Iglesia Venezolana

Iglesia venezolana introduce la causa de los santos de los cofundadores de Fe y Alegría

Abraham y Patricia Reyes fueron quienes cedieron su casa para la construcción de la primera escuela de este movimiento de educación popular, uno de los más grandes del mundo

(Fabiana Ortega – RCL)

Este jueves 12 de mayo, desde el Santuario Nuestra Señora de La Candelaria, el Administrador Apostólico de Caracas, Cardenal Baltazar Porras, anunció el envío a la Congregación de los Santos, en Roma, de la solicitud de Nihil Obstat (nada impide) para el inicio del proceso de reconocimiento de las vidas santas de Abraham Reyes y de su esposa Patricia García de Reyes, cofundadores del Movimiento de Educación Popular Fe y Alegría.

«De gente sencilla es que surgen grandes obras», dijo su Eminencia al referirse a este matrimonio que, teniendo 13 hijos, donó su casa para la construcción de la primera escuela de Fe y Alegría,
a fin de garantizar la educación de los más pobres y vulnerables en el oeste de Caracas para la época.

Para el Director Nacional de Fe y Alegría, Manuel Aristorena, el gesto de esta pareja venezolana dimensiona el valor de la generosidad con el cual nació Fe y Alegría. «Eso nos da sostenibilidad y fidelidad y se mantiene firme entre nosotros. Y este es el primer ‘milagro’ de la pareja: que Fe y Alegría siga firme más allá donde termina el asfalto». Cardenal explicó que esta Causa nació en Caracas y está a cargo de la Vicaría de la Santidad que representa aquí (en Caracas) el Padre Geraldino Barrachini, quien también estuvo presente en el encuentro con los medios.

Una vez recabada la información se envía a Roma para su aprobación, la cual conllevaría al título de «Siervo de Dios», el primero de los cuatro pasos para alcanzar la santidad.

El proceso de Beatificación de los Reyes arranca con la instalación de un Tribunal Diocesano ante el cual se debe consignar toda la información «de quiénes eran estos señores, qué hicieron en su vida y sobre todo expresar qué significa para nosotros que la vida de esta pareja sea modelo para la sociedad», explicó Porras, en compañía de S.J José Agustín Lazcano, Promotor Diocesano de la Causa.

Es posteriormente cuando el expediente, con testimonios de su vida, se envía a Roma para su eventual aprobación. Ya alcanzado el título de «Siervo de Dios» y luego «Venerable», los devotos harán oraciones de intercesión «para que mediante un favor o un milagro, aprobado por la Santa Sede, sean declarados Beatos».

Se espera sea en el primer semestre de 2023 cuando se pueda enviar el expediente con todo lo solicitado por la Congregación para las Causas de los Santos.

En este sentido, para el Padre Lazcano, el hecho de que Fe y Alegría esté en 23 países y con posibilidades de que se abran otros centros educativos del Movimiento en Asia y África, se trata de «el mejor producto de exportación venezolano».

«La devoción a José Gregorio Hernández desborda los límites de Venezuela. La Devoción por Abraham y Patricia Reyes estoy seguro desbordará las fronteras de Venezuela por la presencia de Fe y Alegría en el mundo», agregó su Eminencia.

A la rueda de prensa con los medios también asistió el obispo auxiliar de Caracas, Monseñor Carlos Márquez, el vicario de Medios de la Arquidiócesis de Caracas, Presbítero Honegger Molina, así como familiares directos de la familia Reyes.

Una obra de la Virgen

Abraham Reyes (1917-1988), oriundo de las montañas de Churuguara en el estado Falcón, y Patricia García de Reyes (1924-2006), de Barlovento, estado Miranda, fueron dos campesinos que se conocieron hacia el año 40. Se casaron, por mediación de la Santificadora del Hogar, de los Padres Jesuitas, en la Iglesia San Francisco de Caracas. En 1948 empezaron la construcción de su casa, en el barrio 18 de Octubre (pocos metros más arriba de la boca del túnel de Catia de la actual autopista). La hicieron de dos pisos, pensando en el futuro de sus hijos, pero al final el espacio fue destinado para la educación de los más pobres.

«Yo siento a Fe y Alegría como una obra de la Virgen. Yo le ofrecí el rancho que había hecho y ella lo aceptó. Yo rezo el rosario todos los días, y cada día pido por Fe y Alegría. Yo le digo: “Virgen Santísima, alégrate porque esa es tu obra”. Y cada día le doy gracias porque pude poner mi granito de arena y le pido que sea siempre el mismo, que nunca me sienta orgulloso, que sea sencillo, humilde, como ella lo fue. Yo amo a la gente sencilla, a la gente del campo, a la gente
analfabeta, yo amo al oprimido, y le pido a la Virgen que me haga uno de ellos, que sea pequeñito, que sea como una basurita, que sea como el que no vale nada. Que nunca me considere como algo grande porque yo no soy digno. Fe y Alegría es obra de todos: yo lo que hice fue poner mi granito de arena, como otras muchas personas lo están poniendo», dijo Abraham en una de las tres entrevistas que le hicieran y que recopiló el archivo de Fe y Alegría.

 

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba