Opinión

Los dos éxodos

Aun cuando estamos festejando la libertad, sentimos un profundo dolor por los 59 cautivos que se encuentran en la oscuridad y en condiciones miserables en las catacumbas de Gaza

Miguel Truzman:

 

Nos encontramos rememorando la salida de los Israelitas de la esclavitud en Egipto, acaecida en el 1446 A.E.C., después de 430 años de su llegada a ese Imperio, con 70 almas buscando alimento y refugio, pero con el transcurso del tiempo se hicieron una inmensa población que fue esclavizada y sus varones recién nacidos eliminados.

 

Como relata el Libro de Éxodo, el Segundo Tomo del Pentateuco, Moisés quien al nacer se salvó milagrosamente del exterminio, para cumplir una gesta extraordinaria que el Creador le tenía encomendada, sacar a su pueblo de la esclavitud, lo cual de adulto y aun a pesar de haberse encumbrado como príncipe de Egipto ejecutó con tesón y firmeza, doblegando la voluntad férrea del Faraón, quien no pudo resistir las 10 plagas que azotaron su Reino, dando la autorización para la liberación de los Israelitas, que apresuradamente salieron, se estima en más 600.000 hombres adultos, más mujeres, niños y ancianos que  formaban parte de esa inmensa caravana que se adentraba en el desierto en búsqueda de la tierra prometida por el Creador al Patriarca Abraham, pero ese no fue el único éxodo, hay otro del cual hablaremos más tarde.

Si bien se dice que los antiguos Israelitas salieron de Egipto con grandes fortunas y la prueba de ello la podemos ver en la construcción del Becerro de Oro, cuando impacientes a las faldas del Monte Sinaí, al no ver llegar a Moisés quien se encontraba en la cúspide de la montaña, pernoctando por 40 días con sus noches a la espera a la Ley del Creador para la humanidad, Los Díez Mandamientos, La Torá, se postraron ante una figura, a la usanza egipcia a lo que se le llamo “El pecado original”.

 

Los modernos Israelitas de Egipto no tuvieron tanta suerte, en cuanto al aspecto patrimonial se refiere.

 

Existió una vibrante, importante y numerosa comunidad judía en Egipto, que formaban unas 60.000 almas, desarrollando tareas que fortalecieron la economía en el ramo financiero y comercial, lo que impulso definitivamente la capacidad productiva, generando grandes volúmenes de importación y exportación de productos y servicios de dicho país.

 

También tuvieron gran auge en el mundo cultural con el compositor Daoud Khird Levi así como el escritor y poeta Yaqub Sanu, entre otros.

 

Estamos hablando que el reasentamiento de los judíos en Egipto tuvo siglos de prosperidad y quizás uno de los más emblemáticos personajes judíos que vivió en Egipto fue Maimónides quien aunque nació en España en el 1138, se mudó al Cairo en el 1166 donde permaneció hasta su muerte en el 1204.

 

Maimónides llego a ser médico personal del visir del Sultán Saladino, escribió la guía de los Perplejos, Mishné Torá, que es el código legal del judaísmo y varios tratados médicos.

 

También podemos mencionar al prominente Saadia Gaon anterior a Maimónides quien vivió entre 882 al 942 de nuestra era, fue un gran filósofo, teólogo y líder religioso judío, quien nació en Fayum – Egipto.

 

Se puede decir con propiedad que por 13 siglos hubo un desarrollo muy importante, que lamentablemente se empezó a resquebrajar hace poco menos de 100 años, cuando llegaron al poder movimientos fascistas con otros grupos como la Hermandad Musulmana.

 

El deterioro del ambiente fue muy virulento por el odio y la persecución que fue increccendo con el establecimiento del Estado de Israel en 1948 y las sucesivas guerras como la crisis de Suez en 1956, la guerra de los 6 días en 1967 y la guerra del Yom Kipur en 1973, que produjo un segundo éxodo de Egipto, aunque paulatino también fue definitivo.

 

Todas las propiedades, industrias, cuentas bancarias, comercios judíos fueron confiscadas y se estima una pérdida patrimonial de más de 59.000 millones de dólares.

 

En general casi un millón de judíos tuvieron que salir de los Países Árabes en el último siglo, dejando atrás una huella milenaria, sus deudos fallecidos, sus bienes, todo, pero a pesar de infinidad de historias trágicas que se repitieron en dichos países donde hubo Comunidades Judías, no existe un solo refugiado, ni uno solo y esto es una muestra más de resiliencia, de valentía y de superación.

 

Un Pueblo que a pesar de su dispersión logro mantenerse unido por la palabra del Creador que nos dictó en el Monte de Sinaí hace más de 3.400 años y que hoy nos ilumina y fortalece en libertad en Ertz Israel así como en las diversas Comunidades Judías de la diáspora.

 

Aun cuando estamos festejando la libertad, sentimos un profundo dolor por los 59 cautivos que se encuentran en la oscuridad y en condiciones miserables en las catacumbas de Gaza y que seguiremos orando por el retorno a su Patria, aun en las condiciones en que se encuentren, siendo esto un imperativo para celebrar Pésaj a plenitud.-

migueltruzman
@miguel_truzman_tamsot
miguelt585@gmail.com

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