Globalización y Biopolítica: El coronavirus
Jesús Mazzei:
El coronavirus hizo estragos en todas nuestras vidas, afectando todas las esferas de la vida humana, tuvo una consecuencia multidimensional en nuestras vidas: lo social, cultural, económica, política, familiar, deportiva, de entretenimiento
El área de la medicina no me es ajena, sé lo importante que es ella; desde el punto de vista familiar, ya que desde mi tataratío el Dr. Francisco Antonio Rísquez, hasta mi padre Jesús E. Mazzei Berti, hay una larga tradición de médicos de primer nivel en mi familia (los Drs. Edgar Martínez y su hijo Edgar Martínez, mi tío abuelo Arminio Martínez Niochet, Imelda Campo Martínez, y Ramón Arrivillaga, esposo de mi prima segunda Gleydes Rubio Martínez) tanto en la línea materna como paterna, por lo menos desde hace más de 100 años, por cierto, todos médicos graduados en la UCV.
Hoy en ese mismo sentido, un hijo de mi primo hermano el Dr. Edward de Veer Alfonzo, se forma en la UCV en la Facultad de Medicina, siguiendo esa larga tradición médica familiar, en el lado materno de mi familia; mi padre, hubiera deseado que alguno de sus causahabientes, fuera médico, pero ninguno de mis hermanos ó mi persona, tuvo esa inclinación profesional y vocacional.
El coronavirus hizo estragos en todas nuestras vidas, afectando todas las esferas de la vida humana, tuvo una consecuencia multidimensional en nuestras vidas: lo social, cultural, económica, política, familiar, deportiva, de entretenimiento, pues bien la pandemia se manifestó en el área de la salud a nivel global, manifestándose en el proceso de globalización. Hubo repercusiones en todos los órdenes de la vida humana. Ahora bien, desde el punto de vista político, tiene unas consecuencias y una significación importante, en ese sentido, hace unos años leí un interesante artículo en el País de España, de las politólogas Debora Diniz y Giselle Carino, el cual recomiendo ampliamente releer, permite ver en amplia perspectiva este grave problema:
” … La epidemia del coronavirus parece una actualización de las clases de Michel Foucault sobre biopolítica, seguridad y territorios. La biopolítica es el poder que ordena las políticas de la vida, a saber, son tácticas que regulan qué cuerpos deben vivir y qué cuerpos pueden ser desechables. La explosión de una epidemia es un momento intenso en la biopolítica: en nombre de la protección colectiva se controlan los cuerpos, se delinean fronteras reales o imaginarias a la salud. Así fue con la epidemia del virus zika en su emergencia. Con el zika, sin embargo, el pánico global fue breve, pues rápidamente se comprendió que el riesgo a la enfermedad estaba confinado a los países tropicales. Por eso, toda biopolítica se convierte en una necropolítica cuando los regímenes de desigualdad determinan cuáles cuerpos viven el riesgo…”
Por otra parte, en el pasado siglo XX, la gripe española, en 1918 mató a 40 millones de personas y los decisores gubernamentales hoy a nivel de países y de las organizaciones multilaterales (OMS), al declarar la pandemia se buscó enfrentar en forma rápida y eficaz, esta enfermedad. Hasta ahora, el COVID-19, enfermedad viral, infecto-respiratoria, mató más de 3.000.000 personas y estuvieron bajo observación a nivel mundial más o menos millones de personas más, sin embargo, la velocidad, difusión y letalidad, es más peligrosa que otras pandemias de los últimos años como el SARS, MERS, ébola, entre otros. Es más peligroso en personas con patologías previas sobre todo con trastornos pulmonares o cardiacas.
En ese mismo orden de ideas, siguiendo al maestro de la ciencia política venezolana Don Manuel García- Pelayo, este es un fenómeno politizado, es decir, un evento y/o acontecimiento, que sin ser de naturaleza política, puede adquirir en determinados casos y circunstancias, tal significado, constituyendo así nudos entre la estructura política y otras estructuras, es lo que él denominaba fenómenos políticamente condicionados o sea aquellos fenómenos, que no siendo políticos en sí mismos, pueden tener efectos decisivos sobre la política, ejemplo, por los impactos que está teniendo en las diferentes sociedades que están ejecutando políticas de prevención y contención, tanto desde el punto de vista sanitario como de investigación y desarrollo, de una vacuna para tratar esta patología, que están afectando la dinámica de la acción del gobierno no sólo del día a día, sino de la decisiones políticas (y este es el núcleo de la cuestión) que están tomando lo gobernantes del mundo (suspensión de vuelos transatlánticos, cierre de fronteras, suspensión de actividades económicas, financieras, comerciales, deportivas y de esparcimiento y entretenimiento, educativas entre otras), y esto, afecta, el comportamiento general y particular de la sociedades y del ser humano en lo tocante a como ser individual que esté afectando nuestro modo de vida.
Por ello, es un hecho político relevante y fue de alta prioridad política entre los decisores sanitarios, por las repercusiones que tuvo. Que, no siendo eficaz y adecuadamente no sólo diagnosticado y tratado, con políticas públicas adecuadas puede influir en la gobernabilidad de nuestras sociedades en todas estas esferas de la comunidad humana. La globalización se manifiesta en toda su intensidad, por las interrelaciones e interconexiones, del mundo contemporáneo, más de 100 países se vieron afectados por esta pandemia.
Este caso nos pone de manifiesto el condicionamiento de la política por fenómenos que en sí mismos carecen de entidad y de intencionalidad política, pero en cuanto que ellos han hecho las políticas sea posible sea tal cual es, ellos mismos han pasado a formar parte del ámbito que interesa a la teoría política.
Venezuela, lamentablemente, tiene una infraestructura sanitaria, tanto en su planta física como humana (médicos, enfermeras, biólogos infectólogos), precaria, deteriorada por falta de inversión y mantenimiento, a pesar de los inmensos recursos económicos de los años 2002-2014 y también por la falta tanto en suministros de antibióticos, equipos, limpieza, suministros de servicio esenciales como electricidad, agua, internet y telefonía fija, pésima, debido a que en los últimos años no se han hecho las inversiones, no habido mantenimiento preventivo y lo más grave y perverso, la partidización de los servicios de salud y por ello, nos encontramos en una situación tan lamentable sobre todo en el sector público. Veremos si el panorama mejora, pero lo pongo en duda, por la falta de credibilidad en y de los actores gubernamentales, de cómo enfrentar un desafío de tal magnitud para ejecutar políticas públicas eficientes tanto preventivas y luego que se presenten los primeros casos políticas curativas (asilamiento y de tratamiento). Dios no nos agarró confesados, en aquellos años, esperemos que en una futura nueva pandemia estemos mejor preparados, por la imprevisibilidad de estos acontecimientos. Veremos.-
jesusmazzei@gmail.com