Opinión

Superarnos ante las dificultades

Cebados con las malas noticias, no vemos la posibilidad de superar las dificultades

Bernardo Moncada Cárdenas:
«… algunos riesgos y límites de la cultura de hoy. En ella se manifiestan: la ansiedad nerviosa y violenta que nos dispersa y nos debilita; la negatividad y la tristeza; la acedia cómoda, consumista y egoísta; el individualismo…»
Papa Francisco, Gaudete et exsultate
El drama que vivimos en Venezuela se agrava con la atormentadora confusión en que lo vivimos. Embargados por un cúmulo de emociones negativas que van del miedo a la agresividad ciega, del activismo sin objetivos claros a la parálisis desconsolada, de la entrega deslumbrada a los líderes a la total desconfianza y rechazo de ellos.
Venezuela entera da la impresión de haber perdido todo empuje, tanto a escala familiar, cuando miles de familias prefieren el éxodo, como a escala de política nacional, cuando los líderes políticos se ven como aves sin rumbo. En este escenario, el venezolano promedio apenas comienza a ingeniárselas para resolver los problemas concretos de subsistencia en la vida cotidiana.
Cebados con las malas noticias, no vemos la posibilidad de superar las dificultades.
Como Superar Dificultades En La Vida
Pongo por ejemplo mi espacio de trabajo, la Universidad. Es cierto que hemos sufrido una política de grave insuficiencia presupuestaria, y que se ha reducido drásticamente la otrora pujante comunidad universitaria. Pero ello podría facilitar afinar, ejecutar y evaluar decisiones que lleven a perfeccionar fortalezas, planes de estudio, nuevas investigaciones, así como a captar jóvenes llamados por la vocación de enseñar, ansiosos de formarse como profesores e investigadores, a quienes se pueda guiar con mayor atención en su proceso formativo para enriquecer el personal docente.
¿Es o no posible incentivar alianzas estratégicas transnacionales, con entes que puedan aprovechar nuestra capacidad instalada para desarrollar planes conjuntos que nos beneficien? Ya se han creado opciones a escalas variables, como los posgrados, para el extranjero. creando así fuentes de financiamiento, posibilidades de reponer equipos, reactivos, instrumentos, mejores condiciones laborales, que resultan imposibles si se permanece sujeto a las restricciones del gobierno.
Al igual que en el país, todo depende de la iniciativa de personas y grupos, a los cuales las autoridades solamente tendrían que apoyar. Nada que ver con grandes programas presupuestarios ni clamorosas políticas institucionales; una política de dejar florecer lo que puede hacerlo.
En nuestra sociedad, está en boga el verbo emprender, y es necesario conjugarlo y ayudar a otros a formarse en el emprendimiento, de modo que mejoren las condiciones de la propia sobrevivencia. Y es posible y necesario valorar nuevos tipos de relación social, más abierta y solidaria, donde se potencie la habilidad y voluntad de nuestros compatriotas, sin distingos, mientras se renueva un sentido de responsabilidad y amor al trabajo.
Es dejar de ser masa hambreada y resignada que de vez en cuando reacciona convulsivamente para ser comunidades de individuos claros y firmes ante la realidad, como el barco a vela que avanza aun con el viento en contra.
Es a partir de un cambio de perspectiva y de actitud como éste, de una verdadera conversión, que se puede además potenciar una reflexión adecuada sobre la manera de hacer política. De allí pueden resultar estrategias mejor pensadas, no emocionales, reactivas, ni revanchistas, y menos centradas en ambiciones personales, para unir fuerzas y fortalecer la actitud de los venezolanos, convencidos de su capacidad de inclinar la balanza de la historia, sea cual sea su posición o trabajo; salir de la negatividad y la tristeza, que ya son pandemia a escala mundial, para ser cada uno un líder, responsable y activo, decidido a dar un vuelco positivo a la bella aventura de la vida social.-

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