Aprender de Gandhi
Luisa Pernalete:
“No hay camino para la paz, la paz es el camino”. Esta frase de Gandhi debiera servir de ruta para presidentes, para padres y madres, para educadores, para vecinos, pues es mejor vivir en paz que vivir entre gritos, golpes, amenazas, descalificaciones y por supuesto, no tendríamos tantas víctimas inocentes como las que se tienen hoy en un mundo con conflictos bélicos abiertos, con guerras que no han decidido ni los soldados que deben atacar, matar, ni la población civil que la sufre.
Mahatma Gandhi, nació el 2 de octubre de 1869, de manera que se están cumpliendo 155 años de ese líder de la no – violencia, un modo de proceder, de resolver conflictos, de protestar, de expresar opiniones. ¿No les parece que sería útil, necesario, aprender de él, en este mundo violento, en este país sufrido y con violencia de todo tipo?
Vamos a repasar algunos de sus mensajes, pero antes recordemos que la no – violencia es una invitación para valientes No es cómo creen muchos, que los no-violentos, los pacíficos son cobardes. Nada más lejos de la realidad. Cuando una autoridad, en su hogar, en el aula, en la calle, se tiene que gritar o mostrar un arma para hacerse oír, o para que le hagan caso, es porque realmente no se tiene autoridad, se le hará caso por miedo, pero no por respeto, en cambio cuando una madre, un educador, un presidente de una junta de vecinos, hablando suavecito, sin amenazar, sin gritos, es una persona valiente que, y su “victoria” será duradera.
Gandhi fue abogado. No venía de una familia pobre de la India. Cuando terminó sus estudios, fuera del país, se fue a Suráfrica, en donde los indios eran muy maltratados. Abrió los ojos cuando viajando en tren, en primera clase, fue sacado del mismo, porque era indio, y ya eso en Suráfrica era suficiente para ser maltratado y marginado. Eso lo marcó, y decidió años a la defensa de sus compatriotas. Viajar en segunda clase le permitía comprender mejor a los excluidos. Por cierto, se cuenta que cuando en Suráfrica defendía a sus clientes en los juicios los jueces, ganara o perdiera el juicio Gandhi, admiraban a ese abogado que no ofendía a nadie.
En los tiempos de Gandhi, su país era colonia del imperio inglés y Gandhi supo luchar, siempre de manera pacífica. Protestó contra leyes laborales injustas, protestó contra la exclusión, sin una sola acción violenta. “Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia”. Y eso pasa en un país en donde, por ejemplo, se haya “ganado” una elección con métodos violentos, o en hogar en donde los padres se hagan obedecer utilizando castigos físicos con sus hijos – de paso, algo ilegal en Venezuela – o en un conflicto escolar que termine con golpes.
El diálogo necesario para unir a una sociedad. En tiempos de Gandhi, él propició el diálogo entre religiones, elemento que causaba grandes problemas de convivencia. Incluso, se acercó al cristianismo, no porque fuera practicado en la India, sino para comprender a los cristianos del mundo. Diálogo entre diferentes hace mucha falta en este país.
Gandhi insistió mucho en la necesidad de la coherencia. “Mi vida es mi mensaje”. Creía en la posibilidad de ser feliz con una vida sencilla, sin acumular muchos vienes, y vivía sencillamente. O sea que se adelantó a esa urgencia que se tiene en el mundo de hoy de otro moldeo de desarrollo, vivir con menos para los que acumulan y golpean al planeta y a la naturaleza.
Una frase muy importante de Gandhi, que debiéramos tener como lema es esta: “La paz es el camino, no hay camino para la paz”. O sea, coherencia entre lo que se busca y los procedimientos. Las armas no pueden ser el camino.
Una columna no da para mencionar el legado de Gandhi, pero queremos recordar esta otra frase, que supone una cultura de fraternidad, tan necesaria en nuestro mundo: “Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia”. Inclusión pues, no se discrimina.
Es bueno saber que, en Venezuela, desde el 2016, se creó el Centro Gandhi, por cierto, vino su bisnieto al acto de naciente del mismo. Tiene como misión la difusión de la no violencia como modo de proceder. Da sus cursos en escuelas, ofrece un diplomado sobre no violencia, “Gandhi en acción”, avalado por la UNIMET. ¡Qué bueno que existe!
Terminemos con esta otra frase, que tiene que ver con la coherencia también: “Se el camino que quieres para el mundo”. No pensemos en todo el planeta, piensa en tu pequeño mundo: ¿quieres que la gente te sonría? Pues sonríe tú. ¿Quieres que la gente sea mable contigo? Pues se amable tú.-