Opinión

Para ir a elecciones por consenso o primarias, hay que pensar primero en el país

Egildo Luján Nava:

A medida que avanza el tiempo, la situación socio política del país, al igual que en el resto del mundo, se hace más compleja. Es monótono y repetitivo enumerar los problemas, carencias y males que aquejan a los venezolanos y que, en tantas oportunidades, se han comentado. Consecuencialmente, la diáspora ya sobrepasó la cifra de 7 millones de ciudadanos que sufren y mueren  en el intento de encontrar lo que no logran en su Patria. Y asumiendo todo tipo de males, peligros y atropellos en la ruta del escape, mientras,  lamentablemente, la cifra sigue en aumento.

Internamente, el hambre es ya endémica. Más del 80% de la población la sufre en escalas de morbilidad, y ya llega a casos extremos. Las protestas ciudadanas se cuentan a diario por decenas y a nivel nacional, mientras que la dirigencia política opositora pareciera no entender que, anteponiendo diferencias, ambiciones e intereses personales entre ellos, dificultan y minimizan el necesario apoyo o credibilidad de la gran mayoría de los ciudadanos que conforman la sufrida población tanto militar como civil. Y teniendo siempre presente que la numerosa e importante población militar, está integrada por los que están en los cuarteles, como las decenas de miles que están en condición de retiro, y por sus familiares civiles, es decir, de quienes sufren igualmente el hambre, la miseria y el desencanto.

En un país bajo un RÉGIMEN impositivo, arbitrario y corrupto, que, a su vez, controla todos los poderes públicos, también

ha logrado atomizar los partidos políticos y a la mayoría de sus dirigentes, a la vez que luce normal que también los sometan al encarcelamiento, persiguiéndolos o amedrentándolos. Mientras que, a la vez,  controlan a los medios de comunicación, y  siembran desesperanza y hambre, mientras hacen difícil creer que, ir a un proceso electoral  en esas condiciones para definir el futuro del país, se puedan dar resultados positivos y lograr un cambio de gobierno.

Definitivamente, lo único que puede cambiar a positivo  esta ecuación, es la conformación de la UNION en un gran frente nacional, sin banderas partidistas, y RESCATAR la credibilidad, confianza y esperanza del pueblo para lograr que esa gran mayoría, en efecto, concurra a una elección general con un solo frente y un mínimo de abstención.

El concepto de unidad tiene que ser una verdad materializada en un hecho político dominante. El objetivo no puede ser otro que todos unidos, con una sola bandera de libertad, justicia y progreso, sin que se antepongan ventajas o intereses personales o partidistas en esta importante tarea.

El RÉGIMEN, en su afán de perpetuarse y con la idea de legitimarse, está dispuesto a ir a unas elecciones, pero conservando sus controles y ventajas, especialmente en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Pero, además,  considerando haber logrado su gran objetivo de atomizar  la oposición en decenas de candidatos y partidos aspirantes. Es decir, a  quienes, en su gran mayoría, por codicia, narcisismo, intereses personales o por ingenuidad,  plantean ilusamente que pueden ganar elecciones.

La única forma de poder derrotar al régimen en un futuro proceso electoral  (Aún y con todos lo poderes sometidos a  la voluntad del mismo), es concurriendo al proceso, unidos en un solo frente, CON UN CANDIDATO ÚNICO escogido preferiblemente por consenso. Y, en segunda instancia, en elecciones primarias que implican costos, movilización, organización y garantías de presencia física regional y más divisiones para evitar maromas mañosas, como de descalificaciones a última hora de parte del régimen.

En cuanto a los seleccionados para ir a primarias o al objetivo de alcanzarlo seleccionado por consenso, en ambos casos, deben estar libres de acusaciones, y que tampoco estén implicados o relacionados de alguna forma en casos como son los de «Monómeros Colombo Venezolanos»  u «Odebrech». Ante casos como esos,  que serán con toda seguridad puestos a la orden del día y usados para acusar o descalificar, pudieran hacer posible que le permitan al régimen inhabilitarlos, o que ya estén inhabilitados políticamente por el mismo grupo, logrando perturbar el proceso.

Sería conveniente que el seleccionado por la oposición  tenga experiencia comprobada en administración pública en cargos importantes. De igual manera,  ser un profesional universitario y que presente anticipadamente un programa de gobierno de obligatorio cumplimiento, además de  aprobado y rubricado públicamente, como acompañado por un gabinete de gobierno de altísimo nivel (Dream Team). Asimismo, de ser posible, integrado por los mejores, contando con tantos valores venezolanos  capacitados, aun cuando están fuera o dentro del país, independientemente de su inclinación política. El propósito es que se conforme así una  INTEGRACION multidisciplinaria, y que le garantice al país una pacífica, rápida, honesta y eficiente recuperación económica y social de esta sufrida Patria.

 

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