Es hora de escuchar al pueblo de Dios
De las organizaciones de la Red de Acción Social de la Iglesia
Para: organizaciones civiles, gente de iglesia amantes de la paz y al Estado venezolano.
Es hora de escuchar al pueblo de Dios
Representantes de las organizaciones que formamos parte de la Red de Acción Social
de la Iglesia – RASI -, reunidos en el XIV Encuentro de Constructores de paz, cuyo
lema “Caminar juntos es posible”, nos dirigimos no sólo a los miembros de nuestras
organizaciones, escuelas, parroquias, sino a los venezolanos y organizaciones de
buena voluntad que tenemos la esperanza de una Venezuela más fraterna,
democrática, participativa y solidaria, en efecto también al Estado.
1.- Empecemos por decir que tenemos un país en medio de una emergencia
humanitaria compleja, que afecta a los ciudadanos por múltiples problemas: malos o
inexistentes servicios públicos, la mayor inflación del mundo, salarios de los más bajos
de América Latina, con grandes desigualdades sociales, con una gran desconexión
entre líderes y la población en general, con jóvenes que no encuentran cauces para su
participación política, con mucha desesperanza, y fragmentación social. Hay mucho
sufrimiento en la población, por problemas que no tienen fácil ni rápida solución.
2.- Este país necesita de mucho trabajo conjunto, mucha participación y promoción de
la cultura democrática, y sobre esos temas hemos estado reflexionando en este
encuentro. Los problemas mencionados afectan a la mayoría, por lo tanto, no pueden
ser enfrentados de manera aislada, particular, y ello requiere que existan
organizaciones, civiles y eclesiales, que puedan establecer puentes entre los
afectados, y/o entre los que piensan distinto sobre cómo resolver dichos problemas.
Es fundamental para lograr la mayor participación social respetar y valorar el derecho
a la asociación y a la organización establecido en la Constitución y las leyes.
3.- Caminemos hacia una gestión de las necesidades por medio del diálogo social. Ese
que se construye desde la cultura democrática. Porque la cultura democrática tiene
que ver con el respeto a las mayorías y a las minorías, es inclusiva, dialoga, consulta,
negocia, acuerda, no impone; tiene que ver con el respeto a las normas que deben ser
para el bien común de todos.
4.- En este país se ha generado crítica y rechazo a la palabra política, identificándola
con abuso de poder, corrupción, pero tenemos que impulsar lo que el papa Francisco
llama “la mejor política”, en su encíclica Fratelli Tutti, cuando menciona que “hace
falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común” (#154) os dice que
necesitamos una política que piense con visión amplia, “la grandeza política se
muestra cuando en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en
el bien común a largo plazo. “Y es así como hay que trabajar en Venezuela, con la
mejor política y con ciudadanos que la exijan y la practiquen. Nade de inmediatismos,
pero nada de a quedarse sentados esperando que otros arreglen las cosas.
5. El Papa también ha hecho un llamando a la sinodalidad, que quiere decir “caminar
juntos”, y ello supone escuchar – igual que la cultura democrática – acompañar, no
dejar a nadie en el camino, y ese llamado no es sólo para la iglesia, nuestra sociedad
está muy necesitada de “caminar juntos”, en las escuelas, en las comunidades, en las
parroquias, ya que ello nos llevará a lograr acuerdos para enfrentar los grandes
problemas, para recuperar la confianza, para ser más fraternos cuando seamos
capaces de ocuparnos de los más vulnerables. La sinodalidad – caminar juntos –
debería ser una actitud de vida en nuestras organizaciones. Y en este encuentro
hemos escuchado experiencias que nos dicen que eso es posible.
6.- La sinodalidad y la democracia participativa y protagónica hacia la paz es posible.
Pero es ineludible la coherencia entre lo que decimos, lo que queremos y lo que
hacemos. Si queremos más democracia, debemos ser democráticos en nuestras
organizaciones, si decimos que queremos un país fraterno, solidario, debemos ser
solidarios con los que tenemos a nuestro alrededor, si queremos caminar juntos,
debemos saber acompañar, ver a los que van cerca y los que se van quedando atrás, y
escuchar incluso los silencios, si queremos paz, necesitamos saber resolver los
problemas por vías pacíficas y rechazar la violencia del tipo que sea en nuestras
relaciones y espacio público. Caminar juntos requiere de la p de paciencia, de
perseverancia, y son también elementos indispensables para la paz en nuestro país.
7.- Finalmente, nuestra Constitución dice que somos una nación democrática,
respetuosa de los derechos humanos. Un llamado entonces al Estado y sus
instituciones para que incremente, mantenga y respete los canales y mecanismos de
participación y así la ciudadanía organizada contribuya con la superación de las
dificultades que vivimos, encarnando el mandato de ser cuerpo político que disfruta y
práctica una democracia participativa y protagónica a favor de la paz y desarrollo
sostenible del país.
Oraciones de cierre
Viene el Día de Pentecostés, buena oportunidad para finalizar estas líneas de la
manera como el papa Francisco terminó su encíclica Fratelli Tutti: “Ven, Espíritu
Santo,/muéstranos tu hermosura/ reflejada en todos los pueblos de la tierra/ para
descubrir que todos son importantes/ que todos son necesarios/ que son rostros
diferentes/ de la misma humanidad que amas”.-