Divina Pastora: El océano de amor mariano que inundó las calles de Barquisimeto
Después de dos años de restricciones impuestas por el COVID-19, la feligresía venezolana se reencontró con la Virgen María, en su advocación de la Divina Pastora. Fieles aseguran que se trató de una de las ediciones con mayor participación de peregrinos
Fabiana Ortega F. – Reporte Católico:
Un océano de amor. Eso fue lo que inundó las calles del pueblo de Santa Rosa y de la ciudad de Barquisimeto el pasado sábado 14 de enero cuando, después de dos años de restricciones impuestas por el COVID-19, la feligresía venezolana se reencontró con la Virgen María, en su advocación de la Divina Pastora.
Un mar de fe demostró una vez más su infinito amor y profundo agradecimiento hacia su reina celestial.
La programación inició a las 5:00 am cuando el rector del Santuario Divina Pastora, Pbro. Humberto Tirado, celebró la primera misa del día para dar fin a la vigilia que inició a las 8:00pm del día anterior. Luego se hizo el rezo del santo rosario y a las 6:54 am la sagrada imagen de la Virgen salió de su morada para, en hombros de sus celadores, posicionarse a las afueras del templo, previo a la misa de envío, a cargo del Administrador Apostólico de Barquisimeto, Mons. Víctor Hugo Basabe, que inició pasadas las ocho de la mañana.
La concelebraron Mons. Enrique Parravano, Obispo de la Diócesis de Maracay; Mons. Gerardo Salas, Obispo de la Diócesis Acarigua Araure; Mons. Polito Rodríguez, Obispo de la Diócesis de San Carlos y Mons. Carlos Curiel, Obispo de la Diócesis de Carora.
En su Homilía, Mons. Basabe, indicó que se trata del «encuentro fraterno con el Señor, bajo la dulce mirada de la madre». Indicó que la verdadera alegría es reconocer la intervención de Dios, a pesar de las dificultades.
Basabe puso en oración al país que calificó como una «Venezuela herida y maltratada»; también a los médicos y enfermeros, maestros, periodistas, ancianos y migrantes.
Posterior a impartir la bendición, los cinco obispos del país presentes, iniciaron junto a los devotos la peregrinación de la virgen, enmarcada en la visita número 165 a la ciudad de Barquisimeto.
En hombros de sus devotos, la imagen llegó a la ciudad crepuscular a las 3:00pm luego de un recorrido de 7.5km durante seis horas de camino, aproximadamente. La peregrinación fue el momento de reencuentro orante para pedir su guía, rogar su intercesión divina y pedirle el regalo de la salud física y espiritual así como también el de una vida digna.
La misa de recibimiento inició a las cinco de la tarde y estuvo presidida por Mons. Carlos Curiel, Obispo de la Diócesis de Carora, junto a casi 200 sacerdotes.
En su Homilía, Mons. Curiel cuestionó el individualismo hoy día reinante, según señaló, y suplicó la valentía de ser fieles a los valores cristianos. Aseguró que es la Virgen María quien «nos ayuda a afrontar la vida, con sus adversidades y oportunidades. La que se preocupa para que sus hijos crezcan en fraternidad; que sean sus hijos fuertes. La que nos ayuda a crecer humanamente y en la fe. Es la que nos ayuda a humanizarnos».
En proyecciones de representantes de la iglesia local, esperaban congregar al menos 5 millones de fieles. Bastará esperar la confirmación de la cifra en los próximos días.
Se espera que desde este martes inicie su peregrinaje de 78 días, por al menos 57 parroquias de Barquisimeto, 4 vicarías, 1 Iglesia filial. Su periplo culminará, como es tradición, el sábado previo a Semana Santa.