Crónicas Vaticanas: el Papa en una isla, el balón de la UEFA en el Vaticano y los problemas ecuménicos de Fiducia Supplicans
En Roma hay una isla y en esa isla un hospital. La isla, rodeada por el río Tiber, se llama Tiberina y sobre ella está el hospital Gemelli Isola Tiberina. Fue a ese hospital al que fue llevado el Papa a mitad de semana “para algunas pruebas de diagnóstico”. Los días anteriores el Papa seguía sin sentirse bien: eso fue evidente cuando al inicio de la audiencia general del miércoles 28 de febrero dijo públicamente: “Queridos hermanos y hermanas, aún estoy un poco resfriado. Por eso he pedido a Monseñor Ciampanelli que lea la catequesis de hoy. Gracias”. ¿Y qué ha sucedido los días posteriores con la salud del Pontífice? Lo reveló él mismo el sábado 2 de marzo ante jueces en ocasión de la inauguración del 95 año judicial del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano: “como se ve no esto en capacidad de leer a causa de una bronquitis”. No obstante, el deficiente estado de salud, el Papa ha estado presente con una agenda bastante saturada. De esa agenda se desprenden dos momentos importantes: por un lado, la participación en un Congreso Internacional “Hombre-Mujer imagen de Dios. Para una antropología de las vocaciones” que se celebró en el Vaticano.
El Papa no leyó el discurso preparado, pero sí quiso decir unas breves palabras introductorias: “(…) quiero subrayar una cosa: es muy importante que haya este encuentro, este encuentro entre hombres y mujeres, porque hoy el peligro más feo es la ideología de género, que borra las diferencias. He pedido estudios sobre esta fea ideología de nuestro tiempo, que borra las diferencias y hace que todo sea lo mismo; borrar la diferencia es borrar la humanidad. En cambio, el hombre y la mujer se encuentran en una fructífera «tensión». Recuerdo haber leído una novela de principios del siglo XX, escrita por el hijo del arzobispo de Canterbury: El Señor del Mundo. La novela habla del futuro y es profética, porque muestra esta tendencia a borrar todas las diferencias. Es interesante leerla, si se tiene tiempo, porque ahí están estos problemas de hoy; fue un profeta ese hombre”.
Además del pronunciamiento contra la ideología de género, está el hecho confirmado ahora por el Papa de que la Iglesia trabaja en un documento sobre ese argumento. La primera persona que habló sobre esto fue el cardenal Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en una entrevista en el contexto de las polémicas generadas por la Declaración sobre bendiciones, emitida por ese dicasterio. Pero quizá vale la pena recordar quién fue el cardenal que estuvo “presionando” por un documento de este tipo: el arzobispo holandés de Utrech, Cardenal Willem Jacobus Eijk. En todo este contexto, ya hay obispos que han sacado documentos sobre ideología de género para sus diócesis. Nos viene a la mente, por ejemplo, el caso de los obispos de San Francisco y Oakland, en los Estados Unidos.
El segundo tema relevante fueron las palabras contundentes y oportunas del Papa en el contesto de la guerra entre Israel y Hamas. La mañana del jueves 29 de febrero el ejército de Israel disparó contra civiles indefensos que buscaban alimentos en camiones de comida. Circulan videos en internet donde se puede ver el atentado. Da la impresión de que el Papa vio esos videos y por eso dijo el domingo desde la Plaza de San Pedro: Llevo todos los días en el corazón, con dolor, el sufrimiento de las poblaciones en Palestina e Israel, debida a las hostilidades en curso. Los miles de muertos, de heridos, de desplazados, las imágenes de destrucción causan dolor, y esto con consecuencias tremendas en los pequeños y los indefensos, que ven comprometido su futuro.
Me pregunto: ¿de verdad se piensa que de este modo se construye un mundo mejor? ¿Se cree realmente que así se alcanzará la paz? ¡Basta, por favor! Digamos todos: ¡Basta, por favor! ¡Deténganse! Invito a que continúen las negociaciones para un inmediato alto el fuego en Gaza y en toda la región, a fin de que los rehenes sean liberados enseguida y regresen con sus seres queridos, que los esperan con ansia, y para que la población civil pueda acceder con seguridad a las debidas y urgentes ayudas humanitarias.
Algo anecdótico en la agenda de esta semana del Papa fue el encuentro con el canciller alemán el sábado 2 de marzo: decimos que anecdótico porque el canciller le presentó al Papa el balón oficial del próximo Campeonato Europeo de Fútbol además junto con un oso de porcelana blanco con el escudo de la República Federal de Alemania.
Yendo a las principales noticias del Vaticano, hemos sabido que ya hay fecha para el encuentro entre los obispos alemanes y los 3 cardenales (Prevost, Fernández y Parolin) que llevan con ellos el diálogo a nombre del Papa sobre cuestiones relacionadas con el así llamado Camino Sinodal Alemán. La fecha es el 22 de marzo en Roma. Uno de los cardenales presentes en ese encuentro es el cardenal Fernández, prefecto del Dicasterio para Doctrina de la Fe, dicasterio que emitió la Declaración Fiducia Supplicans.
Mencionamos esto porque a casi tres meses de la publicación de ese polémico documento, ahora se suma un problema de cariz ecuménico. Una comisión de la iglesia ortodoxa rusa, bajo pedido del Patriarca Kirill de Moscú, se puso a profundizar la declaración. Y al final de la jornada dijeron que la declaración se aleja de la enseñanza moral cristiana. Finalmente, esta semana estuvo en Roma una delegación de la arquidiócesis española de Valladolid con la intención de visibilizar y promover la causa de beatificación de Isabel la católica. El prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos dijo que no hay nada que tenga detenida la causa y el Papa saludó al arzobispo de la arquidiócesis de Valladolid quien le presentó las actas del congreso celebrado en Roma sobre la reina que patrocinó el viaje de Colón y que derivó en el contacto con nuevas civilizaciones.-
(ZENIT Noticias / Roma, 04.03.2024)