Testimonios

Un Papa calumniado

El general Karl Wolff, jefe de las SS en Italia, ha confirmado que Hitler le ordenó un plan de conquista del  Vaticano y el secuestro del Papa. Pero para la propaganda anticatólica los hechos no cuentan

Juan Manuel de Prada:

De entre todas las miserables especies divulgadas por la propaganda anticatólica, existe una muy alevosa y dañina, que acusa infundadamente a Eugenio Pacelli, el Papa Pío XII, de connivencia con el nazismo y de desapego ante la tragedia judía. Cuando Pío XII fallece, allá por 1958, Golda Meir, madre del Estado de Israel, escribía: “Durante los diez años del terror nazi, cuando el pueblo sufrió los horrores del martirio, el Papa elevó su voz para condenar a los perseguidores y para compadecerse de las víctimas”. Quien por entonces era presidente del Congreso Judío Mundial, Nahum Goldmann, afirmaba por su parte: “Con especial gratitud recordamos todo lo que Pío XII hizo por los judíos perseguidos durante uno de los períodos más oscuros de toda su historia”. Y el gran rabino de Roma durante los años de la Segunda Guerra Mundial, Israel Anton Zoller, se convirtió al catolicismo tras la liberación de la ciudad de Roma, adoptando como nombre de bautismo, en honor del Papa que había salvado a tantos hermanos suyos, el de Eugenio Pío.

¿Qué ocurrió para que el Papa más querido por el pueblo de Israel fuera denominado, unos pocos años más tarde, el “Papa de Hitler”? La leyenda negra sobre Pío XII fue diseñada por la propaganda comunista y recogida eficazmente, en 1963, por la pieza teatral El vicario, de Rolf Hochhuth, en la que se presentaba a un Pío XII indiferente ante el genocidio nazi. Pero la leyenda negra contra Pío xii también ha tenido divulgadores en el seno de la propia Iglesia, como resultado de las divisiones que se produjeron a raíz del Concilio Vaticano II. El sucesor de Pío XII, Juan XXIII, fue presentado como el Papa bueno, y contrapuesto a su predecesor; de este modo, cuando a partir de los años sesenta en la Iglesia se agudizó la polarización, los católicos progresistas que se oponían a los conservadores atacaban a Pío XII, alimentando o utilizando argumentos recogidos de la leyenda negra.

“Pío XII se sirvió de su experiencia como nuncio en Alemania, y luego como secretario de Estado de Pío XI, para salvar a infinidad de judíos en la Guerra”

Las actas y documentos de la Santa Sede relativos a la Segunda Guerra Mundial demuestran fehacientemente que Pío xii hizo mucho más que cualquier gobierno o institución para salvar a judíos de la barbarie nazi. Y son muchas las voces judías que han denunciado la injusticia cometida con Pacelli. Así, por ejemplo, el rabino y profesor de Historia David Dalin, autor del libro El mito del Papa de Hitler, considera que Pío XII se sirvió de su experiencia como nuncio en Alemania durante los años veinte, y luego como secretario de Estado del Papa Pío XI en los treinta, para salvar infinidad de vidas judías durante la Guerra. Si aproximadamente el 80 % de los judíos que vivían en la Europa ocupada fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial, en Italia, donde el Papa tuvo un mayor margen de maniobra, el 85 % de los judíos sobrevivió, incluyendo el 75  % de la comunidad judía de Roma, que se benefició de su ayuda directa.  Los judíos fueron acogidos secretamente, por indicación del Papa, en 155 monasterios, conventos e iglesias de Italia; y hasta 3.000 de ellos hallaron refugio en Castelgandolfo, la residencia estival pontificia. El escritor judío Pinchas Lapide, en su rigurosa obra de Tres Papas y los judíos, cifra el número de judíos salvados directamente por la diplomacia vaticana en 800.000.

Tales actividades las realizó Pío XII lo más discretamente posible, lo cual no fue óbice para que fuera amenazado de muerte por los nazis. El general Karl Wolff, jefe de las SS en Italia, ha confirmado que Hitler le ordenó un plan de conquista del  Vaticano y el secuestro del Papa. Pero para la propaganda anticatólica los hechos no cuentan; y la sombra de la calumnia sigue proyectándose sobre la figura de Pío xii, que todavía no ha sido elevado a los altares.

Revista Misión/ Ilustración: Javier Ugarte

Artículo publicado en la edición número 67 de la revista Misión, la revista de suscripción gratuita más leída por las familias católicas de España.

 

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