Mons Fernando Castro Aguayo:
Un coro de “puristas” cuando ve la devoción del pueblo sencillo, herencia de una fe cristiana inculturada durante cinco siglos, podría sorprenderse y hasta criticar.
Pedir la bendición a los padres y mayores, hacerse la señal de la cruz al pasar por una iglesia, el deseo de bautizar a sus hijos, visitar los santuarios donde se venera a la Madre de Dios, vivir las fiestas patronales, venerar a los santos, manifiesta una gran religiosidad; los padres despiden a sus hijos diciéndoles “Dios te guarde” o ante una buena noticia decimos la expresión “bendito sea Dios”. Son muchos ejemplos, que cuando uno reflexiona, sorprenden.
Es la religiosidad de nuestro pueblo, de la gente sencilla que quizá todavía necesita experimentar lo profundo de la fe en Jesucristo, hombre verdadero que lloró, se fatigó, trabajó y que luego, con una profunda convicción, de su misión se entrega a la muerte horrorosa de la Cruz, y al tercer día resucita, para ascender a los cielos y enviar al Espíritu Santo que da aliento a doce hombres para ser proclamadores de la profunda verdad de Cristo vivo y resucitado, redentor del mundo. Él llama a cada uno a construir un reino de “santidad y de gracia, de verdad y de vida, de justicia de amor y de paz”, cada uno en el lugar que le tocó en la vida, dónde debe estar.
No son simples expresiones de profunda o superficial veneración sino más bien manifestaciones de una fe que debe tratar de alcanzar la vida diaria,
En estos días, un hombre ya mayor me decía que él antes jugaba, se trasnochaba, llegaba tarde a su casa, no escuchaba a su mujer, los hijos reclamaban su presencia. Ahora, dice, eso lo veo en el pasado, lejos, porque me encontré con Jesucristo. ¿Cómo es ese encuentro? El Señor tiene sus caminos. Son modos muy variados. Sin embargo, hay rasgos que muestran que el terreno está abonado para ese encuentro que se da ordinariamente en las circunstancias ordinarias de la vida de cada uno.
La profunda veneración por el Señor, por su madre bendita y por los santos es un gran tesoro de nuestro pueblo.-
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