Opinión

¿Dónde estamos y hacia dónde vamos? Notas y especulación (2)

Nelson Chitty La Roche:
Los que están siempre de vuelta de todo, son los que no han ido nunca a ninguna parte” Antonio Machado
Si yo fuera objeto sería objetivo, pero como soy sujeto, soy subjetivo” José Bergamín
Otras veces comenté que la esperanza no debía confundirse con la ilusión fatua. Hay que construirla, darle entidad y no solamente emocional sino racional. Baruch Spinoza sentó doctrina al respecto.
Vivimos la hora de todas las incertidumbres y la desesperanza. Ciertamente el daño que nos ha hecho la mal llamada revolución “bolivariana” es hondo, vasto y lo peor es que no cesa de entronizarse, privándonos a ratos del mismo aire, hipoxia con sabor a sangre, como si tuviéramos un estilete en el pulmón.
Al poder pervertido solo le queda más perversión y por ello, acomete fiero todo aquello que contenga libertad y, por cierto, nada es mas libre que la crítica y la disensión. Ya no hay república, ni constitución, ni ciudadanía y lo que veo venir es el zarpazo final de la bestia, cambiándolo todo, para que quede igual. Una suerte de conservadurismo cínico estará pintándonos el horizonte.
La empresa del autoritarismo, fragua ya, un muro totalizante, siguiendo “mutatis mutandis” el modelo cubano, con algún aderezo nicaragüense. Primero la captura de los espacios de representación nacional, regional y municipal de impronta deliberativa y decisoria. Las elecciones próximas tendrán ese objetivo, entre falacias e imposturas se adulterará de nuevo el sistema electoral y en paralelo, se vaciará la constitucionalidad, la legalidad, la institucionalidad y la educación de principios y valores genuinamente republicanos.
Karl Loewenstein en su Teoría de la Constitución, se refiere a los tipos ontológicos del documento que, serían tres. La Constitución normativa, la nominal y la semántica. El trato que ha recibido nuestra carta magna la ha convertido en semántica, pero, la reforma anunciada, quieren sincerarla para hacerla más semántica. Vale decir, una normación a la medida del poder político y de su ideología.
Tampoco será Venezuela una democracia si, entre variadas definiciones, nos detenemos y observamos que la ciudadanía será filtrada, el ejercicio censor propio del derecho a controlar que resulta del derecho a participar será impedido, enervado y a la postre anulado. Para eso es el llamado estado comunal, farsa comunitaria, para que arriba se concentre más aún la “delegada” soberanía.
Ante ese decurso, solo tres opciones se dejan ver. La marcha de la diáspora que sigue planteada y pudiera recrecer, la resignación y mimetización para sobrevivir a todo evento y finalmente, la resistencia resiliente ciudadana. Es esta última difícil, pero, gratificante ética y moralmente.
Ocasiones de ponernos a prueba abundarán y, me permito comentar la primera de ellas quizá, el estándar de lo que vendría. Las próximas elecciones serán condicionadas a la aceptación de los resultados que ofrezca el CNE y todavía éste, no ha presentado ni presentará resultados fehacientes de los comicios pasados y, por ende, ni siquiera cumple con la exigencia que le hiciere, su socia en la comparsa, la Sala Electoral del TSJ.
9 de cada 10 electores manifiestan saber que, quién ganó el 28j2025, no fue quien asumió la presidencia el pasado 10 de enero, de acuerdo con un estudio de opinión que tuve ocasión de mirar.
Siendo así, no es extraño suponer que se produzca un regreso a la deletérea huelga electoral que sabemos venenosa políticamente para quienes se oponen al régimen, pero, como antes afirmamos, la abstención no le hace daño al gobierno que, como en el referendo sobre el esequibo, verá y contará votantes que nunca estuvieron y que nunca participaron.
Espero Dios mediante equivocarme, pero, solo nos queda, mantenernos firmes en nuestros valores y creencias, en nuestra brújula espiritual y en nuestras convicciones y ya sabremos lo que pasará.
Un amigo entrañable me comentó la homilía de la misa última que asistió y una frase del sacerdote con la que deseo concluir esta cavilación, “El que sabe donde va, nunca se pierde” y agrego yo, llueva, truene o relampaguee.
Nelson Chitty La Roche, nchittylaroche@hotmail.com, @nchittylaroche

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