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Cardenal Farrell: «Hay muchos apostolados que sería mejor confiar a los laicos»

Del 16 al 18 de febrero, en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano, se celebrará un debate internacional con 210 delegados de todo el mundo, titulado «Pastores y fieles laicos llamados a caminar juntos». El sábado el Papa Francisco se reunirá con los participantes tras escuchar algunos testimonios

«Todavía no es normal trabajar codo a codo»: con esta observación del cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, comenzó ayer en la Sala de Prensa vaticana la presentación del congreso «Pastores y fieles laicos llamados a caminar juntos», que se celebrará del 16 al 18 de febrero en el Aula Nueva del Sínodo, organizado por el mismo organismo vaticano, con 210 invitados, 74 conferencias episcopales representadas y 29 movimientos eclesiales. Al final, el Papa acudirá a la Sala para escuchar a los participantes.

Un tema sinodal que remite al Concilio Vaticano II

«Creo que hay muchos apostolados que los sacerdotes no son capaces de llevar a cabo y que sería mejor confiar a los laicos», continuó Farrell en respuesta a una pregunta de los periodistas, señalando que «la participación de los laicos en la vida de la Iglesia sigue siendo esporádica, funcional a alguna actividad circunscrita y delegada desde arriba». Ciertamente, el tema coincide plenamente con el tema más general del Sínodo sobre la Sinodalidad, cuyas etapas continentales se están celebrando en las últimas semanas. Farrell aboga por una mayor colaboración entre fieles laicos y pastores en la catequesis, así como en la liturgia, o en actividades caritativas, siguiendo el camino ya indicado por el Concilio Vaticano II. Se trata de un tema considerado crucial en estos tiempos y muy cercano al corazón del Papa, hasta el punto de que pidió expresamente estar presente en el Aula el tercer día y escuchar las voces de los invitados.

Formación indispensable

Será una ocasión para profundizar en la naturaleza y el fundamento de la corresponsabilidad en los distintos ámbitos, pero también para comprender la importancia de la formación, considerada indispensable para ambos, a la que se dedicará una mesa redonda moderada por el cardenal Matteo Zuppi, presidente de los obispos italianos. Habrá cuatro ponentes a lo largo de los tres días: Luis Navarro, Rector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz; Carmen Peña García, de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, ambos consultores del mismo Dicasterio; Hosffman Ospino, de la School of theology and ministry del Boston College; y el Cardenal Gérald Ciprien Lacroix, Arzobispo de Québec, miembro del Dicasterio.

Una experiencia internacional

África estará representada por 20 países, 13 serán de Asia, 7 de Norteamérica y Centroamérica, 7 de Sudamérica y 24 de Europa. Se han inscrito un total de 210 delegados (107 laicos, 36 sacerdotes y 67 obispos), con 74 conferencias episcopales representadas y 29 movimientos eclesiásticos. Éstos aportarán su riqueza carismática y los eficaces itinerarios educativos en los que están implicados, señaló Linda Ghisoni, subsecretaria del Dicasterio promotor, ayudando a muchos laicos a vivir una corresponsabilidad activa en la vida de la Iglesia. El programa también incluyó 16 breves discursos para compartir experiencias ya en marcha de todos los continentes, desde Papúa Nueva Guinea hasta México, desde Madagascar hasta India, desde Brasil hasta Polonia, desde Guatemala hasta Francia.

Promover procesos compartidos de toma de decisiones

La conferencia no es más que una expresión de ese artículo 132 del Praedicate evangelium, explicó Ghisoni, que subrayó la necesidad de despertar la conciencia de pertenecer a un único cuerpo que es la Iglesia. Su recomendación es que se promuevan procesos de toma de decisiones compartidos, no sectoriales. También intervino Andrea Poretti, laica y responsable de la Comunidad de San Egidio en Argentina, quien recordó el compromiso histórico junto a los pobres y por la paz como ejemplo concreto de esta cooperación. La misión de los laicos en la Iglesia no debe reducirse a un papel puramente funcional, del mismo modo que los pastores no pueden ser considerados gestores, concluyó el cardenal Gérald C. Lacroix.-

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