Una bitácora cubana (XCIX)
El 99% de la población de Cuba sufre la peor crisis económica habida en América
Marcelino Miyares/América 2.1:
1 –Los Puntos a las Íes: 2023, ¿cuáles han sido los temas del año en Cuba?
Wendy Lazcano, de Diario de Cuba, en su sección “Los Puntos a las íes” ofrece un resumen de los principales temas que han marcado la crisis cubana en 2023, donde se destacan los derechos humanos, sanidad, economía, cultura, urbanismo, relaciones internacionales.
2- El 99% de la población de Cuba sufre la peor crisis económica habida en América
Destaca Roberto Álvarez Quiñones, en Diario de Cuba, que solo ‘la nueva clase’ castrista no es golpeada por la crisis: entre 2.140 y 3.210 personas, en una población total de 10,7 millones de habitantes.
Lo dicen y repiten los medios de todo el mundo cuando se refieren a la Cuba: la crisis económica y social se agrava, sin verse ninguna fórmula de mejora o alivio.
Ahora bien, la característica fundamental es que como señala el analista “Nunca en la historia de todo Occidente ha habido una crisis económica y social tan avasalladora que haya afectado prácticamente al 99% de la población total de un país, sin haber sido causada por una catástrofe natural o una guerra, sino por el mismísimo Gobierno de la nación”.
Ese es el resultado del castrismo. Es el único responsable.
Veamos un ejemplo:
“Yadiuska Domínguez, madre de tres niños, denunció desde el municipio de Maisí: «Los niños de esta comunidad hace más de tres semanas que no van a la escuela, porque no tienen desayuno, ni nada para poder ir a la escuela». O sea, no dejan de ir a la escuela los niños de familias más pobres, sino ¡todos los niños! de esa localidad de 29.000 habitantes. Porque no pueden desayunar, ni llevar merienda alguna, y podrían desmayarse en la escuela.
El autor recuerda la historia cubana:
“La peor crisis económica padecida en la Cuba precastrista fue la de 1929 a 1933. Derrumbó el precio del azúcar de tres centavos en 1929, a menos de un centavo la libra en 1932 y 1933. La producción azucarera fue cayendo desde 5,1 millones de toneladas en 1929 hasta 1,9 millones en 1933. Las exportaciones azucareras bajaron de 198 millones de dólares (4.684 millones de dólares de 2023) a 43 millones (1.014 millones de hoy). La producción de tabaco se desplomó de 43 millones (1.017 millones de dólares de hoy) a 13 millones (307 millones de hoy) en 1933. Los salarios se redujeron en un 65%. Los despidos masivos dejaron a un millón de trabajadores sin empleo.
Una crisis sin libre mercado
Pero, como vemos, en aquella crisis causada no por el Gobierno, sino por una contracción de la economía a nivel mundial, lo más que cayó la producción de azúcar fue a dos millones de toneladas, que aportaron 1.014 millones de dólares de 2023 (un dólar de 1933 vale hoy 23,66 dólares). Hoy, sin crisis global, y con el precio internacional del azúcar más alto que nunca como promedio (26 centavos la libra al cierre de noviembre), Cuba produce 390.000 toneladas de azúcar y la importa para cubrir el consumo nacional.
En pocas palabras, aquella crisis de hace 90 años (llamada en Cuba el machadato) no afectó por igual a todos los cubanos, como sí los golpea hoy la causada por Raúl Castro.
La razón es que no hay libre mercado, que crea las riquezas, las distribuye y regula el mercado, cosa que sí existe hasta en las brutales dictaduras izquierdosas de Maduro en Venezuela, y la del dueto Ortega-Murillo en Nicaragua, porque no son totalitarias. Y ahí está el detalle.
El totalitarismo comunista-castrista impide la existencia del natural espectro de siete categorías sociales que hay en los países normales (capitalistas): muy ricos, ricos, clase media alta, clase media baja, pobres, muy pobres y los totalmente desamparados. Esa gama social variopinta se reduce en Cuba a ciudadanos de primera, de segunda, y de tercera clase.
En lo más alto de esa pirámide social está empotrado un minúsculo patriciado muy rico y privilegiado, atornillado en el poder, o adherido a él por lazos familiares, «históricos», de muy alta burocracia, o por compromisos lucrativos mafiosos. (…)
Mi estimado es que a esa elite de ciudadanos de primera clase comunista puede que pertenezca entre el 0,02% y el 0,03% de la población total. Estamos hablando de entre 2.140 y 3.210 personas más o menos, en una población total de 10,7 millones de habitantes. (…)
Ese patriciado castrista prácticamente es inmune a la crisis, aunque no totalmente. La inmunidad absoluta solo la tienen el dictador, los históricos más conspicuos como Ramiro Valdés, Machado Ventura, Guillermo García, Alvaro López Miera y sus familias, y unos pocos más privilegiados altos oficiales y civiles. Conforman la crème de la crème del régimen”. (…)
La inmensa mayoría es muy pobre pues perciben un ingreso diario inferior a 2,15 dólares diarios, el mínimo establecido por el Banco Mundial para identificar la pobreza extrema.(…)
En fin, es suficiente. Entre los más lacerantes recuerdos que dejará la pandilla encabezada hoy por el ¿general? Castro, que de hecho ha acabado con Cuba, descollará esta crisis asfixiante causada conscientemente a más del 99% de los habitantes. Algo jamás visto en el mundo occidental”.
3 – ¿Quién es el verdadero evasor fiscal en Cuba?
Hay muchas maneras de analizar y evaluar el desastre económico causado por la tiranía castrista. Rafaela Cruz, en Diario de Cuba, de nuevo nos muestra una muy sólida explicación. Ella afirma lo siguiente: “Si es evasión fiscal cuando el sector privado no paga los impuestos, también lo es cuando el Gobierno gasta más de lo que tiene previsto recaudar y lo financia degradando la moneda”.
Y es que el ministro cubano de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro, al participar en el programa Mesa Redonda, “asoció el incumplimiento de las obligaciones fiscales del sector privado con la incapacidad de su ministerio para elaborar presupuestos nacionales con gastos justificados por ingresos reales y no por emisión sin respaldo de deuda pública”.
Toda una novedad, eso de asociar el déficit fiscal con la evasión tributaria. Al menos no le echan la culpa, como por todo lo demás, al bloqueo.
Según la periodista es obvio que si la evasión fiscal ha crecido, la razón fundamental es la archipresente inflación.
Nos recuerda Cruz que “La inflación causa subida generalizada de precios, pero inflación, en realidad, es la degradación del valor de la moneda”. Sigamos con la nota:
“En el caso cubano la moneda se ha degradado aceleradamente desde que con la Tarea Ordenamiento de 2021 se comenzó a multiplicar el dinero circulante al unísono que decrecía la cantidad de bienes y servicios ofertados, resultando en un aumento exponencial del valor de los bienes y servicios por su escasez, mientras caía abruptamente el valor del dinero por su sobreabundancia.
Ahora, toda transacción requiere mayores cantidades nominales de dinero —subida generalizada de precios— así que los negocios que antes ingresaban 50.000 en concepto de ventas, hoy ingresan 500.000; pero eso no significa que ganen más, sino que utilizan una moneda muy degradada.
Pongámoslo así: el dueño del negocio que antes ingresaba 50.000 tenía un nivel de vida dado; hoy, como para ese negociante todo se ha encarecido, aun ingresando diez veces más apenas mantiene el mismo nivel de vida que antes, sino uno menor.
Sin embargo, hay trampa. (…)
La inflación ha provocado que muchas personas que antes quedaban exentas de pago, y otras que adeudaban un 15, 20 o 30% de impuestos, estén ahora pagando un 50%; esto, por efecto de estar moviendo mayores cantidades de dinero, no porque hayan mejorado su calidad de vida.(…)
Degradando la moneda, el Estado ha ampliado la base fiscal, aumentando así sus ingresos a costa de empeorar el bienestar de los contribuyentes y, como es lógico, aumentando la posibilidad de que estos se vuelvan morosos fiscales puesto que tienen que pagar más, justo cuando tienen una situación económica más complicada. (…)
Si es evasión fiscal cuando el sector privado no paga los impuestos acordados, también es evasión fiscal cuando el Gobierno gasta más de lo que tiene previsto recaudar y lo financia degradando la moneda para apropiarse de una mayor parte del producto nacional, dejando menos recursos para la iniciativa privada, disminuyendo las ganancias y haciendo más difícil cumplir con unos impuestos ahora aumentados por causa de la inflación.
El círculo perverso es así: el Gobierno crea inflación mediante déficit fiscal, la inflación acrecienta la carga tributaria, una carga tributaria aumentada engendra más impagos al fisco, y el Gobierno cierra el círculo diciendo que son los impagos al fisco los que contribuyen a más déficit fiscal, es decir, a más inflación. Luego nos preguntamos cómo llevan 65 años robándose el país, ¡es que son genios retorciendo la realidad!
4 –El régimen cubano negocia la compra de misiles a Bielorrusia
Camila Acosta – ABC
Una de las palabras que mejor definen a la situación actual de Cuba es escasez. Pero escasez de todos aquellos productos, bienes y servicios que en una sociedad normal son para ayudar, servir y auxiliar a los ciudadanos.
Para lo que no hay escasez hoy en Cuba, por ejemplo, es para construir nuevos hoteles de lujo, a pesar de que la oferta turística se mantiene deprimida y que los ingresos del negocio turístico pre-COVID no se han recuperado.
Ahora resulta que tampoco hay escasez para el gasto en armamento, que bien se sabe implica costos en siete cifras al menos.
En nota publicada en ABC, Camila Acosta alerta de que
“Cuba estaría particularmente interesada en los suministros de armamento, incluidas lanzaderas de misiles Polonez, sistemas de misiles tácticos desarrollados entre China y Bielorrusia que tienen un alcance de hasta 300 kilómetros”.
Varias notas reseñaron que el medio oficial ruso Sputnik calificó los lanzacohetes Polonez como el arma «más prominente de Europa». Por su parte, el portal Military Watch reseñó que «no tiene rivales cercanos entre los sistemas desplegados por los estados miembros de la OTAN o por Rusia».
Todo lo anterior estaría cubierto bajo el conocido paraguas muy practicado desde hace décadas por los autoritarismos comunistas de la “cooperación militar”, con su respectivo programa de actividades diversas previsto para 2024. Y para no quedarse cortos, la cooperación incluye al vecino que controla los destinos bielorrusos, o sea el régimen putinista. Recuérdese que Cuba ha sido de los aliados más incondicionales de Rusia en su agresión a Ucrania. Veamos la nota:
“Los acuerdos y negociaciones se establecieron durante la visita de una delegación bielorrusa a Cuba, encabezada por el jefe del Departamento de Cooperación Militar Internacional y ministro adjunto de Defensa de Bielorrusia, coronel Valery Revenko. Fue recibida en La Habana por el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general de división Roberto Legrá Sotolongo.
La agencia oficial bielorrusa Belta señaló igualmente que los militares bielorrusos «visitaron una división de tanques y una brigada de defensa aérea de la Región Militar Occidental».
Consolidación de la alianza militar
La pasada semana estuvo igualmente de visita en Cuba el ministro el Interior de la Federación de Rusia, Vladímir Kolokóltsev. Durante su estancia en la isla, Kolokóltsev se reunió con el General de Ejército Raúl Castro, con el mandatario Miguel Díaz-Canel, y con su homólogo Lázaro Álvarez Casas.
Sobre este encuentro, el presidente Miguel Díaz-Canel comentó en su cuenta de X: «Su visita continúa el camino de fortalecimiento, consolidación y ampliación de relaciones en todos los ámbitos entre nuestros países».
No hay que olvidar que el pasado noviembre Díaz Canel y Putin se reunieron en Moscú. El primero de varios viajes a niveles del liderazgo civil y militar castrista, como los ministros del Interior y el de las FAR.
Todo lo anterior aderezado por el escándalo que se armó por el reclutamiento de jóvenes cubanos para ingresar a las tropas rusas en Ucrania.
De llegar a la Isla ese armamento claramente ofensivo ¿Se repetirá acaso pronto la crisis diplomática entre Cuba, la URSS y los EEUU de 1962, la llamada “Crisis de los misiles”?
Por ese entonces, Cuba estaba al servicio del totalitarismo soviético. Hoy lo está al servicio del totalitarismo putiniano.
Es que hay cosas que nunca cambian para el castrismo.
5– Víctor Manuel Rocha: otro agente “quemado” por el régimen cubano
Un “colaborador desde Cuba” para el portal Cubanet, analiza el caso de Víctor Manuel Rocha, el diplomático estadounidense acusado de espiar para el gobierno de Cuba durante 40 años.
Rocha, de origen colombiano, de 73 años, ocupó puestos relevantes en las embajadas de EE.UU. en República Dominicana, Argentina y Cuba, y fue embajador en Bolivia entre 1999 y 2002.
De acuerdo con la acusación que presentara la fiscalía en una corte de Miami, el diplomático habría comenzado su actividad de espionaje en 1981.
“Rocha apoyó secretamente a la República de Cuba y su misión de acopio ilegal de información de inteligencia contra EE.UU. al servir como un agente de sus servicios secretos”, dice la acusación.
En 1994 fue designado subdirector de Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., con responsabilidad especial sobre los temas relacionados a Cuba. También fue subdirector de la Sección principal de Intereses de EE.UU. en la isla caribeña.
Posteriormente, en 1999, fue nombrado embajador en Bolivia.
La nota publicada por Cubanet destaca que Rocha sería un agente más cubano que, agotada su vida útil, luego de varios años de retiro, fue quemado por sus propios jefes en La Habana.
La pregunta que está en el aire: ¿a cambio de qué lo hizo el régimen? No es la primera vez que ocurre ello.
“Un caso similar sucedió con el desmantelamiento de la Red Avispa en 1998, cuando Fidel Castro, necesitado con urgencia de un acercamiento con el gobierno de Bill Clinton, además de preocupado por su seguridad personal, filtró la información sobre sus espías al FBI.
En aquella ocasión fue el escritor Gabriel García Márquez el encargado, por el propio dictador, de poner los expedientes en manos del presidente de Estados Unidos, aprovechando una cena a la que fue invitado en Washington.
Eran días en que, desaparecido el apoyo económico y militar de la extinta Unión Soviética, a Fidel Castro no le quedó otro remedio que inventarse nuevas alianzas, de ahí los numerosos e inusuales viajes al exterior, la participación en reuniones y cumbres incluso en Europa, y el cambio de su típico uniforme militar por trajes de alta costura.
La visita del papa Juan Pablo II ese mismo año del desmantelamiento de la Red Avispa, 1998, fue una jugada de limpieza de imagen ante el mundo, pero sobre todo un mensaje de “cambio” cuyo destinatario principal era Estados Unidos, a quien la dictadura necesitaba más que nada para neutralizar las amenazas de seguridad provenientes de los grupos opositores radicados fundamentalmente en Florida.
Como jugada de riesgo, la quema de la Red Avispa fue un fracaso en tanto no resultó en lo que esperaban los mismos que la armaron. El sueño de Fidel Castro era mantener una colaboración constante con el FBI, usando a sus espías en territorio estadounidense bajo una especie de “licencia secreta”, pero le fallaron los cálculos con la Casa Blanca, de ahí el arrebato de rabia que más tarde, en 1999, canalizara en el asunto del niño Elián González, una movida política de Castro que tenía como propósito por una parte poner en crisis a una Casa Blanca que, al parecer, no habría cumplido lo prometido y, por otra, recuperar crédito al interior de las fuerzas oficialistas después de la quema de la Red Avispa.
Cinco de los espías fueron a prisión, otros hicieron tratos con el FBI y al menos un par de ellos salvaron el pellejo volviéndose a tiempo a Cuba, entre estos Olga Salanueva, esposa de René González, de la que después, contrario a lo que afirmaba oficialmente el Gobierno cubano, se supo que sí era agente de la inteligencia cubana desde antes de llegar a Estados Unidos. (…)
Lo cierto es que esta nueva revelación de un agente detenido por el FBI, después de más de tres décadas al servicio de los servicios de inteligencia cubanos, a muchos años de su retiro como espía en activo, es decir, cuando ya no es útil a nadie, a algunos les comienza a oler a carne quemada, a acto de señal de buena voluntad, probablemente hasta surgido en una típica mesa de diálogo donde si tú me das, yo también te doy, y donde no hay mucho margen para las casualidades.
El régimen cubano y su prensa han guardado silencio hasta hoy sobre lo que, sin dudas, es un escándalo mayúsculo, un silencio que se torna aún más sospechoso porque sucede en medio de una gira internacional que ha tenido nada más y nada menos a Irán como una de sus paradas más importantes, así como en una situación de éxodo masivo que no da señales de finalizar, y que, por el contrario, aumenta, a pesar de diálogos y acciones para frenarlo
Quizás, lejos de señal de colaboración, la revelación del viejo agente sea otro tipo de mensaje en que se le descubre al “enemigo” hasta dónde ha sido penetrado, tanto así que, teniendo más, incluso con licencias de la OFAC para exportar y hacer negocios con la dictadura, pueden ofrecerles ese anciano ejemplar de descarte. No esperemos a que el exembajador Víctor Manuel Rocha sea la única pieza en el asador, sin dudas vendrán más por el camino. Porque para recibir siempre hay que dar”.
Lo cierto es que esto es una prueba más de que el castrismo no es leal a nada ni a nadie que no le sirva a sus intereses. Que traicionar, como mentir, forma parte de su naturaleza.
Concluimos esta última Bitácora del año, la noventa y nueve, deseando como siempre lo mejor en el 2024 para todos nuestros lectores y amigos, y que el nuevo año sea pródigo en buenas noticias para la libertad de la patria cubana, a pesar de que el primer día del año se conmemoran 65 años del inicio de la tragedia comunista cubana.-
Marcelino Miyares, Miami, diciembre 2023.