Fabiana Ortega – RCL

Desde que Cáritas Venezuela se constituyó en Venezuela como organización de promoción y asistencia de la Iglesia Católica que fomenta la caridad y está al servicio de los más pobres y sus comunidades cristianas, en 1997, ha crecido considerablemente: Según se refleja en su página oficial, actualmente están distribuidos en 412 Cáritas Parroquiales y 30 Cáritas Diocesanas, entre ellas Cáritas Caracas.

Su director, Gerardo Suárez, ofrece a RCL un balance sobre el primer semestre de 2022. Advierte que solo en el primer semestre de este año, alcanza de forma cercana la cifra de beneficiados que atendieron solo en 2021, gracias al esfuerzo y entrega de más de 250 voluntarios involucrados en la ciudad capital.

«En 2021 alcanzamos a beneficiar a 184 mil personas. En lo que va de este año, registramos 173 mil beneficiados en 25 parroquias«, puntualiza.

La pandemia del Covid-19 no ha detenido su acción pastoral. Al contrario, explica que, de la mano de las distintas Cáritas Parroquiales, se han ajustado a los nuevos tiempos, siempre enfocados en ser un signo de esperanza y de solidaridad entre los más vulnerables, sin ningún fin lucrativo.

La realización de las denominadas «Ollas solidarias», donde se les entrega un plato de comida a la comunidad, así como la entrega de bolsas de alimentos, el banco de medicamentos, las jornadas de atención médica y de aseo personal son parte de las actividades que impulsan.

«Por la situación país que vivimos, la gente no tiene qué comer ni tiene medicinas. Es una forma de ayudar a las personas», señala Suárez quien está al frente de la dirección desde 2018.

También brindan asistencia jurídica — la mayoría de los casos referidos a la ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente; y otros, a tema de inmuebles—, así como también brindan ayuda para aseo personal e incluso entrega de ropa (4500 beneficiados, hasta ahora) y, ya de forma puntual, algunas canastillas con ropa para bebé, biberones, etc.

Ollas Solidarias

Se realizan en las distintas parroquias de la Arquidiócesis de Caracas. Algunas de forma quincenal; otras, de forma mensual. Por ejemplo, la Basílica Santa Teresa, explica Suárez, la realiza dos sábados al mes. San Benito, por su parte, una vez al mes. 

«Para estas ollas solidarias no es obligatorio ni es imprescindible registrarse de forma previa. Van dirigidas a la comunidad en general, formen parte o no de la parroquia: niños, adultos, personas en situación de calle, personas de la tercera edad. Ahorita va mucha gente de la tercera edad por la situación económica del país y las limitantes en el pago de las pensiones», comenta Suárez al tiempo que precisa que a la fecha han entregado 136 mil platos de comida.

«Muchas son donaciones de alimentos que llevan a la Iglesia», explica.

Jornadas de atención médica

«Al mes de julio rozamos las 5 mil personas beneficiadas en las jornadas de atención médica, pequeñas o grandes que hemos hecho este año», dice Suárez.

Estas jornadas, por lo general, involucran a profesionales de la salud en más de 10 especialidades, entre ellas: pediatría, cardiología, medicina interna, medicina general, odontología, dermatología, gastrología. También ofrecen desparasitación en niños y atención veterinaria. 

La más reciente fue la realizada en La Vega. Se espera que en septiembre se realice una jornada en la parroquia El Valle.

Actualmente también cuentan con cuatro bancos de medicamentos en: Catia, Vista Alegre, Basílica Santa Teresa y en Petare, aunque esta última ya forma parte de la recién creada Diócesis de Petare.

«Las personas tienen que llevar su récipe vigente y su informe médico. Y si tenemos el medicamento, lo damos sin ningún costo», comenta Suárez.

Según el registro que llevan, han atendido en lo que va de año a 12 mil personas. Entre los medicamentos más solicitados destacan Diclofenac y Losartan, así como también algunos hipertensivos. «Los de diabetes y los de Parkinson también son muy solicitados», añade Suárez. 

La mayoría de estos medicamentos también resultan de las donaciones personales de feligreses que se acercan a las Cáritas Parroquiales. Sin embargo, hay otros que llegan a través de donaciones en el exterior, a través de distintas asociaciones y federaciones, una de ellas es la Asociación Latinoamericana en Italia y la Federación de venezolanos, en Galicia.

Bolsa de alimentos

Recientemente Cáritas Caracas inauguró dos comedores en Brisas del Paraíso para garantizar el almuerzo, de lunes a viernes, a los más vulnerables de la comunidad. 

Otros sectores como La Vega y Carapita también cuentan con su comedor para brindar asistencia, principalmente a niños, embarazadas y lactantes.

«Todos son muy necesitados. En algunos barrios, la Iglesia ha tomado mucho más cuerpo y está ayudando mucho más: En la parte alta de La Vega, por ejemplo, ellos están atendiendo mensualmente unas 9 mil personas», sostiene Suárez.

El laico como protagonista

A juicio del director de Cáritas Caracas, la iniciativa del Papa Francisco con una Iglesia en salida, le brindó la oportunidad a los laicos de ser más participativos. «La Iglesia tiene que convivir con el laicado. El laicado apoya mucho al sacerdote», dice.

En Venezuela, Suárez destaca el liderazgo laical femenino, pese a que la mayoría de las Cáritas son dirigidos por sacerdotes o diáconos. 

En su caso, también como laico, manifiesta que la mayor satisfacción que ha tenido es «ver la sonrisa en la persona que tú le ayudas con algo». «Es un pago muy grande», dice.

«A título personal, me ha ayudado mucho a formarme y aprender del otro. En la ayuda de los demás, aprendes», agrega Suárez, quien también destaca la nobleza y solidaridad del venezolano, aún con sus limitaciones. 

De cara a 2023 espera cristalizar alianzas con instituciones internacionales para garantizar la dignidad de los más vulnerables en Venezuela, al tiempo que explica que se centrará en fomentar la formación de nuevos voluntarios así como la capacitación de los mismos beneficiados.

«El 90% de lo que nosotros estamos haciendo es asistencia. Y solo el 10% es ‘medios de vida’. Y nosotros debemos ir hacia medios de vida, donde la persona tenga un medio para subsistir. Hay que capacitarlo, enseñarlo en algún oficio para salir adelante: Cursos de panadería, repostería. Bisutería. barbería. Está demostrado que, incluso a los migrantes, les va mejor si saben hacer al menos un oficio», dice.

Quienes deseen ser voluntarios de Cáritas Caracas pueden ponerse en contacto a través de su cuenta en Instagram: @caritasccs y quienes deseen colaborar con alguna donación pueden acercarse a algunas de las Cáritas parroquiales o a la oficina central ubicada en la avenida Venezuela cruce con Sorocaima, en El Rosal.