Disonancia cognitiva

Arturo Molina:

La relación entre las oposiciones en suelo venezolano es a base de la discordia. Cualquier intento unificador es llevado al plano personal, y las facturas aparecen a granel. Nadie es culpable de nada, todos son dueños de la verdad. El cristal con el que se miran parece se encuentra oscurecido por la brisa que arrastra el óxido. No hay ruido que les aturda, ni silencio que abrume. Se sienten astutos en las respuestas emitidas a los profesionales de la comunicación. Las preguntas les causan molestia, y aunque intenten disimularla con bailes rebuscados, no alcanzan a burlar el visor de las personas.

El intento fallido de continuar con la estrategia de culpar al contrario (en eso imitan a cabalidad al régimen), se convirtió en leña que arde con solo soplar el viento, porque la gasolina ya estaba regada y esparcida. Las acusaciones son parte del juego de la defensa en el evento de la ficción. La contradicción en algunos sectores que han impulsado la estadía en el poder del actual gobierno nacional, al apostar al fracaso de la unión, hoy lo venden, sin vergüenza alguna, como un mal necesario. Nada que les pueda arrebatar su interlocución debe existir, hay que exterminarlo, y el costo lo asumen los ciudadanos quienes están obligados a vivir bajo el influjo de la miseria. El surgimiento de liderazgos queda sujeto a las macollas, y sus pretendidas aspiraciones.

En la calle se recogen expresiones de cansancio del soberano. La angustia les invade, y la frustración arrastra a decisiones que terminan siendo lamentadas por los familiares. Se estimula la desesperanza, y toma fuerza la depresión. Desde adolescentes hasta mayores son arropados por la cruel realidad. El asombro se hace presente porque la juventud ya no resiste. Las estadísticas no son valoradas, y los números se leen e interpretan según el interés que reine.

En la esquina del barrio, o la calle de la urbanización, el temor es el mismo. En quien creer y confiar al momento de tener que elegir gobernantes con sensibilidad social. A quienes apostar en momentos de incertidumbre. La pugna es por todos lados, en todos los medios, y con todo el arsenal que se tenga a mano. La incertidumbre sigue marcando la ruta. La política no entra en el terreno que ha minado lo antipolítico, porque así lo quieren quienes la “practican”. Los resultados no le han sido favorables con el pasar de los días, y lo tapan con arrebatos, dirigidos a mantener el escenario de la polarización de ellos, o, nosotros, intentando aparentar que padecen de: disonancia cognitiva.-

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