Trabajos especiales

Un niño que vivió en las montañas de Etiopía hace 2 millones de años, el primero de nuestros antepasados directos

Una mandíbula infantil hallada en Melka Kunture, a 2.000 metros sobre el nivel del mar en el altiplano etíope, es uno de esos fósiles que cambian el cuándo y el dónde, y suponen un vuelco en lo que creíamos saber sobre la evolución humana

 

Una mandíbula infantil adelanta la aparición de Homo erectus en 300.000 años, según un equipo con participación española. Estos homínidos estaban adaptados a los climas más fríos y exigentes del altiplano etíope, lo que facilitó su exitosa expansión fuera de África

Comenzaron muy pronto a utilizar bifaces, la tecnología «más exitosa de la humanidad»

El último ‘Homo erectus’ sobre la Tierra

Reconstrucción del entorno del yacimiento con 'Garba', representado en la ilustración como una niña, y su madre

Reconstrucción del entorno del yacimiento con ‘Garba’, representado en la ilustración como una niña, y su madre DIEGO RODRÍGUEZ-ROBREDO

Una mandíbula infantil hallada en Melka Kunture, a 2.000 metros sobre el nivel del mar en el altiplano etíope, es uno de esos fósiles que cambian el cuándo y el dónde, y suponen un vuelco en lo que creíamos saber sobre la evolución humana. Pertenece a un niño de 2 o 3 años que vivió hace 2 millones de años, el miembro más antiguo conocido de Homo erectus, los primeros homínidos con rasgos plenamente humanos y de los que descendemos de forma directa.

El trabajo, publicado en la revista ‘Science’ por un equipo internacional en el que participa la Universidad de Vigo y la Complutense de Madrid (UCM), adelanta en 300.000 años la aparición de esta especie humana y sugiere que su adaptación al clima más frío de las montañas, más exigente que el de las cálidas sabanas, le sirvió de «entrenamiento» para expandirse con éxito fuera de África por toda Eurasia.

El fragmento óseo de ‘Garba’, como los investigadores llaman cariñosamente al niño (o niña, su género se desconoce) por el yacimiento donde apareció (Garba IV), fue desenterrado en 1981. Conservaba visibles dos dientes de leche, pero al no ser definitivos no permitían precisar a qué especie pertenecía. Los dientes definitivos, y por tanto más significativos, estaban en el interior del hueso. Para conocer sus características, la pieza fue enviada a analizar al sincrotrón de electrones de Grenoble (Francia), que confirmó que ‘Garba’ era, sin duda, un Homo erectus.

Una nueva y más precisa datación de las controvertidas huellas de White Sands, en Nuevo México, confirma la ocupación humana de la región durante por lo menos 2.000 años, entre hace 23.000 y 21.000, en pleno máximo glacial

La mandíbula del niño 'Garba'

La mandíbula del niño ‘Garba’ MISIÓN ARQUEOLÓGICA ITALO-ESPAÑOLA EN MELKA KUNTURE, ARCCH

Además, el equipo pudo datar con paleomagnetismo el nivel inmediatamente superior al que contenía la mandíbula. Coincidía con el evento de Olduvai, una inversión de los polos magnéticos que ocurrió a escala global hace entre 1,95 y 1,77 millones de años. Los restos debían de ser, por fuerza, anteriores: unos 2 millones del años. «Los más antiguos de Homo erectus que han podido ser confirmados y en un ámbito geográfico que no se esperaba«, afirma Eduardo Méndez Quintas, colíder del estudio e investigador de la Universidad de Vigo. Los ejemplos más antiguos conocidos hasta el momento habían sido hallados en la cueva sudafricana de Drimolen o en la región del Koobi Fora, en la orilla este del lago Turkana en Kenia, con algo más de 1,8 millones de años. Fuera del continente africano, se encuentran los ejemplares del yacimiento de Dmanisi, en Georgia, de una edad similar.-

Judith de Jorge

JUDITH DE JORGE

Madrid/ABC

12/10/2023

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba