la Presa
Santa María la Real de Valeiglesias, en Pelayos de la Presa

Madrid

Santa María la Real de Valdeiglesias, en Pelayos de la Presa. Del siglo XII, actualmente en ruinas.

Castilla-La Mancha

San Benito, en Talavera de la Reina (Toledo), se remonta a época visigótica y en 1300 se hizo cistercense. Hoy sigue perteneciendo a la Congregación de San Bernardo de Castilla. El de Bonaval, en ruinas, tiene una iglesia que se está intentando rehabilitar.

Andalucía

San Isidoro del Campo, en Santiponce (Sevilla), es gótico-mudejar, y es el que está más al sur. En el X pasó de manos cistercienses a la de los jerónimos. Es grandioso. Destaca el Retablo Mayor de Mártinez Montañés. Monumento Nacional.

Otro que hay que destacar es el de Santa María de las Escalonias, en Hornachuelos (Córdoba), que fue habitado por un abad y dos monjes en 1986. Es la única comunidad monástica masculina de toda Andalucía.

Baleares

El Monasterio de Santa María de la Real, en Mallorca, pertenece actualmente a los Misioneros de los Sagrados Corazones.

Comunidad valenciana

El Real Monasterio de Santa María de la Valldigna fue expoliado. El claustro acabó en el Canto del Pico de Torrelodones como regalo a Franco. Mejor conservado es el de Santa María de Benifasar, declarado Monumento Nacional y actualmente cerrado.-

César Justel/ABC de Madrid

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