Opinión

Lecturas sorprendentes(I)

Resulta una maravillosa sorpresa-para mí- ese re descubrimiento de nuestra prosa literaria

 

Gloria Cuenca:

 

Gracias al buen amigo Antonio Paiva, participo en un chat de ilustrados lectores. (Además, magníficas co-administradoras.) Imagino que, los compañeros digitales, pasan la mayor parte del día leyendo, para poder estar al día y renviarnos a todos los participantes: libros, críticas, entrevistas, reportajes, ensayos, opiniones y demás cuestiones que se puedan decir de esas sabrosas, interesantes y nunca suficientemente ponderadas lecturas.

Reconozco, a pesar de seguir las indicaciones de mi difunto esposo, Adolfo Herrera, quien decía: ¨Hay que leer dos y, hasta tres libros a la vez, si no, el tiempo no alcanza.”, no logro agotar la lectura con todas las recomendaciones que hacen en tan prestigioso grupo. A diario, actualizan el envío de libros, revistas, comentarios, artículos y ensayos, entre otros. Sí alguno de los miembros se sale del tema, allí está Antonio y varios vigilantes silenciosos, para recordarnos que no podemos salirnos del tema de” lectura para reflexionar.”  Ocurrieron desencuentros que rápidamente, han alcanzado, mediante la cortesía y” buenas maneras” el equilibrio necesario para seguir adelante

He tomado como referencia, dos de los libros recomendados por el grupo: “El Infinito en un Junco” de Irene Vallejo y “No será la Tierra” de Jorge Volpi. Para mí, entre los más impactantes. Mientras, escribo estas líneas, los leo al mismo tiempo. Mi hijo, por su parte, me regala un libro de García Márquez de crónicas y reportajes, (El escándalo del siglo) que también leo con entusiasmo. He leído con fervor, otros libros recomendados por el grupo, pero, la verdad, la delicia que he sentido con el de Irene Vallejo, solo es comparable a aquellas primeras lecturas de mi infancia, casi adolescencia, con las que mi padre, me obligaba, y que después resultaron apasionantes e ineludibles para mí: los bellos libros de Louise May Alcott, cuya casa tuve el privilegio de visitar, cerca de Boston; los de Julio Verne, que me encantaban, aun cuando algunos me aterrorizaban; las maravillas de Mark Twain que me trasladaban al Sur de los Estados Unidos, con alegría y eterno disfrute de la vida. Recuerdo, además el descubrimiento de Charles Dickens. Memorable para mi hermano y para mí. Con alegrías y tristezas. Eso me pasa con “El Infinito en un Junco”; mientras “No serás la tierra” del mexicano Jorge Volpi, asombra,  estremece, a la vez, deleita conocer a una generación de escritores latinoamericanos, que no quedan atrás de aquellos del famoso “boom”, que tantas algarabías y felicidad nos produjo en su momento.

El 14 de noviembre, un día antes de mi cumpleaños, recuerdo, que nuestro Adriano González León, (QEPD) habría llegado a los 91 años; yo cumplí 82. Compartía el cubículo, la oficina en la UCV, con Adriano, cuando apenas me iniciaba en la docencia, en la entonces Escuela de Periodismo. Su admiración por la inteligencia, la cultura, el conocimiento, y el buen hablar eran constantes. Sus reflexiones, fueron una especie de cátedra para mí, siendo muy joven, comenzaba a ser profesora.

Otro comentario: en el grupo de eruditos de lectura, -así los considero- han manifestado, varios, que no les gusta la manera de escribir de Isabel Allende. No me siento con la autoridad suficiente para disentir de los compañeros; sin embargo, a mí me encanta Isabel Allende. Reconozco, sus libros tienen altibajos. Termino de leer, antes de sumergirme en los 3 libros – que he comentado- el último que ella escribió: “Más allá del Invierno”. Lo devoro de un tirón. ¿Cómo se hace? Es un libro con un misterioso asesinato y una suave historia de amor.  Me encanta su manera de escribir. No lo puedo remediar: es de mis escritoras favoritas.

Además de la lectura, les cuento: la impresión que me da, tanto el libro de Vallejo, -su acuciosa investigación- como la transformación del planeta, a la caída de la URSS en 1990, en la voz de Volpi. Resulta impresionante, la erudición de los creadores. Al recorrer sus biografías, sus aportes y su enorme proceso de desarrollo cultural, tomamos consciencia: no es fácil superar las investigaciones y hallazgos -que cada uno en su especialidad- hicieron para producir estas obras. De repente caigo en cuenta:  los escritores traspasaron las fronteras de todo el planeta; con millones de ejemplares reproducidos en múltiples lenguas. Ambos de origen latino: ella española, él mexicano. Resulta una maravillosa sorpresa-para mí- ese re descubrimiento de nuestra prosa literaria. Soy afortunada de encontrarme en ese grupo. Es una ruta para el acercamiento a nuestra extraordinaria y ascendente literatura.

Interesante destacar que hay, escritores de habla española y otros de diversas latitudes. En mi opinión, los iberoamericanos marcan una pauta y dejan una huella  especial en estos tiempos complejos y difíciles de la humanidad. ¡Gracias, por las lecturas recomendadas!.-

 

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