Trabajos especiales

Globalización, ocaso o reglobalización

Una limitación selectiva de la soberanía puede mejorar el funcionamiento del sistema democrático, no está garantizado que todas las limitaciones implícitas en la integración de mercados vayan a funcionar...

Jesus Mazzei Alfonzo:

Concepto que está sometido a constantes revisiones teóricas hoy más nunca, debido a una realidad elástica, líquida, cambiante, volátil, compleja e impredecible como el mundo contemporáneo de hoy, debido a los efectos de la pandemia COVID-19 y las consecuencias de la guerra de rusia contra Ucrania, y una probable recesión global en el horizonte. Es un concepto-puente de las relaciones internacionales, lo es definitorio. Pues bien, para ubicarnos en primer lugar en su centralidad conceptual, tomaré el concepto de globalización, que una vez nos legará ese brillante politólogo latinoamericano Luciano Tomassini, definición que a mi modesto parecer goza de una sólida perspectiva, y estimo y reitero es una de las que tiene mayor consenso en la comunidad académica y de la cual pueden partir nuevas reinterpretaciones, él cual lo refirió como: «…un proceso de difusión de ideas, valores, formas de producción y de comercio, procesos y productos, diseños organizativos y formas de conducta, a través de las fronteras nacionales. Un proceso, por lo tanto, que está conduciendo a una creciente articulación e interdependencia de todas las sociedades…». Añadiría que por las interconexiones e interrelaciones que la extrema movilidad que produce la globalización implica una extrema competencia, que reduce drásticamente la capacidad de actuar de los gobiernos en muchos ámbitos, hoy las fronteras son más móviles y liquidas.

En ese sentido, una sociedad internacional globalizada en su faz o cara política, como la actual es compleja por el tipo de relaciones que se dan entre las diferentes dimensiones de la globalización y por otra parte, por la sofisticación de las mismas en su definición, por su interdependencia y articulación, por los múltiples factores de las nuevas relaciones espacio-tiempo, por el dominio creciente de lo que es reflejo de la acción social, que mantiene la incertidumbre sistemática tanto en el plano individual como en el colectivo, ya que esto afecta de antemano las posibilidades de anticipar intereses, necesidades y comportamientos.

Así las cosas, una limitación selectiva de la soberanía puede mejorar el funcionamiento del sistema democrático, no está garantizado que todas las limitaciones implícitas en la integración de mercados vayan a funcionar, esta es una gran interrogante.

De allí, que en politología en ese sentido, se habla de «delegación democrática», esto es, la idea de que para obtener mejores resultados, hay ocasiones en las que el soberano tal vez prefiera circunscribir su poder (apelando a compromisos internacionales o delegando poderes a agencias autónomas).

Por tal razón, la consideramos efectivamente un proceso multidimensional caracterizado por seis principales vertientes interrelacionadas: La militar, económica con sus dos subdivisiones : la financiera y la comercial, la comunicacional/cultural, la científica,/tecnológica, la ecológica/ambiental y por última la política no por ser la última la menos importante, pero determinante de las relaciones internacionales actuales y el rol de los estados en la estructura internacional y de los diversos actores políticos que la componen internamente y su relación dialéctica con sus pares en otros lados de esa estructura nacional y subnacional (la sociedad civil y la política).

En efecto, en la globalización política reside el avance contemporáneo de las ideas de la democracia y de sus regímenes democráticos( hoy puesto en duda por la creciente autocratización y surgimiento de neopopulismos de izquierda y derecha) en una forma que va más allá de la representación a una democracia participativa más inclusiva como lo aspiraban los pensadores democratacristianos Mounier y Maritain. Esto se manifiesta en la mayor defensa de los derechos humanos, transparencia, sistemas pluripartidistas con mayor competencia electoral entre otros elementos estructurales.

Como también afirmó en un brillante artículo publicado hace unos años mi maestro el politólogo venezolano el Dr. Carlos Romero: «El término es confuso, pero al popularizarse sirve para identificar un proceso no uniforme, contradictorio y complejo, el proceso mediante el cual, tanto desde el punto de vista político como desde el punto de vista económico, se observan profundos cambios en la estructura internacional contemporánea…».

Desde el punto de vista político estos cambios se caracterizan por tres procesos fundamentales: se tiene en primer lugar la ampliación del número de actores internacionales que van más allá de los Estados y donde participan actores no estatales también. Esto no significa que el Estado desaparezca a corto plazo, pero tiene que convivir con un mundo con el cual se relaciona por varias vías, el mundo de los organismos multilaterales, y de las organizaciones transnacionales, el cual se ha denominado «la sociedad civil internacional». Por otra parte, siguiendo al autor la agenda de problemas mundiales se amplía hacia temas no políticos de suyo, pero que se politizan, tal como el comercio o el medio ambiente o cambio climático, terrorismo. En tercer lugar, es necesario mencionar el importante flujo de información internacional y la «cercanía del conocimiento», todo lo cual atenta contra la tradicional manera de tratar los temas diplomáticos y comerciales, como la idea del secreto y del manejo confidencial de las relaciones internacionales, amparado por ya obsoleta visión dicotómica de la política externa separada de la política interna (la soberanía puesta en discusión, hoy aún más con la flagrante violación de ella por Rusia). Como se observa su faz política es rica, amplia y compleja.-

jesusmazzei@gmail.com

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