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Lengua de todos y para todos, fiesta de todos

Palabras de Horacio Biord Castillo, presidente de la Academia de la Lengua, en la embajada de España

 

Palabras en el acto con la Embajada de España el lunes 24 de abril:

La Embajada de España en Venezuela celebra el idioma con lectura de  Cervantes – Latina Network

Nos reúne la celebración del día del Idioma y del Libro. Uno puede preguntarse con propiedad de quién es esta celebración, quién es el encargado de ejecutarla. Hoy, aquí, la Embajada del Reino de España y la Academia Venezolana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española, junto con la Alcaldía de Chacao, instituciones a las que les agradecemos su buena voluntad y colaboración, organizan este acto de puertas abiertas que a todos nos convoca.

Precisamente en esa característica de este acto está la respuesta a la pregunta de a quién corresponde la celebración del Día del Idioma español, una macrolengua de valor universal hablada en varios continentes, y en especial en el nuestro, en más de 20 países, por sociedades diversas y grupos que incluso pueden catalogarse, gracias y no pese a su diversidad, como la gran nación hispanohablante.

Más simple no puede ser: el Idioma español, cualquier idioma, como también deberían serlo los libros, es de todas las personas, sin distingos de ninguna naturaleza: ni de género u orientación sexual, ni de edad o instrucción formal, ni de fenotipo o raza, ni de clase social o posición ideológica, ni de profesión o actividad económica habitual, ni de nacionalidad, religión, origen y adscripción étnica. Es de todos simplemente y al ser de todos el Día del Idioma es también la celebración de la diversidad de sus hablantes, de sus realizaciones o variedades lingüísticas.

La asociación conmemorativa de Idioma y Libro pudiera sugerir la preeminencia de la escritura sobre la oralidad; pero no es así. Se trata de dos realizaciones lingüísticas distintas. Celebramos el habla, el decir coloquial, las conversaciones afectuosas y los dichos formales, y también el libro y en él la forma escrita de la lengua. Muy especialmente, celebramos la literatura como creación sublime, oral o escrita, de una lengua.

Recientemente, en el IX Congreso Internacional de la Lengua Española, efectuado en Cádiz, la bella ciudad andaluza y marinera que, junto al Atlántico, en España, se sale del Mediterráneo para atisbar la inmensidad americana y sus culturas, se les dio relevancia como temas de reflexión al mestizaje lingüístico, la interculturalidad y la diversidad sociocultural y lingüística.

América toda, Venezuela y Caracas, esta ciudad que nos acoge, son ejemplos fehacientes y rotundos de ese progresivo enriquecimiento que se ha producido mediante el contacto, no siempre exento de conflictos, entre sociedades diversas, culturas e idiomas. Parece una simpleza y un cansón lugar común hablar de indios, españoles, africanos esclavizados, criollos y mestizos, pero en la complejidad que encierran sus realizaciones sociohistóricas, nuestro presente y nuestro futuro propio, hemos de detenernos como condición para entendernos, valorarnos y proyectarnos. No hablamos de pasado, o no solo de pasado, sino de presente y sobre todo de futuro.

Cuando a finales de la década de 1560 los españoles llegaron a Caracas encontraron que los indígenas que habitaban esta tierra la llamaban Catuchecuao o Quebrada del Catuche, que es el nombre de la guanábana en su lengua hermosa; que Caracas era la pira, una planta comestible; que Huarena servía de nombre tal vez genérico a las herbáceas; que la serranía que nos separa del mar era llamada Guaraira Repano o sierra grande. Algunos jefes indígenas eran Guaicaipuro, Caricuao, Tamanaco y algunos grupos regionales se nombraban teques, mariches, tarmas, guarenas, nombres todos que perpetúa la toponimia local. Así podemos identificar muchas palabras de origen indígena que seguimos empleando cotidianamente, sea como léxico común o topónimos.

Nuestra lengua es no solo casa grande y hermosa, donde nos sentimos a gusto y animosos, sino también un producto sociohistórico, que por igual han construido nuestros antepasados y seguimos construyendo nosotros, cada uno de nosotros, desde los hablantes con un mayor grado de escolaridad hasta aquellos que, por causas diversas y sin que ello disminuya su valor como personas o hablantes, o no saben leer y escribir o lo saben muy poco. La lengua es de todos y todos la moldeamos, según nuestras circunstancias.

Este año, para Venezuela, la celebración del Día del Idioma tiene un doble significado especial. Se cumplen 140 años de la fundación de la Academia Venezolana de la Lengua, creada por empeño de intelectuales venezolanos el mismo año del centenario del nacimiento del Libertador, mediante decreto del presidente Antonio Guzmán Blanco del 10 de abril de 1883. Estamos, pues, iniciando el año jubilar de la Academia Venezolana de la Lengua.

Por otro lado, por primera vez un venezolano recibe el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, el máximo galardón de las letras en idioma español. Se trata del poeta barquisimetano Rafael Cadenas, a quien hoy en Madrid el rey Felipe VI y la reina Letizia le han hecho entrega del galardón. Es, pues, un gran motivo de orgullo.

Ha querido la tradición que en la celebración del Día del Idioma español se lean fragmentos del Quijote, la obra más emblemática y conocida de la literatura en nuestro español. Hoy, invocando el espíritu quijotesco y sus lecciones de vida, cordura y ensueño, añorando como el gran caballero una Dulcinea cuya mera evocación nos sostenga en los momentos de aflicción y duda, leeremos textos de Rafael Cadenas en homenaje a nuestro coterráneo y de Federico García Lorca, el extraordinario poeta andaluz que cantó la alegría de su tierra natal, sus dolores y tabúes, su alma y como reflejo de ella el alma gitana, la luz, la luna.

Inauguramos la fiesta del Idioma español y del Libro en esta plaza que lleva el nombre de la reina que hizo posible el viaje de Colón allende los horizontes entonces conocidos y luego la consideración de los nativos americanos como vasallos libres de la Corona. Isabel la Católica, sin duda, es una figura que, junto a la época y los actores que con ella movían los hilos de un reino que se hizo imperio en América, amerita más estudios e interpretaciones ecuánimes y objetivas.

Que la reina al pie del Guaraira Repano y los dioses indios que desde antiguo lo habitan presidan este acto que también es un homenaje al más puro e inclusivo mestizaje, entendido como confluencia creativa y no como síntesis excluyente y homogeneizadora de los sujetos que lo han llevado a cabo.

Abramos esta fiesta de todos nosotros, de los hablantes en su totalidad, de los lectores que hoy tomarán el lugar y las voces de Rafael Cadenas y Federico García Lorca, de Miguel de Cervantes y el Ama, el Cura y el Barbero, pero sobre todo las de Sancho y por siempre las de nuestro amado señor don Quijote, caballero de cuantas causas nobles puedan existir.-

Bienvenidos seamos todos a esta fiesta del Idioma, de la voz y del libro.

Todos tenemos, por tanto, la palabra.-

(Palabras pronunciadas en el evento público promovido por la Embajada de España, la Alcaldía del municipio Chacao y la Academia Venezolana de la Lengua en homenaje al Día del Idioma y del Libro en la Plaza Isabel La Católica, La Castellana, Caracas, el 24 de abril de 2023)

Horacio Biord Castillo

Escritor, investigador y profesor universitario. Presidente de la Academia Venezolana de la Lengua

Crédito foto de Biord: el autor es MIGUEL GUTIERREZ Crédito: EFE

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