Testimonios

Sor Manuela Gil, 93 años de edad y 70 de vida consagrada a Dios sirviendo a los ancianos

“Claro, cuando Dios te llama, te llama por algo. No te llama así por llamar. Estoy plenamente satisfecha”, dijo la monjita a El Guardián Católico en el Hogar San José de Los Dos Caminos, en Caracas

Si mil veces Madre, volviera a nacer; mil veces Hermana, tendría  que ser, recita Sor Manuela Gil Costa, de las Hermanas de los Ancianos Desamparados, poema que una religiosa de noventa años declamaba a la superiora el día de su cumpleaños.

El miércoles 18 de octubre de 2023, la monja habló con El Guardián Católico en la entrada del Hogar San José de Los Dos Caminos, en Caracas, donde da la bienvenida a quienes visitan el hogar. Su nombre de profesión es Madre Manuela de Cristo Jesús.

El encuentro estaba más que justificado aunque no fue una conversación larga. La cariñosa y risueña monjita tiene 93 años de edad, ya que nació el 11 de mayo de 1930 en Galicia, exactamente en Xinzo de Limia, Ourense, España. Además, lleva 70 años de vida consagrada, tal vez una de las más extensas en Venezuela, donde llegó con 41 años.

A lo largo de su entrega al Señor no ha hecho sino ratificar ese compromiso de servicio a los ancianos necesitados, una entrega asumida desde muy joven en tierras gallegas. Sus padres fueron Manuel Gil y Adelaida Costa que ya gozan de la presencia de Dios. De sus siete hermanos algunos viven, comentó durante el encuentro.

La encontramos en la entrada de este hospicio ubicado en la avenida Sucre de Los Dos Caminos. Vestía un impecable hábito blanco y aunque el velo casi le cubre el rostro no deja de mostrar la bella sonrisa que la caracteriza.

Conversadora como ninguna, permitió algunas fotografías y que la conociéramos un poco más. Nuestro amigo Alfredo Gómez nos había adelantado que esta mujer de Dios tiene 70 años de vida consagrada. Ella lo confirmó en sus propias palabras.

¿Cómo se llama su congregación religiosa?

Hermanitas de los Ancianos Desamparados”, dijo sin titubear mientras el redactor observaba un bello letrero que identifica a la congregación y un Cristo de la Divina Misericordia que está en el patio del Hogar San José en funciones desde 1954.

Aprovechando los versos expresados por Sor Manuela, le dijimos que los mismos reflejan una profundidad muy hermosa de ese compromiso vocacional adquirido en sus tiempos juveniles en los que aprendió a admirar la vejez de sus seres más allegados.

¿Quiere decir que se siente satisfecha de la vocación que Dios le ha dado? ¿Usted se siente satisfecha de su vocación?

“Claro, cuando Dios te llama, te llama por algo. No te llama así por llamar. Estoy plenamente satisfecha”, fue la respuesta de la monjita.

Familiar del Siervo de Dios Padre Gil

Un detalle de este encuentro con Sor Manuela fue conocer que es pariente del Siervo de Dios padre Cesáreo Gil Atrio, un operario diocesano cuya causa de beatificación y canonización fue iniciada por la Arquidiócesis de Caracas, en septiembre de 2022.

Nunca tuve una relación cercana con él, pero cuando a mí me mandaron ya de religiosa para Perú, entonces mi bisabuelo, que era primo de él, dijo: “mira por allá está un tal Padre Gil”. “Ciertamente el Padre Gil es primo mío”, afirmó.

Explicó que en la familia del Padre Gil ellos eran ocho hermanos, cuatro mujeres y cuatro hombres, originarios de “un pueblecito que se llama Ella de Arriba, porque hay Ella de Abajo también”. “Entonces eran ocho hermanos y cuatro eran religiosos, dos religiosos y dos religiosas”, agregó Sor Manuela.

¿Qué le recomendaría a usted a alguna joven que desee entregarse a Dios?

El Señor llama a cada uno para lo que tiene que ser, lo que hay que estar atentos a la voz de Dios. Y la voz de Dios se oye mejor cuando se vive en gracias de Dios pero como el mundo moderno ofrece tantas cosas que no son todas realidades, la gente cae en equivocaciones y a veces se equivocan, sobre todo si no hay una persona consciente que les sepa orientar.

¿Qué le parece Venezuela y los venezolanos?

“Venezuela, cuando yo la conocí hace 40 años era muy distinta de lo que es hoy. El ambiente, la gente, las costumbres, la religión ha bajado un poquito pero no en todo. Los venezolanos son gente muy buena, gente amable, sencilla, trabajadora y recibe bien a los forasteros.

¿Esa vinculación con los ancianitos qué le deja espiritualmente?

Pues me deja mucho. Desde niña siempre me llamaba la atención el cuidado de los ancianos. Siempre tuvo ese deseo de atender a los viejitos, expresó siendo acompañada por Siria y Rafaela, una hermanas de sangre servidoras del hogar San José.

Sor Manuela, como es conocida, ha sido subdirectora del Hogar San José y ha tenido otras responsabilidades en su congregación. “A este lugar llegan todas porque quieren: libres, voluntarias y contentas”, dice en un documental de cine y televisión de hace siete años elaborado por estudiantes de la Universidad Santa María.

El 27 de enero de 2023 la congregación de las Hermanas de los Ancianos Desamparados cumplió 150 años de su fundación. Había sido fundada por el venerable Saturnino López Novoa y santa Teresa Jornet, en el año 1873, en Barbastro, Huesca, España, se lee en su portal de Internet.

Actualmente la Congregación tiene 204 comunidades repartidas en 19 países, entre ellos Venezuela.

El Guardián Católico | @GuardianCatolic

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